Capítulo 26

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-¿Me llamaste?.- Lisa se adentró en la sala de radiología detallando a Jennie a tan sólo unos pasos de ella.

-Sí lo hice.- La castaña no tardó en acortar la distancia que les separaba luego de que la titular pusiera el seguro a la puerta asegurándose de que nadie fuese a interrumpirlas.

-Vaya, si se trata de una emergencia ¿No?.- Rió entre dientes la ojiverde en cuanto sintió los labios de la morena descendiendo por su cuello dejando húmedos besos.

-Son mis hormonas, creo que estoy más deseosa que de costumbre.- La neurocirujana guió a su novia hasta que las piernas de la más baja chocaron contra el escritorio.

-Eso me gusta.- Susurró Lisa contra su oído provocando que Jennie se estremeciera- Pero no tengo mucho tiempo. Tengo una cirugía dentro de poco.

-Entonces date prisa.- Dijo la castaña entrando en desesperación.

-A la orden.

Los besos se volvieron apasionados en cuestión de segundos y Lisa se encargó de retirar el uniforme azul del cuerpo de la morena antes de cogerla por los muslos para sentarla sobre el escritorio mientras se abría paso entre sus piernas. Las escurridizas manos de la castaña dieron con el pantalón del uniforme de la neurocirujana y tiraron de estos hacia abajo mientras esta repartía besos por los pechos de Jennie provocando que de su boca escapasen jadeos y gemidos. El tiempo se les agotaba así que la ojiverde se apresuró a deshacerse de su bóxer y embistió a la castaña sin previo aviso, la cirujana pediatra clavó sus uñas en los brazos de su novia mientras la besaba para así ahogar sus fuertes gemidos contra sus labios.

-¿Puedes hacerlo más rápido? , estoy cerca.- Se quejó Jennie dejando caer su cabeza hacia atrás.

-Eres insaciable nena.- Ambas yacían agotadas pero aún así continuaban esforzándose para alcanzar el clímax- Dios, te amo.

-iLisa!.- Exclamó la morena en cuanto alcanzo el orgasmo dejando caer su cabeza contra el hombro de la titular intentando recuperar el aliento.

-Joder.- Gruño la rubia besando la sien de su chica y acariciando su tripa de cuatro meses- ¿Crees que note lo que hacemos?.- Jennie lanzo una risotada al escuchar la pregunta de una agitada ojiverde.

-Claro que no listilla. Ni los mellizos se dan cuenta de lo que tu y yo hacemos mientras ellos duermen.

-Tienes razón, estoy hablando idioteces.- Lisa negó con la cabeza antes de acomodar su ropa y ayudar a la morena a vestirse- Ahora debo correr porque voy cinco minutos tardes para mi cirugía.

-¿Algo alucinante?

-Sólo es la reparación de un aneurisma en una chica de catorce años. Jerry estará presente y no tu.- La ojiverde frunció el ceño.

-Tengo mi propia cirugía dentro de media hora.- Presumió Jennie mientras ambas caminaban al exterior de la sala.

-Esa es mi chica.

Tomaron el elevador juntas y allí dentro se despidieron con un apasionado beso antes de irse cada cual por su lado. Pero Jennie hubiese deseado seguir a su novia para no tener que cruzar el lobby del hospital en donde notó la figura de su madre a la distancia. Melissa yacía cruzada de brazos con unas gafas de sol reposando sobre su cabello y luciendo uno de sus impecable trajes. Haciéndose los ánimos, la mujer de profundos ojos marrones enfundó ambas manos en los bolsillos de tu bata blanca y soltando un suspiro se dirigió hasta su madre, quien al verla pegó un grito en el cielo.

-iPero si es mi bebé!.- Exclamó melodramática estrujando a la morena entre sus brazos- ¿Es......?.- Se detuvo mirando hacia abajo y alzando la mirada sorprendida- iEs cierto! iEstás embarazada, cariño!

-También te extrañaba mamá, pero ¿Podrías bajar la voz?.- Pidió Jennie mirando a su alrededor incómoda.

-¿De cuánto estás?

-Casi cuatro.- El rostro de su madre se llenó de indignación.

