CAPÍTULO 26: Aventuras en California

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Garret

—Hermano, llevamos una hora esperando —le reclamé a Ev quien me escuchaba del otro lado de la línea telefónica—. ¿A dónde vamos?

—Si te llamé fue para decírtelo —susurró, al parecer Lily andaba cerca—. California.

—California, ¿eh? —dije en voz alta para que le informaran al piloto cuál era nuestro destino—. ¿Entonces los esperamos en la casa de Beverly Hills?

—Anjá, posiblemente lleguemos de noche.

—No hay problema con eso, nos vemos dentro de un par de horas.

—Nos vemos, hermano.

Finalicé la llamada y les lancé una mirada de victoria a mi familia, o bueno, la mitad de ella. Llevamos cerca de una hora esperando la dichosa llamada de Evan para saber en qué locación le pedirá a Lily que sea su esposa, otra vez. Mi hermanito está tan enamorado que no cree justo que él y Lils estén casados por el civil y bajo los términos de un contrato como si el amor que sienten no valiera más que eso, así que le va a pedir matrimonio por segunda vez y en esta ocasión será por la iglesia. Quiere que toda la familia esté reunida para celebrarlo, por ello Lori, Mat, mamá, papá y yo nos iremos primero y luego él, Lily, Jessie y Margarita se nos unirán.

—¿California queda muy lejos? —preguntó Mat, haciendo un puchero.

—Mucho, campeón —me agaché, quedando a su altura.

—Odio los viajes largos —se quejó.

—Lo sé, pero este no será un viaje largo aburrido, los abuelos irán con nosotros. Además, en California vamos a estar toda la familia junta en una misma casa durante un par de días, así que valdrá la pena el viaje, ¿no crees?

—Bueno... —otra vez alargando la E.

—Vainilla —llamé a mi novia—, ¿qué significa que alargue la E?

—¿Aún no lo sabes? —rió y negué con la cabeza ante su pregunta—. Lo hace cuando está considerando aceptar algo.

—Oh, era eso —exclamé, pensativo.

—¿En serio no lo sabías? —cuestionó el niño a lo que también negué—. Bueno, ahora lo sabes.

Una señorita ingresó a la sala informándonos que nuestro jet ya estaba listo a pesar de que hace tan solo cinco minutos especifiqué cuál era el destino, por tanta eficiencia es que amo la aerolínea de los Stone. Tomé las manos de Lori y de Mat mientras caminábamos junto a mis padres hacia la pista donde se encontraba nuestro jet. Luego del protocolo común, ingresamos al avión. Habían solo dos filas de asientos, con cuatro de ellos en cada lado. Mi novia y mi pequeño ocuparon la fila de la izquierda y yo ocupé uno de los dos asientos libres frente a ellos, solo una mesa nos separaba; mis padres por su parte ocuparon la fila contraria.

La única azafata presente nos informó que estábamos próximos a despegar y por lo mismo debíamos tomar las medidas de seguridad pertinentes. Me llamó la atención que durante todo el proceso de ascenso del jet Mateo ni siquiera se inmutó, solo estaba ahí con su expresión de aburrimiento.

—Creí que te daría miedo volar —comenté, desabrochando mi cinturón de seguridad para apoyarme sobre la mesa, solo era un metro pero los sentía demasiado lejos.

—Pues nop —apoyó sus codos sobre la mesa y llevó sus manitas a sus mejillas—. ¿Falta mucho para que lleguemos?

—Acabamos de despegar, campeón —reí.

—Lo sé, pero me aburro. Aquí no puedo jugar fútbol ni volar mi helicóptero.

—Tienes a Spidey —dijo Lori agitando el peluche en un intento de animarlo.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora