CAPÍTULO 24: La casa de campo

8.5K 431 225
                                    

Lorraine

—¿Ya llegamos? —preguntó mi hijo por enésima vez desde que abordamos el bendito auto.

—Mat, como vuelvas a preguntarlo, te voy a lanzar por la ventanilla.

A Garret se le ocurrió la alocada idea de irnos de escapada el fin de semana a no sé dónde, solo nos dijo que empacásemos ropa suficiente para dos días y no hiciéramos preguntas. Llevamos al menos una hora y media de viaje y no tengo ni la más remota idea de a dónde nos dirigimos.

—Ok, no preguntaré más —murmuró antes de dedicarle toda su atención a su Spiderman de peluche.

Desde que Garret se lo regaló lo arrastra consigo a todas partes. Era de esperarse tratándose de su superhéroe favorito, supongo que siempre quiso uno pero nunca me lo dijo. También insistió en traer su helicóptero y su balón de fútbol, al parecer mi novio da en el clavo cada vez que le obsequia algo.

En realidad, él ha dado en el clavo desde que apareció en nuestras vidas.

Estuvo cuidando de mí durante una semana entera y a la vez empleando todo su tiempo libre ocupándose de Mateo. No he pasado por alto que mi rubito ya no se muestra tan arisco a su alrededor, al contrario, veo que le agrada, pero su postura contra nuestra relación sigue firme para diversión mía y de Garret.

Con el paso de los días comencé a sentirme ridícula por el miedo que albergaba con respecto a nuestros vínculos familiares. Garret —creo que sin darse cuenta— se está comportando como el padre que Mateo nunca tuvo; lo cuida, se preocupa por él, juegan juntos...como los típicos padre e hijo. En cuanto a nuestra relación amorosa, vamos lento, pero vamos bien. Él sabe el momento exacto en el cual darme mi espacio o cuando acercarse a más no poder, me acompaña a mis terapias, siempre que puede me va a visitar a la cafetería —con su taza, claro—, me anima a salir más de casa para que haga vida social aparte de esas pocas fiestas a las que hemos asistido y me ha insistido —de forma sutil para no agobiarme— que vuelva a bailar.

¡Ah! Y ahora se levanta antes que yo y no me deja ver el amanecer a menos que esté abrigada de pies a cabeza y con él abrazándome. Mateo no lo ha regañado al respecto, cosa que hasta la fecha me sigue pareciendo muy sospechoso.

En resumen, está dando todo de sí por nosotros...y es bastante difícil no enamorarse de él.

Me volteé para mirarlo. Apuesto a que una sonrisa idiota estaba expuesta en mi rostro y eso me llevaría a una de esas situaciones vergonzosas que me dejan con la cara colorada, pero admirarlo es un privilegio del que no me pienso privar. Lucía muy concentrado con la vista centrada por entero en la carretera. Noté que manejaba el volante únicamente con su mano izquierda y por lo mismo la derecha estaba libre, olvidé mi tonta timidez y la atrapé con la mía. Al percibir mi tacto dio un respingo, no sé si fue porque lo distraje o porque mi iniciativa lo tomó por sorpresa. Su mirada viajó de nuestras manos hacia mí, me sonrió mientras entrelazaba nuestros dedos.

—¿Ya llegamos? —preguntó Mat, otra vez.

Garret y yo resoplamos al unísono, hastiados de la misma pregunta.

—Campeón, no falta mucho, lo prometo.

—No preguntaría tanto si supiera a dónde nos llevas.

—Aunque supieras, no sabrías cuánto falta para llegar. Nunca los he llevado a ese lugar.

—¿Nos das una pista? —pedí.

—Madre e hijo son igual de ansiosos —rió por lo bajo—. Y no, no hay pistas.

—Este grandulón y sus sorpresas —gruñó bajito mi hijo desde el asiento trasero, Garret se limitó a reír.

Pasados unos quince minutos, me vi en la necesidad de moverme hacia atrás para jugar con Mat y así distraerlo durante lo que quedase de viaje ya que su tableta se había quedado sin carga, ya había recreado imaginariamente cada película de Spiderman con su muñeco y los dos juguetes restantes no podía usarlos dentro del auto. Luego de media hora más, aparcamos frente a una gasolinera. Garret salió para rellenar el depósito del auto y para comprar algo de comer en la pequeña tienda de suministros de atrás.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora