CAPÍTULO 27: Entrenamientos, amigos y cariño

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Garret

No podía dejar de observar la imagen frente a mí. Durante esas cortas vacaciones en California lo pasamos de maravilla y nos tomamos muchas fotos juntos, pero hubo dos de ellas que fueron mis favoritas. La primera fue una de toda los Harriet, mis padres y Margarita parados detrás del sofá y el resto de nosotros sentados sobre el mismo, todos sonriendo; esa la mandé a imprimir y ahora está expuesta en un gran cuadro en mi sala de estar. La segunda es una en la que aparecemos Lori y yo besando una mejilla de Mateo respectivamente mientras él sonreía, y esa es justo la fotografía que está figurando enmarcada sobre mi buró justo ahora.

—Estás enamorado de esa foto —rió Ariadna, sacándome de mi trance. ¿En qué momento llegó?—. Llegué hace cinco minutos, pero estabas tan concentrado que ni siquiera notaste mi presencia.

—¿Tienes un tercer ojo o qué? —bromeé, reincorporándome.

—No, solo eres muy expresivo —me entregó una carpeta—. El balance mensual de febrero.

Repasé visualmente el documento y sin duda nos fue muy bien, no esperaba menos de un mes tan fructífero.

—Fue un mes de mucho trabajo, pero las ganancias lo valen —sonreí con orgullo.

—Marzo es menos ocupado si comparamos, pero con la llegada de la primavera comienza la etapa primavera-verano y con ella los cruceros, las reservaciones de resorts y demás.

—Y tenemos que balancear el trabajo con la boda del año —sonreí—. Según Ev, Lily se está volviendo loca preparando la boda, solo a ella se le ocurre organizarla por su cuenta.

—¿Sabes? Me pidió que fuera una de sus damas de honor —sonrió.

—¿En serio? ¡Qué bien!

—¡Sí! No me lo esperaba, después de todo somos amigas, pero no tan cercanas como lo es con Lorraine o Jasmin. Cuando me enteré de la boda creí que asistiría como una invitada más.

—Pues ya ves que Lily te aprecia más de lo que creías, además Evan te adora. Y yo en lo personal veo muy bien que juegues un papel importante en algo que no sea referente a la empresa, no tienes vida social, Ari.

—Lo sé —suspiró—, voy a aprovechar este evento para divertirme, tomarme un tiempo para relajarme y hacerle honor a los novios que tanto quiero.

—Eso es —le guiñé un ojo—. Cambiando de tema, ¿además del balance mensual no hay nada más de lo que tenga que encargarme antes de irme?

—No, eso era todo. De hecho estaba a punto de decirte que vas tarde para ir a buscar a Mateo.

—¿¡Qué!? —verifiqué la hora en mi reloj y, en efecto, ya voy un poco tarde—. ¡Mierda!

—Anda, corre —rodó los ojos con diversión—. Yo me encargo de organizar tu oficina.

—¿Te dije ya que te amo? —le sonreí mientras recogía mis cosas, rodeé el escritorio y dejé un fugaz beso en la frente de mi amiga.

—Exagerado —rió.

I love you —le lancé un beso antes de salir corriendo de allí.

Ya esto se había vuelto rutina. Hago todo mi trabajo más rápido para terminar más temprano, Ariadna me avisa que voy tarde, corro despavorido por toda la empresa, conduzco como si estuviera en plena persecución policial y finalmente llego al colegio.

Me llamó la atención que no había ningún niño afuera. Divisé la hora en mi reloj y no era lo suficientemente tarde como para que todos los niños hubiesen abandonado la institución, por lo cual decidí entrar y mientras caminaba con destino al salón de Mateo noté que en el resto de los salones los niños estaban realizando diversas actividades recreativas.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora