Primer beso de muchos

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Sirius solo tenía algo muy claro en la vida ahora y era que por nada del mundo iba a alejarse de este chico maravilloso, simplemente no podía concebir el por qué no lo había conocido antes, perdiendo años increíbles de haber podido estar enamorado de él, ciertamente podría estar entendiendo la obsesión de la que ha estado enfermo James desde el inicio de los tiempos justo ahora y dado la experiencia ciertamente no lo podía culpar, sentía que estar enamorado de Remus era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo, pero eso era algo que jamás iba a decir en voz alta.

Remus al verlo un poco cansado le dejó un espacio a su lado y ahora acostado junto a él simplemente no podía desviar su mirada de los lindos rasgos del castaño, quién lucía un poco preocupado y tímido.

- Sucede algo malo? Te estoy lastimando? - aunque preguntó amablemente la verdad es que no tenía intención alguna de alejarse, para su suerte, Remus negó -.

- No, solo... Cuando me pusieron las vendas...

Remus no se atrevió a terminar la pregunta, pero no era necesario, Sirius había comprendido.

- Oh, Madame Pomfrey me hizo salir, la mujer es una profesional en lo que hace y muy buena con los hechizos de expulsión - aseguró haciendo reír a Remus, ahora su rostro lucía aliviado, pero seguía pareciendo avergonzado -. Puedo hacerte una pregunta..

- Dime

- Cómo es que eres tan hermoso?

- Por favor - bufó Remus entre divertido y fingiendo irritación por la pregunta, claramente sin creerle a Sirius entonces el cuerpo del chico se tensó un poco y sus ojos fueron consumidos por el pánico -. Mi varita! No tengo el hechizo de glamour!

Hizo un movimiento para levantarse, pero las heridas se lo impidieron haciéndolo gemir de dolor. Sirius lo tomó de los hombros y lo hizo acostarse de nuevo, Remus ocultó su rostro con ambas manos.

- Oye, no lo necesitas, solo estamos nosotros, además no es la primera vez que te miro así.

- No quiero que...

- Remus, en serio te digo que no los tienes que usar conmigo... Por favor, amo tu rostro tal cual como está.

- No te...?

- Para nada, me encanta, me encantas todo tú, con o sin ellas.

- Es que... Solo no puedo creer que lo digas en serio.

- Remus si hay alguien que alguna vez te haya dicho algo malo sobre tus cicatrices solo házmelo saber y te juro que lo mato.

Gracias a la intensidad y seriedad de las palabras de Sirius, Remus rió fuerte y luego jadeó por el dolor en su torso.

- Nadie me ha dicho nunca nada - aclaró mientras se acomodaba en los brazos de Sirius, tratando de hacerse pequeño, el corazón del pelinegro se estaba derritiendo de amor -.

- Y entonces?

- Son espantosas! No es necesario que alguien me lo diga para que yo me de cuenta... Solo es cuestión de mirarme al espejo.

- No sé en qué clase de espejo te mires todas las mañanas, pero está claro que tienes que cambiarlo - el chico sonrió y negó, Sirius un poco enojado con Remus, un poco nervioso por tenerlo tan cerca y muy desesperado por querer besarle, se acomodó para poder tomar el rostro del chico con su mano libre y hacer que lo mirara -. Remus eres tan jodidamente perfecto con ellas que me dan ganas de comerte a besos, entiendes?

Remus tragó saliva y asintió hipnotizado por completo con la cercanía y el aroma del chico, que ahora que lo notaba, era idea de él o literalmente solo estaban separados por cinco centímetros de distancia? Pues no, no era solo idea de él, sus respiraciones estaban mezclándose y se acercaban lentamente el uno al otro.

- Voy a besarte Remus, puedo? - susurró Sirius con aquella voz grave y ronca que lo dejaba sin aliento, muy, muy cerca de sus labios, enviando una placentera corriente eléctrica por todo el cuerpo del castaño -.

- Por favor - respiró Remus un poco acalorado y sí, desesperado por el beso -.

Sirius no perdió más tiempo y lentamente fué acercando sus labios al del contrario, mientras la distancia desaparecía entre ellos más aumentaba la electricidad en sus cuerpos, Remus apoyó una de sus manos en el pecho de Sirius para aferrarse a algo porque sentía que en cualquier momento podría desfallecer y pudo sentir los latidos de su corazón tan rápidos como los propios y para cuando por fin sus labios se tocaron en un tímido roce aquella electricidad los encendió por completo, Sirius hizo un sonido entre un suspiro y un gruñido que hizo jadear a Remus, los movimientos de sus labios, suaves y tímidos, estaban alejando a Remus de su usual sensatez y Sirius justamente decide ese momento para separarse del beso dejando al castaño completamente perdido.

Abrió los ojos lentamente, sentía sus mejillas ardiendo, y claramente lo primero que vió al abrir los ojos fué el rostro de Sirius mirándolo con amor y devoción, su pulgar acariciaba lenta y suavemente la mejilla del castaño.

- Te amo Remus.

Remus tomó el rostro de Sirius con ambas manos, dejando al pelinegro un poco sorprendido, y lo acercó para un beso más largo y profundo pidiendo permiso con su lengua para poder entrar y saborearlo, Sirius no dudó ni un segundo en dejarlo y dejar que sus labios se reconocieran y se acoplaran de una forma perfecta pudiendo así por fin poder transmitir todos los sentimientos que ambos se habían estado guardando durante todo este tiempo. Sirius llevó su mano hasta el cuello del chico acariciando la delicada y sensible zona mientras sus labios seguían en su dulce danza, Remus en cambio enredó su mano en el cabello negro, algo que había querido hacer desde hacía mucho.

Se separaron al sentir la falta de oxígeno, pero no por ello se separaron, aún respirando de forma agitada Sirius no perdió la oportunidad de llenar el rostro del chico con pequeños y dulces besos demorándose un poco más en aquel lugar en el que encontraba una cicatriz haciendo reír a Remus, quién lo alejó un poco para mirarlo a los ojos.

- Gracias - susurró, tímido de pronto -.

- Gracias? A mí? Por qué?

- Por... Por todo, por estar aquí, por preocuparte, no lo sé, por todo.

- No tienes nada de que agradecerme Remus, para mí es todo un placer poder compartir tiempo contigo y si además te puedo ayudar con algo mucho mejor, por eso digo que esas son una de las tantas ventajas de salir conmigo - comentó alzando las cejas y mirando a Remus divertido, quién tuvo que reírse por la expresión -.

- Tendré que averiguar las otras ventajas, no? - susurró Remus con un toque coqueto que hizo acelerar los latidos del corazón de Sirius, quién asintió hipnotizado por completo por los ojos del chico frente suyo-.













Así es gente regresé! Estuve perdida porque me llamaron urgentemente de la NASA porque necesitaban mi ayuda para el descubrimiento de un nuevo planeta y no podía hacerlo nadie más, solo yo!

( Claramente todo mentira xdd pero me hacía ilusión dar una explicación para nada realista )

Espero estén bien, que la vida les haya tratado bonito y no se olviden de tomar awita 💕✨

RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora