No lo podía creer. Simplemente no podía creer que un mocoso de apenas catorce años estuviese de camino a su casa para llevar a una de sus princesas a su primer baile. Maldijo una y otra vez a la escuela de los niños por hacer aquel estúpido baile de primavera y también maldecía al tiempo por haber causado que su hija creciese tan rápidamente.
-Piper se ve radiante, ¿Estás lista para mantener la calma y no hacer un escándalo?
-No te prometeré nada cariño.- Dijo la ojiverde girándose a verla desde su posición en el sofá.
-Lisa....- Se quejó- No quiero amenazas hacia el pobre chico. No puedes arruinar el primer baile de tu hija.
-Sólo le daré un par de advertencias nada más.- Los ojos de la morena se entrecerraron manteniendo sus manos en su cintura- Esta bien, tratare de comportarme.
-iJen necesito ayuda!
La voz de Piper se escuchó desde la segunda planta y la morena corrió escaleras arriba de inmediato. Lisa soltó un gran suspiro y notó que Liv le veía con el ceño ligeramente fruncido desde su lugar sobre la alfombra pues estaba dibujando junto a Theo quien ni caso hizo a la situación mientras continuaba coloreando.
-No crezcas más ¿Entendido?.- La niña sólo se limitó a asentir con una sonrisa en sus labios antes de volver a lo suyo.
-Oye mamá, ¿Puedes ayudarme con esto?.- Noah bajaba las escaleras mientras intentaba anudar la corbata que traía alrededor del cuello- Soy un caso perdido.- Bufó el adolescente.
-Solo tienes que aprender.- Rió Lisa poniéndose en pie para ayudarlo- ¿Conoces al mocoso que saldrá con tu hermana?
-Bruce Evans.
-Tienes cinco minutos para darme toda la información posible.- El pelinegro entrecerró los ojos- Un video juego nuevo.
-Tres video juegos y me llevaras al próximo partido de los Miami Heat.- ¿Quién se cree que es este niño?, se preguntó la neurocirujana frunciendo el ceño.
-Un video juego y el partido.- Negoció esperando a que excediera.
-Dos y el partido. Es mi última palabra.- Noah era un hueso duro de roer además de tremendamente ingenioso.
-Un video juego y asientos de primera. Esa es mi última oferta.
-Hecho.- Estrecharon sus manos y Lisa sonrió.
-Habría accedido a la primera opción porque estoy desesperada.
-Lo habría hecho por tu desesperación.- Sonrió victorioso haciendo gruñir a su madre quien se limitó a esperar la información que había solicitado- Forma parte del equipo de básquetbol y comparte un par de clases con nosotros además está muy colado por Piper al igual que ella de él. He intentado mantenerlo alejado, pero ella se ha enfadado conmigo por eso.
-¿Ya se han besado o siquiera tomado de las manos?.- La sola idea estremecía a la cirujana.
-No. Me he encargado de impedir cualquier contacto físico mamá.
-Pues eso es excelente. Necesito que los vigiles esta noche, serás mis ojos en ese baile ¿Entendido soldado?.- Noah llevó su mano hasta su sien.
-Por supuesto.
El timbre sonó y Lisa adopto una posición y actitud cual policía dirigiéndose a la entrada con su mejor cara de pocos amigos. En cuanto abrió la puerta se encontró del otro lado a un chico alto de cabellos castaños alborotado que vestía un traje color negro. Éste tragó fuertemente con nerviosismo mientras veía fijamente a la implacable ojiverde quien emitió un ligero gruñido tratando de intimidarlo aún más.