-Yo sólo.....- Jennie sólo balbuceaba luego de las palabras del cirujano- Fue suficiente.
Advirtió antes de girarse para salir de la habitación con un hombre totalmente divertido siguiéndole de cerca. Lisa se encontraba a unos cuantos metros revisando un par de expedientes pero lo suficientemente pendiente de su entorno como para notar que ambos dejaban el cuarto de suministros. Aquella molestia que había dejado atrás hace un rato volvió a invadirla cegándola por completo.
¿Jennie y el idiota juntos? ¿Es que aquel tipo no dejaría de fastidiarla en el trabajo? Soltando un gruñido como ya se le hacía costumbre tomó los expedientes para ponerlos bajo su brazo y se marchó. Comprobó la hora en su reloj de muñeca y notó que no faltaba demasiado para la rotación de servicios que los residentes solían hacer.
-Erika.- Llamó a la actual jefa de residentes quien no tardó en ir hasta ella.
-¿Sí, doctora Manoban?
-¿Podrías decirme a servicio de quién estará la doctora Jennie Kim?.- La chica observó rápidamente la lista que traía entre manos anunciando lo que la ojiverde sospechaba.
-Estará en traumatología.- Dijo Erika.
-Pues ahora estará en neurología. Es la única que conoce a la perfección el avance de un caso importante y la necesito para trabajar ¿De acuerdo?
En su rostro se formó una de aquellas sonrisas que solía utilizar para conseguir lo que fuese en la adolescencia, de esas que hacían que las piernas de cualquier chica temblaran y que sus bragas se mojaran. La residente asintió de inmediato con rapidez y continuo su camino a toda prisa antes de comenzar a babear frente a la titular quien se marchó satisfecha.
Minutos más tarde en otra área del hospital, Jennie se encontraba con el ceño fruncido a más no poder mientras se preguntaba porqué la habían designado a neurología. Comúnmente nadie estaba en ningún departamento por dos semanas seguidas y eso le parecía demasiado extraño para su gusto. Tal vez Antonio le había solicitado.
Pero aquella suposición se borró de su mente en cuanto se adentró en la oscura sala de radiología para encontrarse con Lisa viendo concentradas imágenes en la pantalla, analizándolas con detención.
-Si que has tardado.- Comentó la titular sin desviar la mirada hacia ella.
-Lo siento.- Se limitó a disculparse adentrándose por completo en el lugar cerrando la puerta tras ella- ¿Necesitas algo? ¿Rondas quizás?
La neurocirujana apartó la mirada de las imágenes que se proyectaban en las pantallas extendidas a lo largo en tres de las paredes de la habitación. Con su cabeza hizo un gesto pidiéndole silenciosamente que se acercara y ésta así lo hizo.
-¿Qué es lo que vez ahí?.- Jennie entornó los ojos poniendo toda su atención al frente.
-Un gran tumor en la médula espinal.- Murmuró con algo de sorpresa- ¿Es operable?
-Ningún neurocirujano en todo los Estados Unidos se ha atrevido a verlo fijamente por más de cinco minutos.- Los ojos de la rubia detallaron el rostro y perfil de la morena mientras hablaba.
-¿Vas a intentarlo?
-Primero voy a analizarlo. Quiero decir, vamos a analizarlo.- La residente se giró para verla directo a los ojos- Ya que estoy vetada en el quirófano por dos días, creí que sería bueno concentrarme en esto.
-¿Vetada en el quirófano? .- La ojiverde rodó los ojos haciendo que Jennie frunciese el ceño ligeramente.
-No finjas que no lo sabes Jennie.- Dijo Lisa.
