-Muchas gracias Rosé. Esta bien, las mantendré informadas. Adiós.- Jennie finalizó otra llamada y me miró negando con la cabeza.
-No puede ser.- Susurré pasando una mano por mi cabello- No está con Jerry, ni con Jisoo y mucho menos con BamBam.
-Tu hermano a dicho que buscaría por los alrededores. Ha tomado mi móvil sin que pudiese notarlo, de seguro se pondrá en contacto contigo o con alguien más.
Mientras ella decía aquello una idea cruzó mi mente y me puse en pie de un salto. La castaña me vio sin entender.
-Recuerdas dónde puse los boletos para el partido? .- Pregunté mientras caminaba en dirección a las escaleras.
-En el cajón de tu mesita de noche.- Dijo la morena siguiéndome de cerca hasta llegar a nuestra habitación.
Caminé en busca de los boletos para el partido de básquetbol, pero ya no estaban ahí. Un tanto aliviada gracias a que ahora tenía una idea de donde podría estar Noah, tomé una chaqueta y me la puse antes de girarme a Jennie.
-Quédate aquí con las niñas. Lo buscaré allí, ha ido al juego estoy segura.- Ella sólo asintió con rapidez y yo deposité un rápido beso en sus labios antes de disponerme a salir disparada de casa.
Sintiéndose un tanto nerviosa, Lisa condujo por las calles de la ciudad lo más rápido que el tráfico se lo permitió hasta dar con el lugar del partido, el cual estaba unos cuantos minutos de acabar. Tomó lugar en el parking y se bajó con rapidez mientras buscaba en su cartera la foto que traía de Noah, notó un par de guardias de seguridad y se acercó con un ligero trote apresurando el paso hasta ellos.
-Hola, mi nombre es Lisa. Estoy buscando a mi hijo, creo que puede estar en los alrededores.
-Estaba usted con él cuando se extravió?.- Preguntó uno de ellos mirando a su compañero de reojo.
-No. Él ha venido sólo hasta aquí, su nombre es Noah Manoban. Es él, tenga.-
Les enseñó y entregó la fotografía del sonriente castaño y ellos asintieron antes de tomar su radio de comunicaciones y así pasar el aviso.
Aliviada, la ojiverde notó cómo las puertas del gimnasio se abrían dando paso a una gran multitud que dejaba el lugar luego del final del partido en donde al parecer, los Miami Heat habían salido victoriosos. Lo supo por las celebraciones de los fanáticos quienes traían camisetas de su equipo y la cara pintada. Sus ojos vagaron por un sin fin de personas de manera rápida intentando dar con un rostro familiar. El de su hijo. Podía escuchar como a través de los alto parlantes se oía la voz de un hombre dando aviso del extravío del niño.
-Señora Manoban.- Uno de los hombres de uniforme se acercó a ella a través de las personas- Lo tenemos.
-Gracias a dios.- Susurró antes de seguir al guardia por el frente del gimnasio hasta el interior.
Su rostro cambió por completo al notar a su hijo de pie junto a uno de los guardias, traía puesta su camiseta pero no estaba sólo sino más bien mal acompañado diría ella. Richard estaba de pie junto al pequeño pelinegro con una mano sobre su hombro, había dejado su traje de lado para vestir unos pantalones de corte recto y una camiseta igual a la de su nieto. Apresuró su paso para llegar junto a ellos y apretó con fuerza los puños en cuanto vio esa maldita y despreciable sonrisa en el rostro del hombre.
-Noah, dios mío.- Dijo arrodillándose frente al Niño atrayéndolo a ella en un abrazo- No vuelvas a hacer algo como eso. Ha podido ser peligroso ¿Me oyes?.- El niño intentó resistirse al afecto de su madre a causa de su molestia, pero de todos modos terminó abrazándola con fuerza pues la extrañaba muchísimo.
-¿Por qué iba a ser peligroso? Ha venido conmigo Lisa.- Intervino Richard.
