Fiesta en Gryffindor: parte 1

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Remus cuando llegó a Hogwarts se sentía, como todos los demás niños, bastante impresionado por todo aquello que lo rodeaba a pesar de haber crecido consiente de la magia, porque en Hogwarts todo era mucho más increíble que cualquier otra cosa que hubiera visto antes, y su papá trabajaba en el ministerio.

Nunca había sido un niño muy social, pero tenía la suerte, por así decirlo, de que siempre llegaba alguien y se acercaba a él para hablarle y esta vez no fué la excepción, cuando fué seleccionado en Ravenclaw y fué hasta la mesa, ya había un niño de primer año, había sido el primero en ser seleccionado a Ravenclaw, y aunque parecía un poco asustado no dudó en acercarse a Remus y tomarlo del brazo.

- Hola, soy Mathias Caldwell.

- Remus Lupin - respondió un poco sorprendido, el niño se había abalanzado a él -.

- Perdón por estrangular tu brazo, es que todo esto... - sus ojos estaban grandes de sorpresa y miraba todo a su alrededor con auténtico asombro por lo que Remus comprendió -.

- Eres de nacido de muggles?

- Eso me dijo el director.

- Pues no te preocupes, aquí estarás bien.

Al rato se unieron a ellos Joseph, muy serio y mirando a Mathias con el ceño fruncido por seguir pegado a Remus y Lugo llegó Kendall quién se rió un poco de Mathias, pero terminó abrazándolo para que se despegara un poco de Remus quién la verdad estaba un poco angustiado.

Ahora, seis años después, estaban en la habitación de los chicos de séptimo año en la torre de Ravenclaw.

- Yo los mato - susurró Remus molesto-.

- Oye a mí que me dices? - reclamó Mathias, aunque sus ojos brillaban divertidos-. Fué Kendall quién aceptó cuando yo iba a negar.

- La luna llena fué apenas ayer y deberías descansar - declaró Joseph -.

- Pero no tienes por qué estar de pie si quiera - puntualizó Kendall -. Podrías quedarte sentado, además estoy seguro de que Black no permitirá que bailes con alguien y...

Remus rojo hasta las orejas le lanzó una almohada en el rostro, Kendall se rió y Joseph rodó los ojos divertido.

- Idiota! Lo mejor será que vayan ustedes y ya, no tienen por qué detenerse por mí - trató de escaparse Remus -.

Los tres negaron al mismo tiempo.

- No vamos a ningún lado sin tí - declaró Joseph-.

- Si Remus, además fuimos invitados por tí, eso no es ningún secreto, sería horrible ir sin tí - recordó Mathias -.

- No sé por qué siento que me están utilizando - afirmó Remus sobándose el puente de la nariz-.

- Porque lo estamos haciendo tonto! - le gritó Kendall tirando de regreso la almohada-.

- Eso no es cierto! - exclamó Mathias a lo que Kendall rodó los ojos-.

- Bueno, yo lo hago, además no podemos perdernos una fiesta de Gryffindor! No en nuestro último año aquí!

°°°

De alguna manera a las ocho de la noche Remus Lupin estaba vestido para la fiesta, aún no le parecía buena idea ir, pero sus amigos le insistieron tanto y luego se sintió mal porque él mismo se recordó todas las veces que ellos lo habían ayudado y por una vez que él se sacrificara por ellos no era nada. Claramente esto lo pensó él solo, ninguno jamás le había reprochado algo, pero tampoco quería que lo hicieran en algún futuro... Además de que Sirius lo había invitado personalmente, era una falta de educación no asistir.

Estaban ante el retrato de la Dama Gorda y Remus ya se estaba arrepintiendo de todo y solo quería salir corriendo. Mathias lo miró y al parecer viendo sus intenciones lo tomó del brazo y se abrazó a él, como aquel día en el que se conocieron, era un gesto que de vez en cuando hacía.

- Si no quieres entrar, nos devolvemos - le dijo a Remus quién había volteado para mirarlo -.

- Qué? Pero de qué hablas? - exclamó Kendall-.

- Podrías disfrutar de una fiesta si sabes que alguno de nosotros está incómodo? - le preguntó Mathias serio -.

- Si! - exclamó, pero solo para llevar la contraria, Kendall era un gran amigo, pero lo que dijo hizo reír a Remus-.

- Chicos está bien, ok? Estoy bien - dijo esto último mirando a Mathias -.

- Remus si te sientes incómodo o cansado solo avísanos y nos vamos - declaró Joseph -.

- Ok, de acuerdo.

Había un chico de quinto año en la entrada quién dió la contraseña por ellos y entraron, lo primero que sorprendió a todos los chicos a excepción de Kendall quién ya había estado en la sala común de Gryffindor.

Lo que los sorprendió fué el gran contraste con su propia sala común, rojo era todo lo que podían ver más allá de los cuerpos que iban y venían ya sea en charlas o bailando. Era acogedor y cálido.

Al salir del túnel hacia la sala, justo allí se cruzaron con James quién iba con dos bebidas en las manos y cuando vio a Remus sonrió grande.

- Oh, pero si es mi cuñado! - saludó alegremente haciendo sonrojar a Remus y que los otros tres sonrieran cómplices-. Ya te llamo a Sirius.

Remus estaba muy avergonzado y quería esconderse y en lugar de ir hasta el chico en cuestión y avisarle, desde allí gritó lo siguiente:

- " Sirius ya llegó tu novio! "

Sobra decir que muchas personas voltearon hacia ellos al oír semejante noticia. James Al sentir todas las miradas y al voltear a mirar a Remus cayó en cuenta de lo que había dicho y se sonrojó avergonzado, pero no le ganaba a Remus ni por asomo.

- Perdón... Es que... Bueno... Perdón.

Salió rápido de allí en lo que Sirius llegó hasta ellos con una sonrisa de oreja a oreja y mirando solamente a Remus.

- Hola - saludó Remus tímido-.

- Hola, me alegra que hayas venido - dijo casi en un susurro, pero Remus lo escuchó perfectamente claro, Joseph tosió falsamente y fué cuando Sirius notó la presencia de los otros tres-. Que hayan venido, quise decir, me alegro que los cuatro hayan venido.

- Claro que sí - respondió Joseph, sarcástico-.

- Bueno, disfruten de la fiesta y siéntase como en su propia sala común.

Kendall le sonrió e incluso lo abrazó dejándolo un poco sorprendido y se fué con Joseph. Mathias al ver que Remus no estaba entrando en pánico decidió irse con los otros dos después de dedicarle una mirada al castaño que básicamente este ignoró.

- Hola - dijo Sirius de nuevo, muerto de nervios-.

- Hola - respondió Remus en voz bajita y era sorprendente que se escucharan dado el volumen de la música, bueno Remus era un hombre lobo -.

Sirius lo miró de arriba a bajo y se mordió el labio para mirarlo directamente a los ojos, Remus sentía su rostro caliente.

- Te ves muy guapo, en serio.

- Tú también luces genial.

Sirius sonrió amplio y se pasó su lengua entre sus labios, robando el aliento de Remus sin saberlo.

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