De Aventura

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Ese día más tarde en la biblioteca, Remus no alcanzaba un libro aún estando de puntillas, para que mierdas le servía ser alto sino alcanzaba un libro? Se plantó en sus dos pies para sacar la varita de su túnica y bajarlo, pero tan solo al bajar la mirada pudo observar al libro en cuestión bajando suavemente hasta llegar a la mesa. Remus frunció el ceño y giró para encontrarse a Sirius Black al principio del pasillo de brazos cruzados, recostado de la estantería y una sonrisa en el rostro.

Remus suspiró inevitablemente y un poco tímido, como solía ser costumbre estando Black por allí, tomó el libro y caminó hasta él.

- Gracias, yo iba a hacerlo.

- Te veías adorable de puntillas - le sonrió Sirius

Remus rodó los ojos aunque sus mejillas estaban calientes y continuó su camino, hasta Madame Pince para tomar el libro.

- Hey, no te molestes, no lo decía para molestarte.

- Ya lo sé - dijo Remus rellenando el formulario-. Solo que no creo que sea un término apto para un chico.

- A la mierda con eso - expresó en voz alta... Frente a la bibliotecaria-.

La mujer lo miró con grandes ojos y cejas alzadas en un gesto de indignación, Sirius pareció encogerse en el lugar por haberse dado cuenta de lo que había dicho y frente a quién,  pero luego se recompuso y le guiñó el ojo coqueto, Madame Pince abrió aún más los ojos, totalmente ofendida.

Remus mordía horriblemente su mejilla para no reír, terminó el formulario, agradeció y salió de allí lo más rápido posible, con Black en sus talones. Justo al salir se rió fuerte.

- Que lindo se siente alegrar tus días

Remus se recompuso ya que todos lo estaban mirando y no quería darle la razón a Black tampoco.

- Y que hacías en la biblioteca? Dudo que la respuesta sea estudiar.

- Sabía que estabas aquí y como no tengo nada que hacer, vine a hacerte compañía.

Remus frunció el ceño.

- Estoy bastante seguro de que Gryffindor tiene clases en este instante, Historia, si no me equivoco.

Black lo miró con ojos grandes.

- Cómo te sabes mi horario?

- No me lo sé, había quedado con Lily y me dijo que tenía clase, pero veo que eso no es ningún inconveniente para ti.

- Esa pelirroja - masculló entre dientes-. Pues no, cualquiera con un juicio sano te escogería a ti por encima de Historia.

- No me parece correcto - negó Remus -

- Claro que no, eres todo un prefecto.

- Aún si no lo fuera.

- Vine para hacerte compañía y divertirnos Remus! - exclamó Sirius con los brazos abiertos -.

- Pues llegaste en un mal momento, quedé con mis amigos.

- Si dices que para estudiar, me lanzo ahora mismo de la torre de Astronomía.

- Pues ve subiendo las escaleras - le dijo Remus divertido -.

- Ven conmigo! - dijo tomando su mano y mirándolo con súplica-. Vayamos por allí, prometo no hacer algo estúpido.

Eso hizo reír a Remus.

- No prometas imposibles Sirius.

El chico le obsequió una sonrisa.

- Igual debería ir, no puedo dejarlos plantados - no quiso decir otra vez, ya lo había hecho por una semana, culpa de la luna-.

- Ellos van a perdonarte, te aman, yo te perdonaría cualquier cosa - dijo el pelinegro mirándolo con intensidad -.

El estómago de Remus revoloteó y quiso lanzarse a sus brazos, se sentía estúpido por eso por lo que casi igual le dijo que no para no darle la razón, pero aquellos ojos eran demasiado embriagadores como para no mirarlos un poco más de lo debido.

- De acuerdo, pero que no sea nada ilegal o en contra de las reglas.

- Así no tiene chiste Lupin - le sonrió malévolo-.

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