-Creo que esa es suficiente respuesta a tu duda.
-Pueden dejarnos caballeros, todo esta bien por aquí.- Los guardias de seguridad sólo sintieron alejándose a paso firme sin mirar atrás.
-Bien campeón vamos a casa. Jennie y Piper se han preocupado mucho por ti en cuanto notaron que no estabas.- Dijo la ojiverde pasando un brazo por los hombros de pelinegro.
-Si esa tal Jennie hubiese estado al pendiente de los niños, Noah no hubiese huido de casa.- La mandíbula de Lisa se apretó hasta que oyó sus propios dientes rechinaron a causa de la presión ejercida.
-No necesito tus opiniones Richard.
Sintiendo los pasos su ex suegro tras ella neurocirujana continuó con su caminar hasta llegar junto al coche aparcado e indicarle a su hijo que se despidiera de su abuelo y se montase al interior del vehículo. Noah obedeció sin rechistar, pues sabía perfectamente que su madre y su abuelo acabarían discutiendo como lo hacían cada vez que se veían, había llegado a la conclusión de que ellos no se agradaban para nada. Luego de que la rubia cerró la puerta tras su hijo se giró para enfrentar a Richard.
-No vuelvas a insinuar una sola mierda sobre mi novia porque no la conoces ni un poco, ¿Está claro?.- Gruñó con molestia.
-No la conozco pero sé que no es de confianza para mis nietos así que la quiero lejos de ellos.- Lisa rió sin una pizca de un humor antes de verlo con incredulidad.
-No eres quien para exigir nada. No soy una empleada más en tu monopolio.- El hombre la miró entrecerrando ligeramente los ojos antes de frotar su barbilla con expresión pensativa.
-Sé que no estás demasiado en casa por asuntos de trabajo. Has descuidado a los chicos y Noah ha escapado de casa a causa de ello, ¿Sabes lo que pudo haber pasado si él no me hubiese contactado?- Pues ella no quería imaginárselo- ¿Por qué no permites que yo me haga cargo de los niños para que continúes jugando a la familia feliz?
-No pienso seguir con esto.- La cirujana se dio media vuelta dispuesta a tomar su lugar en el asiento del copiloto.
-Pelearé por ellos. Y esta vez no es una amenaza sino una advertencia, intenté hacer esto pacíficamente pero no me dejas otra alternativa Manoban. Nos veremos en tribunales.
-No te tengo miedo Richard.
Sin nada más que decir, se montó en el coche para ponerlo en marcha y salir a toda prisa de allí mientras apretaba con todas sus fuerzas el volante en el que se encontraban enroscados sus dedos. Ni ella ni el niño dijeron una sola palabra durante el trayecto a casa y eso provocó que recordara las palabras del pelinegro durante su última llamada. Su mirada viajó a través del retrovisor para ver como Noah veía por la ventanilla sin demasiados ánimos.
-iYa estamos de regreso!.- Exclamó Lisa al cerrar la puerta principal tras ella.
-Debo colgar Sana. Ellos están aquí te hablo más tarde ¿De acuerdo? ....Okay, adiós.- Jennie se acercó a ambos finalizando la llamada que mantenía con una preocupada Sana- Dios Noah.- Susurró acercándose para abrazarlo- Me alegra que estés bien.
-Siento haberme escapado Jen.- Dijo el niño con arrepentimiento tendiéndole de regreso su teléfono.
-No importa ya..- Le sonrió la morena acariciando su mejilla.
-¿Por qué no vas junto a tu hermana? Ella estaba muy preocupada.- Sugirió la ojiverde y Noah miró a la castaña esperando indicaciones acerca de a ubicación de su hermana.
-Está en la cocina, iremos enseguida y cenaremos.- El pelinegro asintió antes de salir en dirección a la cocina- ¿Dónde estaba?
-En el juego de básquetbol, pero no estaba solo.- La cirujana pediatra frunció en ceño- Estaba con Richard.
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