CAPÍTULO 9: Bellezas y expresos con vainilla

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Garret

Los invitados de la fiesta de mi sobrina habían comenzado a llegar y mi hermano brillaba por su ausencia, eso tenía a Lily inquieta, se notaba. Ahora tanto ella como Jessie, se encontraban arreglándose en el piso de arriba mientras que Margarita, los empleados de la mansión y yo nos encargábamos de que todo estuviese en orden hasta que diera inicio el festejo.

Me moví de la sala de estar a la cocina y luego al jardín —lugares más importantes para el desarrollo de la fiesta— con la excusa de ayudar, pero mi objetivo principal era ver a esa ojiazul que permanecía adherida a mis pensamientos, y no, no me refiero a la cumpleañera.

Cuando llegué en la mañana, me alegré de poder verla de cerca después de tanto tiempo si mantener contacto con ella. Con todo el tema de los nuevos socios de la empresa y otros asuntos que tuve que tratar, no había tenido tiempo de atormentarme pensando en Lorraine y cuando frecuentaba el Sweet Paradise ocupaba mesas, pero después de tomar el primer café, volvía al trabajo.

El hecho de haber pasado casi todo el día con ella me transmitió una paz impresionante a pesar de que apenas mediamos palabra. Durante el maratón de películas, le enviaba miradas fugaces para que no lo notara, estaba actuando como un adolescente pero me daba igual. Justo por mis ''miraditas indecentes'', tuve a Mateo con sus ojos encima de mí durante todo el tiempo, cela mucho a su madre, lo supe desde que me advirtió que no la tocara cuando nos conocimos.

Pero la gota que derramó el vaso fue cuando la vi en bikini.

Sólo hay una palabra para describirla: ¡Joder!

Sabía muy bien que bajo esos vestidos tan encubridores se escondía una figura esbelta, se notaba, pero no esperaba encontrarme con ese cuerpo espectacular. Su piel pálida resplandecía bajo la luz del sol, sus pechos perfectos, su cintura pequeña y trasero firme, sólo me reafirmaban por enésima vez que es cien por ciento mi tipo. Me encanta que su belleza sea sutil, tan llamativa y sencilla a la vez, no necesita rasgos superlativos para considerarla hermosa; lo es tal y como está.

¿Dónde estás, Lorraine?

—¿Buscas a alguien, Garret? —escuché una voz femenina detrás de mí lo cual me hizo girar sobre mis pies, encontrándomela.

—Sí, a Lily —mentí—. Los invitados están comenzando a llegar, quizás ya debería empezar la fiesta.

—Estoy de acuerdo, pero... —se cruzó de brazos y me miró acusatoriamente con sus ojos azules—, creo que a quien buscas, cuyo nombre empieza por L, no es precisamente Lily.

Bien, creo que me atrapó.

Jasmin es la mejor amiga de mi hermano y dicho sea de paso la única mujer que ha conocido antes de Lily a la que nunca ha tenido intenciones de llevarla a la cama, es como Corina y yo. Siempre he mantenido buena relación con ella y con el resto de los ''perros'', pero posee esa peculiar cualidad de ver más allá de las personas para indagar en sus sentimientos. Nunca falla.

—¿Puedes culparme por hacaerlo? —me encogí de hombros fingiendo inocencia.

—No, de hecho creo que hacen buena pareja —alzó varias veces sus oscuras cejas con picardía—. Y te informo que tu búsqueda terminó —sonrió y señaló con su dedo índice hacia un punto detrás de mí.

Giré en dirección hacia donde la pelinegra apuntaba encontrándome con una tímida Lorraine bajando las escaleras. ¡Lucía preciosa! O bueno, más de lo que ya es. Su ondeado cabello rubio se veía más brillante y sedoso que de costumbre. Su rostro ahora maquillado realzaba esa belleza natural que tanto me atrajo desde el día uno. Llevaba puesto un bonito conjunto que consistía en una blusa aterciopelada de mangas largas color rojo vino y una falda con tiro alto larga hasta las rodillas, como siempre encubría gran parte de esa figura de modelo que posee, pero esta vez jugó a probarse algo más atrevido y le quedó genial.

Contrato: "Familia en Arreglo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora