Después de la luna 2

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Remus despertó y lo primero que escuchó le erizó los vellos del cuerpo, por qué la voz de Sirius estaba allí? Qué hacía él allí?

Entonces Lily entró, él se sobresaltó un poco y ella le hizo una seña para que guardara silencio, a veces él tenía la firme sospecha de que ambos tenían la habilidad de compartir pensamientos, dejando la magia de lado.

- Qué hace Sirius afuera? - preguntó, intentando no entrar en pánico -.

- Insistió en querer verte, por más que lo detuvimos, Madame Pomfrey estuvo a punto de llamar a Dumbledore, pero Sirius se lanzó un hechizo y cayó desmayado solo para entrar aquí.

Remus abrió la boca sin poder creer todo aquello.

- Pero...

- Remus... Cariño - la voz de Lily era dulce y tranquila, pero sus ojos parecían comprender muy bien los sentimientos del chico. Remus la miró preocupado-. Sirius ya lo sabe.

Remus palideció, se sintió palidecer por el intenso frío que recorrió su cuerpo y su corazón parecía haber dejado de latir. Lily se sentó junto a él y lo abrazó con cuidado de no lastimar sus nuevas heridas.

- Cariño ahora tienes que tomar una decisión, de acuerdo? Hablar con Sirius y contarle todo o hablar con Pomfrey para que Dumbledore sea quien hable con él.

Remus la miró buscando ayuda y ella lo entendió.

- Remus, Sirius te ama como nunca antes ha amado nada en su vida, él no te va a despreciar como piensas, ni te va a delatar, Sirius podrá ser cualquier cosa, pero no es un chismoso lo conozco.

- Y no tiene mucho caso que Dumbledore hable con él, luego igual vendrá por mí y ya que sabe lo mejor es que se entere de todo ya.

Lily asintió, de acuerdo con él.

- Quieres hablar con él ahora?

Remus asintió, ella salió y se escuchó un silencio expectante, cuando le avisó a Sirius que podía pasar los otros tres comenzaron a hacer preguntas en voz muy alta y nada contentos, Madame Pomfrey tuvo que sacarlos.

- Remus voy a entrar - susurró Sirius, se notaba ansioso, Remus se sentó, se cubrió más y abrazó sus rodillas antes de permitirle el paso, no pudiendo creer que esto estuviera pasando-.

Sirius entró e inevitablemente lo primero que hizo fué sonreírle y Remus inevitablemente le devolvió la sonrisa, el chico hizo caso omiso de la silla junto a la cama y directamente se sentó a los pies de esta, frente a Remus.

- Te estuve buscando - susurró como si de un secreto se tratara, aún con una pequeña sonrisa en sus labios, parecía un poco tímido si eso es algo que se pudiera asociar a Sirius Black-.

- Eso escuché - contestó bajito y sonando más seguro de lo que se sentía -.

Sirius se acercó un poco más a él y estuvo a punto de hacer un movimiento, pero pareció arrepentirse en el último momento. En cambio lo miró profundamente.

- No vuelvas a desaparecer así por favor, mátame directamente antes de volver a hacerlo.

Remus rió un poco, tenía que admitir que era más por los nervios que lo estaban consumiendo que por gracia y entonces fue cuándo Sirius decidió mirarlo mejor y se percató de aquellas cicatrices que le hacía falta para su rompecabezas, suspiró un poco triste pero decidió que era mejor mirar sus ojos hermosos, lo último que quería era incomodarlo.

- Estás bien? Necesitas algo? - inquirió algo preocupado -.

- No... - negó Remus un poco confundido desviando un poco la mirada-. No quieres hablar sobre... esto?

- Merlín Remus, haz de estar exhausto, yo solo estaba muy preocupado y quería saber si estabas bien, por el momento es lo único que me importa - confesó todo aquello en un suspiro y realmente lucía preocupado y aliviado en partes iguales.

Remus quiso llorar de alivio, emoción y algo que bien podría describir como felicidad, pero se contuvo dando una profunda respiración aunque eso no alivió del todo el nudo en su garganta.

- Estoy bien Sirius, gracias - respondió con voz trémula-.

- Necesitas algo? Comida? Agua? - volvió a preguntar Sirius para cerciorarse -.

- Estoy bien, estoy seguro de que los chicos se encargaran de eso igual Madame Pomfrey.

Sirius frunció el ceño y casi parecía hacer un puchero.

- Pero yo también puedo encargarme de eso - se quejó y Remus le dió una pequeña sonrisa -.

- No tienes por qué

- No Remus, yo quiero encargarme de eso, quiero cuidar de tí - confesó sinceramente -.

Remus pestañeó un par de veces, mirándolo un poco aturdido por tal confesión y simplemente se quedó sin palabras.

- No es necesario Sirius.

Sirius suspiró.

- Remus todos piensan que solo quiero entrar en tus pantalones y no es así, también quiero cuidarte y hacerte feliz, es algo tan difícil de creer?

Remus bajó la cabeza, estaba seguro que ahora si estaba a punto de llorar, pero se obligó a no hacerlo, no quería llorar frente a Sirius Black!

- Esto no es demasiado para ti? Sirius no quisiera ser una carga para nadie, ya lo soy para las personas que me rodean, no tienes por qué verte envuelto en esto.

- No eres una carga Remus y dudo que los demás piensen eso, están aquí porque te aman y quieren cuidar de tí... Igual yo.

Remus suspiró, su estómago dió un vuelco y se sentía flotar, cómo podía ser tan dulce?

- Sirius...

- Solo dame una oportunidad! Sé que no es algo con lo que jugar, lo sé, en serio, pero no estoy jugando, estoy hablando muy en serio, te cuidaré mejor que estos - Dijo con un gesto de la mano señalando detrás de la cortina y Remus rió-.

- Joseph hace mi tarea de Aritmancia - comentó mirando hacia abajo, pero con una sonrisa divertida, Sirius le sonrió igual -.

- Yo haré todas tus tareas - aseguró -.

- Kendall siempre trae bollitos de chocolate.

- Traeré todo el chocolate de Honeydukes.

- Mathias me trae mis libros.

- Yo traeré mejores libros y te los leeré.

Remus lo miró, rió y luego negó con la cabeza, Sirius sonreía mientras lo veía.

- No es necesario que hagas todo eso, con que estés aquí es suficiente.

Sirius negó fervientemente.

- Haré todo eso y más.

- Podrías malcriarme - advirtió Remus  en broma, pero la respuesta de Sirius fue muy seria -.

- Pues lo haré, te haré el malcriado más consentido del mundo.

- Sirius... - suspiró Remus haciendo sentir al chico un escalofrío -.

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