-i¿Y cuándo pensabas decírselo a tu madre Jennie Ruby Jane?!.

La castaña rodó los ojos cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a la otra- No hagas esas muecas conmigo jovencita.

-Si recuerdas que no soy una adolescente ¿Verdad?

La expresión molesta de Melissa se transformó rápidamente en una completamente nostálgica y Jennie pudo jurar que todos los que por allí transitaban verían a su madre llorar.

-Mi hija se convertirá en mamá, eso me deja más que claro que ya no eres mi niñita. Ahora sé porque tu padre estaba tan conmocionado cuando me lo contó.- La cirujana frunció el ceño.

-Espera ¿Hablaste con papá?.- Un nerviosismo indescriptible invadió a la mujer mayor provocando que ésta desviara la mirada- ¿Mamá?

-Que bien te sienta este azul, hace aún más atractivo tus ojos.

-Mamá....- Quiso continuar la castaña pero entonces su dispositivo comenzó a sonar anunciando un llamado al quirófano seis en donde practicaría su cirugía- Debo irme, pero ésta conversación no acaba aquí.

-Tengo asuntos pendientes pero las visitaré en cuanto pueda.-Despidiéndose con otro abrazo y un fugaz beso en la mejilla, Melissa desapareció de su vista.

Quedándose de pie en el mismo lugar con expresión confundida. Su madre estaba allí para reclamarle el no haberle dicho lo de su embarazo y esa discusión no se terminaría en cinco minutos tratándose de Melissa. Pero al mencionar a su padre ella había huido como si la estuviesen acusando de algo. Eso era extraño, aún tratándose de su madre.

...

-¿Acaso estás bostezando? .- La neurocirujana murmuró a modo de burla mientras continuaba trabajando viendo de reojo a Jerry.

-Los dientes de Corbin están apareciendo y no has agradable despertar con su llanto a las tres de la mañana.- Gruñó el cirujano sacudiendo la cabeza para mantenerse despierto.

-¿Cuándo volverá Sana?

Su amiga llevaba fuera del hospital demasiado tiempo a causa de la maternidad, pues Jerry se negaba a dejar a su pequeño en la guardería del edificio. Se trataba de aquel síndrome del padre primerizo sobre protector y Lisa podía entenderlo a la perfección, de hecho, eso algo que debería hablar con Jennie dentro de poco.

-No lo sé. Hemos discutido repetidas veces por ello, pues ella quiere regresar y yo no estoy de acuerdo.- Su amigo lucia derrotado.

-Creo que debes dejar a tu hijo crecer.- Comentó la ojiverde manteniendo la mirada fija en las lentillas del microscopio- Tal vez sea bueno que comparta con otros niños.

-¿Tú aceptarías?

-Pues.....- Claro que no. No antes de que su hijo o hija cumpliese mínimo su primer año, tal vez resultase algo injusto para la morena, pero era así como ella creía que tenía que ser.

-Ese es el punto. Tu me entiendes.- Dijo Jerry.

Si que lo hacía. Otro agotador día de trabajo en el hospital llegaba a su fin y Lisa conducía en dirección a su casa con una castaña algo adormilada en el asiento del copiloto.

-¿Estás cansada? .- La vio asentir a su pregunta de reojo- Los niños estarán emocionados por verte, creo que será difícil deshacerse de ellos para huir a descansar.

-No hay problema. Puedo darles todo mi tiempo a esos dos.- Jennie sonrió de medio lado acomodándose mejor en el asiento de la camioneta.

-Piper a adquirido más barniz de uñas gracias a Rosé y creo que va a querer probarlos todos contigo.

-Va a estar emocionada y a decir verdad yo también. Es agradable tener con quien compartir mientras tu y Noah se sientan frente a la televisión a ver el básquetbol.- La ojiverde la vio ofendida al notar su mirada de desdén al decir aquello.

-En nuestra defensa ese deporte es pasión.- Argumentó aparcando frente al garaje- Noah lo juega como un profesional igual que su madre y el próximo Manoban también lo hará.

-Estoy segura de que este niño va a hacer todo lo que a ti se te ocurra y viceversa.

-Dalo por hecho nena. 

***

Into it - JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora