Ravenclaw

Conquistas

En la biblioteca de Hogwarts siempre se podía encontrar alumnos a todas horas, desde aquellos que parecían vivir allí hasta aquellos que se acordaban de su existencia a última hora. Entre sus estantes estaba Remus buscando un libro de Herbología que realmente se le había hecho difícil de encontrar y creyó que le llevaría la vida y un poco más cuando vió a un grupo de chicas acercarse a él, realmente quedó confundido con aquella llegada.

El grupo estaba compuestos por chicas de Hufflepuff, Ravenclaw y algunas pocas de Gryffindor. Estas se plantaron frente a él con mala cara, de brazos cruzados y lo analizaban de arriba a bajo. Remus un tanto a la defensiva por el aura de desagrado de las chicas se vió obligado a retroceder un par de pasos.

- Buenas tardes - saludó educado aunque no podía evitar alzar un ceja-. En qué puedo ayudarlas?

- Alejandote de Black! - dijo la que parecía la cabecilla, toda rostro y actitud malhumorada-.

- Disculpa? - preguntó Remus ahora entendiendo un poco de la situación -.

- Tienes al pobre confundido y no lo dejas en paz! - se quejó otra chica -.

- Qué clase de Amortentia usaste? - preguntó una más, más que molesta parecía curiosa -.

- Chicas me temo que están equivocadas - intentó Remus con una sonrisa -.

- Eres un cualquiera! - la chica alzó su mano para golpearlo y por acro reflejo se alejó aún así una mano la detuvo en el acto-.

- Aquí la que está actuando como una cualquiera eres tú querida - Sirius habló con voz ronca y amenazante, la chica sonrojó avergonzada-.

Sirius se acercó más e interpuso su cuerpo entre el grupo de chicas y Remus.

- Pero es que él no te deja en paz! - Sirius soltó su mano sin ningún tipo de cuidado y cruzado de brazos se acercó a ella-.

- Ojalá tuvieras razón - habló Sirius con un tono casi de anhelo  -.Pero es al contrario, soy yo el que va detrás de él y él que está muy propenso a darle Amortentia.

Sirius volteó un segundo y le guiño a Remus a lo que tuvo que responder poniendo los ojos en blanco, ese chico no descansaba de ser coqueto.

- Te está engañando! Te está usando y no te das cuenta! - Refunfuño otra de atrás-.

- Engañando cómo? - preguntó Sirius casi exasperado -. Y Merlín sabe lo feliz que sería si este chico me usara - añadió con voz sugestiva y las chicas hicieron un gesto de sorpresa que casi hace reír a Remus -.

Iban a protestar de nuevo y Sirius las hizo callar con un gesto de la mano.

- Vamos a hacer una cosa, ustedes van a alejarse de él porque de lo contrario van a pagar las consecuencias y no crean que esto va a quedarse así, los jefes de su casa sabrán de esto y que no las engañe el hecho de estar en Gryffindor, sigo siendo un Black y saben lo que eso significa.

Esto lo dijo con un tono de voz duro y serio haciendo retroceder un poco a las chicas, de hecho, sorprendió un poco a Remus el escuchar ese tono en Sirius, ciertamente no lo había escuchado así antes además de que no iba con el chico que había estado conociendo.

Todas parecían indignadas y al borde del llanto. Remus estaba impresionado.

- Realmente estoy decepcionado de las de mi casa que es más, ni siquiera las conozco, pierdanse - comentó con brusquedad y las miró fijamente mientras se iban -.

Las chicas se fueron con pasos apresurados, luego muy lentamente Sirius se dió la vuelta para enfrentarse a Remus con una mirada casi tímida y apenada, de un león feroz paso a ser un gatito doméstico.

- Estás molesto?  - preguntó Sirius en un susurro -.

Remus se lo pensó, si algo como esto lo hubiera hecho enojar hacía tiempo hubiera asesinado a alguien, era alguien con mucha paciencia, pero era cierto que lo había irritado un poco esta clase de intervención, por lo que para jugar un poco con Sirius...

- Un poco, sí - respondió serio -.

- Lo lamento - se disculpó juntando sus manos y mirándolo con súplica, realmente Remus tenía que admitir que tendrían que hacerle su propia estatua en Hogwarts por estar resistiendo por tanto tiempo al encanto de Sirius Black -.

- Esto va a seguir pasando? Para salir con hechizos protectores, digo.

- En serio lo lamento, no sé por qué reaccionaron así.

Remus frunció sus labios y asintió.

- Las conoces? - Sirius realmente dudó en responder-. Black.

El chico se mordió el labio. El castaño no estaba seguro de querer seguir por este camino por lo que negó con la cabeza.

- Vale, no contestes, no es de mi incumbencia de todas formas - en serio, en serio intentó no sonar enojado -.

Remus dió media vuelta, pero Sirius lo detuvo.

- Remus no te vayas! Sé que no fui el mejor, pero no tenía motivaciones para serlo, ahora estás tú y quiero ser lo mejor para tí.

- Eso va a costarte trabajo - bromeó un poco, pero el pelinegro lo tomó muy en serio -.

- Ya lo sé, lo sé por eso necesito que me guíes, que me des una oportunidad, sé que lo lograré estando contigo.

Remus a este punto tenía que admitir dos cosas primero que estaba siendo un poco duro con él cuando no debería, él no tenía la culpa de lo hicieran esas chicas y segundo... Que estaba celoso aunque no lo admitiría en voz alta jamás, todas esas chicas...

- Me alegra que hayas llegado a tiempo - dijo sintiéndose tímido de pronto-.

- Si esa... Si esa chica te ponía una mano encima no sé que hubiera hecho.

- Parecían bastante celosas - recordó -.

- Y ninguna con razón válida, lo juro, ellas...

- No, no tienes por qué darme explicaciones - dijo Remus muy en serio, pero Sirius no parecía creerle -.

- Remus...

- Necesito encontrar un libro que llevo buscando hace horas - dijo el chico cambiando de tema-.

Sirius parecía regañado cuando sacó de su mochila el libro de Herbología.

- Lily lo tenía y en cuanto terminó de usarlo se lo pedí para dártelo.

Remus le sonrió de nuevo y Sirius sintió como el aire le entraba de nuevo al cuerpo.

- Gracias Sirius! Creí que viviría aquí buscando ese libro.

- No creí que eso te molestaría - bromeó el a cambio y Remus le miró con ojos entrecerrados ocultando una sonrisa por muy poco -.

Remus pareció inmerso en el libro y antes de que lo consumiera por completo se arriesgó a preguntarle algo.

- Puedo quedarme contigo?

Remus lo miró intrigado y él se sintió tan pequeño.

- Como dijiste?

- B-bueno, t-tu tienes el libro... Y después de todo... N-necesito hacer esa tarea.

Remus frunció el ceño, pero una sonrisa divertida bailaba en sus labios, a Sirius las piernas le temblaron, no se había acostumbrado ya a tanta perfección?!

- Tu haciendo la tarea? En la biblioteca?

- Si es por ti podrían verme hasta en la clase más aburrida del profesor Bings.

Remus rió.

- Vamos Black, antes de que se nos haga de noche.