Dos días después de que Remus los hubiera ayudado James y Peter lo arrastraron a la torre Gryffindor, específicamente a la habitación que compartían, ambos de manera muy sospechosa le decían a Remus que no era para nada malo y Remus en serio quería creerles. Al llegar a la habitación James abrió la puerta y se escuchó un gruñido frustrado, inmediatamente el castaño supo que se trataba de Sirius.
- Prongs! Te dije que te llamaba cuando estuviera arreglado.
- Esta habitación nunca va a estar arreglada Padfoot, hace tiempo que me resigné a eso.
Remus en la puerta saludó a Sirius quien tenía unas camisas mal dobladas en los brazos y un bulto sospechoso, que probablemente era más ropa, debajo de las sábanas de su cama. Peter lo hizo pasar y y cerró la puerta tras ellos.
Era cierto que la habitación era un desastre, pero al mismo tiempo parecía un desastre organizado, era extraño de explicar. Sirius parecía un poco apenado.
- Lamento el desorden - se disculpó en voz baja, quizás para que James no lo escuchara, pero el chico rodó los ojos -. No pensé que así sería la primera vez que conocieras mi habitación - agregó coqueto y Remus le sonrió mientras negaba con la cabeza -.
James bufó.
- Nuestra habitación - recordó James -. Nunca antes te había importado.
- Nunca antes había venido Remus - le susurró entre dientes Sirius -.
- Es un chico! Sabe de habitaciones desordenadas, cierto?
Remus asintió para que Sirius no se sintiera tan mal, pero la verdad era que no. Los chicos en la torre de Ravenclaw solían ser bastante ordenados, especialmente Joseph, él único que podía llegar a tener un desastre era Mathías, pero este nunca pasaba de su cama mal arreglada y ya todos sabían que el chico era un tornado andante.
- Por qué no te sientas Remus? Estás en tu casa.
Peter fué quién tuvo la amabilidad de señalarle dónde, una cama que parecía intacta entre la del mismo Peter y Sirius. Se quitó la túnica, bajo la atenta mirada de Sirius Black, por qué no, la dejó a un lado de la cama y se sentó. Los otros también tomaron asiento en sus respectivas camas, Sirius ya desistiendo de la ropa y dejándola a un lado.
- Bien - sonrió cuando sintió la mirada de los tres encima de él -. Por qué estoy aquí? - preguntó divertido -.
- Sirius nos dijo que ya sabes que es un animago - comenzó James y Remus asintió -.
- Así es y no se preocupen, no le he dicho ni le diré a nadie.
- No nos preocupa eso, confiamos en tí.
- Sé que Sirius se llama Padfoot, pero por qué aún te dicen Padfoot cuando no estás convertido?
Preguntó mirando a Sirius, pero los tres se encogieron de hombros.
- No lo sé, solo una vez a James se le salió en pleno comedor y como en realidad nadie sabe el por qué y me atrevería a decir que ni sospechan de que somos animagos no perdemos nada con usarlos de apodos.
- Somos? - preguntó Remus con una ceja alzada mirando a James quién divertido fulminó a Sirius con la mirada -.
- Gracias Padfoot.
- He escuchado que James es Prongs - este sonrió grande y travieso, muy orgulloso-.
- Soy un ciervo.
- Pero que hay de ti Peter? - preguntó Remus volteando a mirar al chico -. Aún no he escuchado tu apodo.
- Por qué crees que yo debo tener uno? No crees que ser animago es algo peligroso? - preguntó el chico con ojos grandes e inocentes-.
Remus le miró con ojos entrecerrados.
- Si lo creo, e ilegal en el caso de ustedes, pero lo que no creería es que podrías resistirte a hacer una idiotez con estos dos.
- Oye! - se quejaron los otros dos, como una misma persona-.
Peter rió entre tímido y satisfecho al sentirse conocido.
- Wormtail, soy una rata.
- Y una de verdad, te comiste todas mis ranas de chocolate! - le acusó James-.
- Las tenías desde siempre! Iban a dañarse!
Remus rió con el desastre que eran aquellos tres en esa habitación y fué consiente de la mirada intensa de Sirius sobre él y se sintió sonrojar, por lo que decidió pensar en otra cosa.
- No sé, cómo los soporta su otro compañero? O es peor que ustedes?
- Demian? - preguntó James -. En tercer año Macgonagall le dió la habitación de al lado para él solo y el infeliz aún tiene quejas.
- Debería de agradecernos que es el único con habitación propia - escupió Sirius-.
Remus abrió la boca sorprendido.
- La verdad no lo culpo, ustedes son muy ruidosos, cuando llegue a Ravenclaw me disculparé con Mathías por quejarme de él, yo no los soportaría - admitió Remus -.
- Pero de qué hablas? - sonrió Sirius-. Nos amarías y seríamos un gran cuarteto.
- Como los Beatles! - saltó James-.
- Podrías quedarte aquí - ofreció Peter tímido y se sonrojó un poco cuando todas las miradas cayeron sobre él-. Esa cama nos sobra y nos vendría bien un buen compañero.
James y Sirius miraron a Remus con ojos grandes y brillantes, como a una presa.
- Oigan chicos sería genial, pero tengo mi propia cama y mis propios compañeros, aunque se los agradezco.
- Yo creo que el rojo te luce más que el azul - juzgó James con ojos críticos, en un gesto pensativo con la mano en la barbilla y todo-.
- Yo creo que te vendría mejor más diversión, ya haz tenido suficiente de libros - aseguró Sirius con entusiasmo-.
Remus rodó los ojos.
- Qué tal un apodo Remus? Eso sí te vendría excelente si vas a formar parte de los Merodeadores - aventuró James -.
Remus abrió grande los ojos y comenzó a negar rápidamente.
- Formar parte de los Merodeadores? Ok te haz vuelto loco completamente.
James miró a Remus como si él fuera el loco.
- Y por qué no? Nos agradas, eres realmente muy inteligente, tienes buen sentido del humor y, además, nos ayudaste bastante aquella tarde con los Slytherins.
- Primero que nada los ayudé porque esos chicos se lo merecían, si es cierto lo que me contaron, segundo, ustedes no podían ser castigados porque no irían al partido, según Mcgonagall y tercero, no voy a aceptar estar con ustedes solo porque ven los beneficios que les traería por ser prefecto además de que sé que ambicionan el mapa.
Los tres lo miraron muy ofendidos.
- Por favor! Nos ofende Señor Lupin, unos caballeros como nosotros seríamos incapaces de tal barbaridad - Exclamó James como todo un caballero de armadura, Sirius y Peter asintieron con ojos cerrados-.
- Ustedes son increíbles - ironizó Remus-.
- Muchas gracias Señor Lupin - contestó Sirius-.
- Nosotros obtuvimos nuestros apodos por nuestra forma animaga, pero tú no eres un animago - reflexionó Peter-.
Remus sonrió nervioso y no supo que hacer con sus manos cuando sintió la mirada de Sirius que no se perdía ninguno de sus gestos.
- No hay por qué desanimarse, ya encontraremos algo, cierto? - comentó Sirius, muy casual -.
- Cierto, te lo encargo Señor Padfoot, él es el mejor poniendo apodos - agregó mirando a Remus-.
- No lo pongo en duda.
Tras el comentario de Remus, Sirius sonrió grande y maligno.
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Ravenclaw
أدب الهواةCuál sería la historia si Remus Lupin hubiera quedado en Ravenclaw y no en Gryffindor? Le hubiera ido mejor? Peor? Cómo sería su historia? Cómo sería su historia de amor con Sirius Black? Remus Lupin es un apuesto prefecto de la casa de Ravenclaw y...