CAPÍTULO 14: ¿Aceptas?

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Garret

¡Hoy es Navidad!

Eso quiere decir regalos, tiempo en familia que tanto necesitamos los Harriet y la gran respuesta de Lorraine.

Desperté demasiado animado en mi antigua habitación de la mansión de mis padres. Ayer fue Nochebuena y ambos insistieron en que no me fuera a casa, según ellos porque estaba nevando demasiado y no era buena idea que condujera de noche en esas condiciones, pero los conozco lo suficiente como para saber que en su raro idioma de ''no expreso mis sentimientos en voz alta'' eso quiso decir ''quédate, hijo''. Puede que Evan y yo hayamos abandonado el nido hace años, pero eso no quita que nos extrañen, yo también lo hago.

—¡Feliz... —grité al entrar al comedor, alargando la I hasta llegar al asiento de mi madre y darle un sonoro beso en la mejilla— ...Navidad!

—Tú y tu espíritu navideño —negó con la cabeza papá, pero sonriendo—. Feliz Navidad para ti también.

—Feliz Navidad, hijo —murmuró mamá tirando de mí para abrazarme calurosamente.

Esa es Regina Harriet en Navidad, una mujer cálida y dulce que se dedica a repartir abrazos por doquier. Yo en lo personal creo que hace años se le aparecieron los espíritus de las navidades pasadas, presente y futuras como en el cuento de Charles Dickens y por eso es el único día del año en el que muestra amor. O quizás sólo acumula demasiado cariño anualmente y decide mostrarlo todo en la más familiar de las fiestas.

—¿Cuándo iremos a casa de Evan? —pregunté mientras tomaba asiento junto a mi madre.

Sí, estoy tan ansioso como soné.

Esta va a ser la primera Navidad que vamos a pasar en buenos términos con mi hermano. Además de que vamos a compartirla con Lily y Jessie también por primera vez. Estoy emocionado porque, si bien sólo vamos a entregarles los regalos y marcharnos poco después, es verdadero tiempo en familia en Navidad; eso es suficiente para mí.

También veré mi vainilla y a mi campeoncito gruñón. Sí, el pequeño me agrada y me lo voy a ganar tarde o temprano, nadie se resiste a mis encantos. Hoy sabré por fin si aceptaron mi propuesta o no, y no puedo evitar no sentirme nervioso por ello. Si su respuesta es sí, todos mis problemas se resolverán y, no lo voy a negar, me encanta la idea de tener una familia con ellos durante seis meses, aunque sea fingido.

—Desayuna y nos vamos —respondió papá, también entusiasmado.

—Voy a llevar todos nuestros obsequios en una bolsa, al estilo Santa Claus —informé mientras comenzaba a engullir mi desayuno.

—Wow, el espíritu navideño está a tope —sonrió papá.

El resto del desayuno transcurrió normal. O bueno, tan normal como puede ser ver a Regina Harriet sonriente y cariñosa. Cualquiera pensaría que había sido abducida por aliens o que estaba bajo los efectos de alguna droga potente o algo por el estilo, pero no me quejaba, amo cuando mamá se comporta así.

Como dije, deposité todos mis regalos y los de mis padres en el interior de una enorme bolsa color rojo antes de partir hacia la mansión de mi hermano. Es gracioso lo relativamente cerca que vivimos unos de los otros y lo poco que solíamos vernos antes, digo antes porque eso ha cambiado conforme han pasado los meses. Al llegar, nos encontramos con una entretenida guerra de bolas de nieve en el jardín delantero, la cual se detuvo abruptamente cuando Evan y Jess se percataron de nuestra presencia. La pequeña no tardó en correr hacia nosotros, contenta de vernos. Evan por su parte nos dedicó una pequeña sonrisa sin despegar los pies de su lugar, pero eso era mejor que las miradas incómodas o de hastío del pasado.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora