CAPÍTULO 28: Lecciones de baile y primera cita

8K 366 200
                                    

Lorraine

Una canción muy pegadiza estaba sonando en la cafetería y, por consiguiente, me encontraba moviéndome al ritmo de la misma mientras preparaba los cafés.

Desde aquella noche en el club de salsa, le he perdido todo tipo de miedo a retomar el baile. Lo hago a toda hora, en todo momento. Donde haya música estaré yo bailando. Y haber recuperado el amor por mi más grande pasión se lo debo a ese hombre maravilloso que tengo por novio.

Y hablando de él, cada día que pasa me enamoro un poco más.

Desde que su habitación se volvió nuestra, cada noche es un momento mágico lleno de mimos, masajes mutuos, risas y besos; lo mismo ocurre en las mañanas, ya me adapté a que nos duchemos y nos cepillemos los dientes juntos. Ahora también nos ayudamos a elegir la ropa que usaremos mutuamente, él mismo se encargó de llenar mi lado del clóset de esos vestidos floreados cortos que tanto amo.

También he presenciado el esfuerzo enorme que ha hecho para acostumbrarse a su nuevo rol de hombre de familia. Aún le cuesta un poco balancear el trabajo con su tiempo para Mateo y para mí, pero me recuerda cada noche que, a pesar de que está tan cansado, ama lo ajetreada que es su vida desde que estamos en ella.

Al terminar con los dibujos en la superficie de las bebidas, las coloqué sobre la barra en frente de sus respectivas clientas.

—Café turco para la Srta. Wood. Café moca para la Srta. Stone. Un expreso doble para la Srta. Monet. Y un latte macchiato para la Srta. Allen.

La rubia, la pelinegra y ambas castañas tomaron sus respectivas tazas y le dieron el primer sorbo. Sus gemidos y expresiones de satisfacción me dejaron complacida con mi trabajo.

—Ahora entiendo por qué el café fue parte de tu plan de conquista con Garret —sonrió Ariadna, haciéndonos reír al resto.

—Tanto así que su apodo es Expreso —secundó Corina entre risas.

—Bueno, chicas, ahora fuera de broma —intervino Roxy, la hermana menor de Lily—, Lorraine tiene talento para esto.

—Doy fe —afirmó Jasmin, alzando una mano y llevándose la otra al pecho.

—Exageradas —reí.

En serio amaba este ambiente, el de charlar y compartir risas con amigas. Esa famosa salida que Jasmin propuso hace casi un mes aún no la hemos podido llevar a cabo por su trabajo, mi viaje a California y nuestros papeles de damas de honor en la boda de Lils, pero esto último me dio la oportunidad de pasar más tiempo no solo con la novia, sino también con las cinco restantes damas. Al principio estaba un poco incómoda ya que, si bien había socializado con todas, temía meter la pata de alguna forma.

Pero no, eso no sucedió.

La primera misión fue hallar el vestido de novia de Lily —toda una proeza, dicho sea de paso— y admito que me divertí muchísimo con esa búsqueda, sin duda ninguna de nosotras lo olvidará. Ese día me relajé e hice lo que Garret me aconsejó, simplemente disfrutar de la compañía y pasarlo bien. A partir de ahí he mantenido más contacto con las chicas.

Angeline y Roxy, como las buenas expertas en moda que son, halagaron mi cambio de look y me dieron un par de tips para combinar mejor mis atuendos y demás; fue asesoría gratis por parte de una top model y una estilista de alto rango, no puedo quejarme.

Con Corina y Ariadna también lo he pasado muy bien. Ambas son ese tipo de mujeres que irradian seguridad y firmeza, pero, como ellas mismas alegaron, tienes corazones de pollo. Tras conocerlas mejor me sentí ridícula por haberlas celado en un inicio, al final del día no son más que las amigas más cercanas de Garret, eso es todo. De ellas adoro que puedes hablar de cualquier tema, desde el clima hasta las grandes tragedias femeninas, y siempre obtendré una charla amena.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora