Pequeña ayuda

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Claramente Lily no le creyó ni una sola palabra pero luego de ver el rostro de frustración de Black ante las bromas de sus otros dos amigos y como un divertido James le contaba los fracasos de Sirius esa semana, Lily no tuvo de otra que creer.

Ella dejó su libro en su asiento y se acercó a Sirius para sentarse a su lado.

- De verdad te gusta? Jamás te había gustado un chico, cierto?

- Jamás, jamás en mi vida Lily - comentó el chico algo afligido-.

- Y entonces como estás seguro de que te gusta?

- Cuando lo veo mi corazón late demasiado deprisa, como cuando estoy jugando Quiddicht o incluso hasta más rápido y entonces mis ojos no se despegan de él desde que entra hasta que sale de alguna habitación y sus ojos Lily - dijo volteando a mirarla, ella lo miraba enternecida, jamás había visto ese gesto de ella hacia él y de pronto se sintió un poco tímido-. Sus ojos son lo más hermoso que he visto.

Terminó con un suspiro casi lastimero que hizo sonreír a Lily, la chica se alisó la falda y posó su mano en su hombro.

- Vamos a hacer algo Sirius, voy a darte una pequeña ayuda - los ojos del chico se iluminaron de una manera que sólo veía en James cuando ganaba un partido de Quiddicht o cuando ella aceptó a salir con él-. No he terminado Sirius, una pequeña ayuda, solo voy a decirte dónde podrías encontrarlo porque si esto termina siendo un desastre no quiero sentirme culpable por verlo sufrir porque sería mi responsabilidad, se entiende?

Preguntó en un tono que solo usaba para darle a entender algo a los de primer año, es que Sirius era y lucía como uno.

- Oh, Evans! - se lanzó para abrazarla cosa que nunca antes había hecho-. No sabes cuánto me alegra de que en serio tengas sentimientos.

Lily tenía ganas de reír pero no lo hizo porque Sirius lo vería como si diera su brazo a torcer por lo que solo se lo quitó de encima.

- Hey, Padfoot luché por años por ella, no te lo dejaré fácil - reclamó James fingiendo estar molesto-.

- Merlín, James , no pretendo caer más bajo - comentó ella divertida-.

James asintió satisfecho hasta que comprendió las palabras de su novia y cuándo abrió la boca indignado todos rieron.
   
                                 ***

Al día siguiente lo primero que hizo Sirius al salir de la habitación fué buscar a Lily, no fué nada difícil encontrarla, estaba sentada en uno de los sillones con los de primer año contestando sus interminables preguntas pero cuando él apareció los niños lo miraron con una mezcla de admiración y nervios.

- Podrían dejarme con la Prefecta? Necesito usar el baño y no sé dónde está - les preguntó con rostro preocupado a los niños que se sorprendieron ante tal hecho y asintieron sincronizados para luego irse-.

Lily lo reprendió con la mirada.

- No deberías asustarlos, hay algunos que aún están nerviosos y que un séptimo año les diga que no encuentra el baño no es lo mejor - Sirius se rió-.

- Relájate Evans, ya verás que en ese grupo hay, con suerte, un Peter, un James y un Sirius, claro que no tan geniales.

- Con suerte? Los Merodeadores son una desgracia - dijo rodando los ojos-.

- Gracias, solo para prefectos y profesores, sí.

- Ya me estoy arrepintiendo de querer ayudarte - dijo la chica con intenciones de irse -.

Sirius abrió los ojos con pánico y la tomó del brazo.

- Oh, toda poderosa Evans te ruego, te imploro que por favor me ayudes en mi búsqueda del amor - dijo con esa voz pomposa que siempre evitaba hacer por naturaleza pero que usaba cuando era un dramático de primera-.

- Ya deja el drama, niña - dijo soltándose-. La verdad jamás creí ver el día en el que te gustara alguien - le dijo divertida, una sonrisa ladina en su rostro-.

Sirius se encogió de hombros.

- Si me han gustado personas.

- Ok, déjame corregir, el día que te gustara una persona por más de una semana.

- Ahí si cambia la cosa - comentó pícaro-.

- Sirius no quiero que lo lastimes, él es un chico... - se detuvo al ver la mirada curiosa del otro-. Sirius si esto es solo un juego tuyo juro por Godric Gryffindor que yo misma me encargaré de asesinarte.

- No es un juego Evans, creí que te había convencido.

- Lo hiciste pero aún es raro.

- Que sea raro no significa que sea malo - comentó inocente, la chica bufó-.

- Solo no hagas que me arrepienta.

RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora