CAPÍTULO 41: Super Garret

5.3K 370 124
                                    

Garret

Después de pasar al menos media hora en la estación de policía dando nuestra declaración, finalmente habíamos llegado a casa. Lori y Mat ya lucían más tranquilos, pero las expresiones de contrariedad y aflicción no habían abandonado sus rostros. No era para menos, esa bestia llevaba meses sin ser una amenaza para ellos y que haya aparecido de la nada, amenazando con vengarse, debió ser traumante para ambos.

Me permitieron estar presente en la declaración de Lori y me arrepentí de no haber golpeado más a ese animal cuando escuché su relato de lo ocurrido anoche cuando la atacó, pero también me molestó de sobremanera que nadie me avisara. Sí, estaba en otro país, a kilómetros de distancia, pero si hubiese vuelto cuando lo tenía previsto, ese maldito les hubiese hecho daño y yo me habría enterado demasiado tarde.

Lils cuidó a Mat en su auto mientras declarábamos, no queríamos exponer al niño aún más. Por suerte nos tomaron la declaración con rapidez y nos informaron que Roy permanecería retenido hasta que lo llevasen a la cárcel en la que estará apresado hasta el día del juicio.

—Por fin en casa —suspiré, soltando mi maleta—. ¿Quieren comer algo?

—Yo solo quiero descansar —respondió mi novia para luego besar mi mejilla—. Te espero en la habitación.

—Ok, mi amor —acaricié su mejilla—, pero tú y yo tenemos que hablar seriamente.

—Lo sé —asintió con pesar antes de marcharse rumbo a las escaleras.

—¿Y qué hay de ti, campeón? —le pregunté a mi pequeño quien abrazaba mi pierna como si su vida dependiera de ello.

—Yo estoy bien, solo no te vayas —y ejerció más fuerza alrededor de mi pierna.

—Ay, campeón —lo tomé entre mis brazos, cargándolo y al instante posó su cabecita sobre mi hombro como hace rato—. ¿Qué tal si vamos a mi terraza para que te distraigas?

—Está bien —dijo en un murmullo apenas audible.

Tomé nuevamente el asa de mi maleta y caminé en dirección a la terraza. Una vez allí, me senté en uno de los sofás y deposité al niño sobre mis piernas. Él apenas se movió, incluso parecía que aún no había salido del estado de shock.

—Campeón, ¿cómo te sientes? Habla conmigo.

—Es que... —su vocecita se quebró— sentí mucho miedo, Gary. Creía que Roy nunca volvería y no pude proteger a mi mamá.

—No, no pienses eso, mi niño —despoblé sus mejillas de todo rastro de lágrimas—. Él los tomó por sorpresa, incluso Spiderman puede perder la batalla si lo sorprenden así, en especial cuando cree que ya había derrotado al villano. Así que no te culpes ni te sientas mal, recuerda que soy tu héroe ayudante y llegué justo a tiempo.

—Tienes razón —musitó—. Gary...gracias por no golpearlo.

—Pero al final acabé haciéndolo, Mat.

—Para defendernos, pero cuando tuviste la oportunidad de golpearlo como él hacía con mi mami, no lo hiciste, yo te vi. Gracias por no ser como él.

Amo lo maduro y valiente que es.

—Yo nunca seré como él, campeón. Y quiero que de esto aprendas que la violencia solo se aplica para defendernos a nosotros mismos y a las personas que amamos, ¿ok?

—Ok —asintió—. Aunque él se merecía más golpes.

—Opino lo mismo, créeme que hubiese hecho mucho más si ustedes no hubieran estado allí. Pero ya ese tipo está en la cárcel y nosotros estamos a salvo, eso es lo importante.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora