CAPÍTULO 7: ¿Quién es ella?

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Garret

La mañana de hoy inició de una forma muy rara.

Simplemente fui a casa de mi hermano por petición de mi sobrina ya que quería que la acompañara en su primer día de clases, pero me llevé más de una sorpresa.

Empecemos con que Evan me llamó hermano por primera vez. Catorce años, ese es el tiempo que ha transcurrido desde que somos familia y es la primera vez que lo escucho decirlo de forma genuina. No por presentaciones con los socios de papá. No a regañadientes. Sólo le nació decirlo porque, de una forma u otra, he logrado que me vea como tal.

Por otra parte, conocí a una de las mujeres más hermosas con las que he tenido la suerte de toparme. No tenía idea de quién era esa rubia despampanante que, a pesar de que no se esforzó en maquillarse y su vestimenta no era la más atrevida, me cautivó. ¡Joder! Ojos como los suyos no se ven todos los días.

Y por último pero no menos importante, me convertí en padre durante medio minuto. Mateo, hijo de Lorraine, estaba triste porque todos los niños se despedían de sus padres y sin embargo él no tenía a nadie que le deseara un buen día. En ese momento quise tomar ese papel, pero me pareció que estaría muy fuera de lugar en vista de que soy un completo desconocido, pero la ''pandachina'' de mi sobrina no podía quedarse callada y no sólo propuso que yo lo hiciera sino que insinuó que podíamos convertirnos en una familia; algo muy poco probable según yo.

Y así inició mi día.

Ahora me encontraba en el Sweet Paradise Café, la cafetería que una vez le perteneció a la madre de Evan y que ahora maneja mi cuñada. Hay que admitir que hizo un excelente trabajo remodelando el local y el negocio en general, a mí en lo personal me agradaba más la nueva atmósfera. Después de reinaugurar oficialmente el lugar, los clientes comenzaron a ingresar, así que me apresuré en ocupar una de las mesas antes de que me quedase sin sitio, mucha gente esperaba esto.

Hice un escáner visual de toda la cafetería en busca de esa rubia tan...cautivadora, llamémosla así, pero no la encontré. Quizás no había venido pero, oh vamos, todos los amigos y conocidos de Lily estaban aquí. Por un momento pensé que tal vez sólo se encontraba de visita en la ciudad por su tía, pero deseché la idea al recordar que su hijo inició el curso escolar aquí, lo cual quiere decir que si está ''de pasada'' será durante un par de meses.

Mierda, ¿por qué me tomo tanto tiempo pensando en una mujer que apenas acabo de conocer?

Mi vista se centró en mi hermano y mi cuñada, quienes estaban muy acaramelados conversando sobre algo que no fui capaz de escuchar por la lejanía que nos separaba. Esos dos son una pareja maravillosa, y pensar que todo esto inició por una broma que se me ocurrió; es increíble cómo el destino juega con nosotros cuando intentamos jugar con él.

Margarita llamó a Lily, al parecer solicitaban su supervisión para algo, así que a mi hermanito no le quedó más remedio que despedirse de su esposa. Me causó risa y a la vez ternura cómo se quedó casi en medio del salón observando con orgullo cada uno de los movimientos de su esposa, ni siquiera notó que parecía un idiota admirándola. Levanté una mano indicándole que había un sitio libre en mi mesa, a lo que salió de su trance y ocupó una silla frente a mí.

—Hola, babeante hermano menor —reí.

—Hola, molesto hermano mayor —me mostró el dedo de en medio, durante años eso es lo más parecido a una muestra de cariño que he recibido de su parte.

—Esto está siendo un éxito rotundo —comenté al admirar lo repleto del lugar y las expresiones complacidas de los clientes.

—No esperaba menos de Lily —sonrió—. ¿Sabes? Colocó un retrato enorme de mi madre tras el mostrador, es lo primero que ves al entrar al lugar.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora