CAPÍTULO 8: Inseguridades fuera

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Lorraine

Octubre llegó muy rápido. Entre mis terapias, ayudar a Mateo con sus tareas y mi trabajo en el Sweet Paradise, apenas tengo tiempo para respirar. Pero eso es bueno, mantener mi mente ocupada elimina los malos pensamientos que aún rondan en mi cabeza de vez en cuando.

A Mat le está yendo excelente en la escuela. Pese a su timidez recurrente, ha logrado hacer amigos y Jessie ha sido un gran apoyo para él. Está contento y por ende, yo también. No existe nada tan gratificante como ver su sonrisa todos los días, escucharlo relatar con emoción cómo le fue en la escuela y verlo jugar con libertad. Mi hijo está feliz y eso es lo más importante.

En la fundación también me ha ido muy bien. Aún no me animo a hablar en el grupo de apoyo pero de vez en cuando he dado mi opinión o le he brindado unas palabras de ánimo a las nuevas integrantes. Mi psicóloga alega que he progresado mucho en cuanto a las relaciones interpersonales, mi cohibición hacia el mundo exterior y la depresión en la que, sin saberlo, estaba sumida. También entendí que nada de lo que ocurrió fue mi culpa, yo no provocaba los golpes ni las conductas agresivas de mi marido y no era merecedora de un maltrato tan brutal como ese, no soy responsable de su bestialidad. Con respecto a los pensamientos de inutilidad, las pesadillas, el sentimiento de culpabilidad con respecto a Mateo y la baja autoestima, aún estamos batallando, pero estoy haciendo mi mayor esfuerzo por cambiar mi forma de pensar y recuperar mi amor propio.

Mi trabajo en el Sweet Paradise va muy bien. Contrario a lo que pensaba en un inicio, no soy tan inservible como creía. Según Lily, muchos clientes han quedado muy satisfechos con mi desempeño y aunque al principio creí que sólo me había mentido con la finalidad de hacerme sentir mejor conmigo misma, deseché esos pensamientos autodestructivos. Si los clientes quedan complacidos con mi trabajo, entonces eso significa que soy buena en lo que hago, punto.

Lo único que no marchaba del todo bien no era un algo sino un alguien: Garret Harriet.

Durante mis primeros días me acostumbré a la idea de que él ocupase el taburete frente a mí, me mostrase esa bonita sonrisa coqueta y —algo que no quería creerme hasta que dejó de hacerlo— que sutilmente me halagara. Su presencia casi diaria me tensaba de sobremanera, no en el mal sentido, eran como esos nervios tontos de adolescente con el crush del instituto.

No, no me gusta Garret.

Es sólo que él...no sé cómo explicarlo, tiene algo que me atrae. Su personalidad es muy diferente en varios aspectos. Es tan gentil, amable, educado. Cada movimiento que realiza es preciso y demuestra seguridad, como cuando alguien sabe lo que quiere y no teme ir a conseguirlo. Su sonrisa podría iluminarle el día a cualquiera. Su sola presencia es una es una bendición, y creo que él tuvo mucho que ver con que me adaptara al trabajo.

Pero todo se fue a la mierda cuando admitió que me estaba coqueteando.

En primer lugar no me creía que yo pudiese llegar a gustarle a alguien como él, no lo creí cuando nos conocimos y mucho menos después de conocerlo más a fondo. Es por eso que creí que debía ser sincera y dejarle en claro que soy una mujer casada, un matrimonio infeliz del que salí huyendo, pero lo soy. Pero digamos que no se lo tomó muy bien, incluso creyó que estaba mintiendo y no escapé del dominio de Roy para someterme una vez más a tratos que no me gustan.

Desde ese día no ha vuelto a sentarse frente a la barra, aún frecuenta el lugar pero ocupa mesas, muy lejos de mí por cierto. Admito que lo extraño. Esos comentarios que me hacían sonreír, como sobrevaloraba el sabor de los cafés que preparaba, su sonrisa...él me hacía sentir bien, pero supongo que las cosas están mejor así.

—¿En qué piensas, Lori? —preguntó mi tía haciéndome regresar a la realidad.

—En nada, cosas mías —le sonreí dándole a entender que todo estaba en orden, me lanzó una mirada de extrañeza pero siguió colocando los globos en el costado superior derecho de la sala de estar.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora