-iNecesito que conduzcas más rápido Jerry!.- Lisa exclamó en un gruñido mientras continuaba prestando atención a la niña que respiraba con dificultad junto a ella- Tranquila cielo, ya casi llegamos.
Piper estaba haciendo un gran esfuerzo por coger algo de aire pero cada vez le era más dificultoso respirar y estaba muy asustada, tanto así que sin darse cuenta había comenzado a llorar. La ojiverde maldijo por lo bajo al notar el gran tráfico que había frente a ellos impidiéndoles el paso inmediato, Jerry golpeó el volante con sus puños mientras pensaba en alguna otra opción. Sin pensarlo dos veces y con un rápido movimiento se subió a la acera y comenzó a avanzar con lentitud mientras tocaba la bocina para alertar a los peatones a su paso.
-Estás demente amigo.- Susurró la neurocirujana.
-Claro que no. Sólo estoy preocupado, ya casi llegamos.- En sólo cuestión de minutos, el castaño estaba aparcando fuera de urgencias y Lisa no tardó en tomar a su hija en brazos para correr al interior.
-iNecesito ayuda! iEs mi hija, no puede respirar!
-iUna camilla ahora!.- El cirujano pediatra de quitó su chaqueta mientras la ojiverde recostaba a Piper sobre una camilla y un grupo de enfermeros e internos se acercaba.
-No puede pasar doctora Manoban.- Advirtió una enfermera en cuanto la cirujana intentó ir tras su hija y el equipo que le atendería- Lo siento. Pero debe esperar aquí, son las reglas.
-iEstará bien Lisa, lo prometo!.- Exclamó Jerry en cuanto notó cómo su amiga es retenida y obligada a mantenerse al margen de la situación.
La ojiverde observó como Piper desaparecía de su vista al final del pasillo y se llevó ambas manos a la cabeza rogando internamente a Alicia para que mantuviera a su hija a salvo. Parecía que últimamente todo estaba resultando mal para ellas y ya no podía soportarlo más, comenzaba a sentirse agobiada por todo y todos los que la rodeaban y sólo deseaba por detener el mundo por al menos un minuto y tomar un respiro. Mientras aguardaba en la sala de espera sin querer moverse, Jennie junto a las demás chicas, Noah y una dormida Olivia en su cochecito aparecieron en la sala.
-¿Cómo está ella? -Sana fue la primera en hacer referencia a Piper.
-No he recibido ningún tipo de información. Jerry ha ido con ella.- Respondió permaneciendo con la mirada perdida.
-¿Piper se pondrá bien mamá?.- Noah se plantó frente a ella con el rostro entristecido y ella se apresuró a asentir mientras estiraba su mano para acariciar su mejilla.
-Por supuesto que sí campeón. Ya verás.- Ésta vez su mirada viajó hasta la morena quien le veía can una expresión de aflicción.
Una hora exacta tuvo que pasar antes de que recibieran noticias de la niña por parte de Jerry, quien se encargó de asegurarle a Lisa una y otra vez que todo estaba bien con Piper. Pero cuando todos soltaban un suspiro de alivio por la buena noticia que habían recibido, la presencia de Richard en el hospital puso la atmósfera tensa otra vez.
-Oh por dios, ¿Qué estás haciendo aquí?.- La ojiverde suspiro frustrada pasando una mano por su rostro.
-¿Qué es lo que hago aquí? Pues nuevamente has puesto en peligro la vida de uno de tus hijos gracias a tus descuidos. Creo estás ganándote el premio a la madre del año.
-¿Cómo se enteró?.- Esta vez fue la castaña quien hizo la pregunta frunciendo el ceño algo confundida.
-He sido astuto y he puesto a uno de mis hombres de seguridad a vigilarlas desde el extravío de Noah.- Lisa apretó los dientes sin poder creer lo que el hombre estaba diciendo.
-¿Quién te crees que eres para hacer algo así? Sé cómo cuidar de mis hijos iJoder!.- La situación estaba saliéndose de los márgenes civilizados y Jerry puso una mano sobre el hombro de su amiga.
-Tal vez es cierto que sabes cómo hacerlo.- Dijo el hombre de traje antes de desviar su mirada hasta Jennie- Pero me temo que ella no.
-Eres un....
-¿Cómo está mi nieta doctor?.- Richard se dirigió a Jerry ignorando por completo las palabras que la neurocirujana estaba a punto de decir.
-Completamente fuera de cualquier peligro, sólo ha sido un susto. Ella ahora está recuperándose, no hay nada de que preocuparse.
-¿Puedo verla?.- Apenas se oyó aquella pregunta en la sala le siguió una rotunda negación.
-No.
-Cariño.....- Jennie intentó hablar pero Lisa permaneció con su negativa en una firme postura.
Richard se acercó a la ojiverde acortando la poca distancia que había entre ellos y mirándola fijamente a los ojos carraspeó antes de soltar su amenaza.
-Pondré una denuncia por descuido en tu contra y pelearé por la custodia de los niños como debí hacerlo hace tiempo. Seguiré vigilándote, recibirás una llamada de mi abogado.- Con su intimidante mirada recorrió a todos en la habitación una vez más antes de darse la media vuelta y marcharse.
-iMaldita sea!
Un rugido escapó desde la garganta de la ojiverde mientras se giraba para dar un duro golpe a la pared más cercana y comenzar a alejarse por el pasillo. Jennie pestañeó un par de veces intentando procesar todo lo que había pasado en los últimos cinco segundos y con sus ojos suplicó ayuda a los demás.
-Ve con ella.- Fue lo que dijo Rosé dándole una breve caricia en el brazo y sonriendo de medio lado.
La morena no tardó en seguir con pasos rápidos a su novia a través de los corredores del conocido hospital, pudo notar que la cirujana se había dirigido a la cafetería, la cual estaba casi vacía de no ser por quien atendía tras la barra del buffet. Lisa vago a través de las mesas hasta tomar asiento en una y esconder el rostro entre sus manos mientras intentaba tranquilizarse tomando grandes bocanadas de aire. Pudo notar de reojo como una silueta tomaba asiento junto a ella y se quitó las manos del rostro para comprobar que era Jennie.
-Él no hará todo lo que dice, sólo lo hace para molestarte....
-No.- Le interrumpió Lisa- Te equivocas. Él es capaz de hacer eso y mucho más, es un hombre con mucho poder y siempre a estado buscando la manera de hundirme. Creo que al fin le he dado la oportunidad que esperaba.
-No pienses así. No tiene pruebas suficientes, eres una madre increíble mi amor de eso no cabe duda alguna.
-Pero últimamente no he estado presente y tú-Se detuvo desviando la mirada y provocando que Jennie frunciera el ceño poniéndose algo tensa.
-¿Yo qué?.- Preguntó esta vez a la defensiva.
-Tu no sabes nada acerca de niños Jennie. Apenas estas aprendiendo con Olivia, y no es lo mismo trabajar con ellos que convivir y tener que hacerse responsable de tres niños.- Esas palabras cargadas de algo de desconfianza sin duda alguna lastimaron un poco a la castaña quien bajo la mirada hasta sus manos sin decir nada más- Nini...
-Esta bien.- La cortó- Creo que tienes razón, ¿Qué puedo saber yo sobre niños? Siento si mi inexperiencia te ha causado problemas Lisa.
Y sin decir nada más, arrastró su silla hacia atrás y se puso de pie para salir de allí con rapidez secando un par de lágrimas que rodaron por sus mejillas.
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