Alma mía- [KookV]

18

- Majestad - Los nobles, duques, ministros y más gente daban sus condolencias.

- Gran duque Jeon. - El rey abrazo al duque y el hombre luego del abrazo se puso de rodilla frente al rey.

- GRAN REY, RUEGO PORQUE ESTE DOLOR SEA PASAJERO, YO QUIERO SUFRIR POR USTED. - Detrás del hombre más gente lo imito.

- QUEREMOS SUFRIR POR USTED. - Dijeron en coro.

- ¿Y su esposa? - El rey busco a la mujer.

- Mi mujer fue a consolar a las princesas, apenas llegamos dijeron que estaban inconsolables. -

- Me parece una falta de respeto hacia mi persona, pero lo pasare por esta vez, mis hijas están desoladas. - El rey solo negaba con la cabeza, mostrando su dolor.

El duque Jeon solo cerro sus ojos al oír él mismo su mentira, su mujer había ido en busca de su hijo, era esa la oportunidad de emparejarse con una de las hijas del rey y el volverse el nuevo rey.

Debía actuar rápido.

- ALTEZA! ¡ES HORA DE LLEVAR EL CUERPO DE LA REINA A SU NUEVO Y ETERNO APOSENTO! - El eunuco real hablo fuerte.

- Vamos. - El rey se fue primero, seguido de los demás.

....

La gente en todo el reino al recibir órdenes que su caminata debía empezar, emprendieron paso, todos vestidos de negro y con rosas en sus canastos.

- La reina, una mujer tan buena. - Una anciana hablaba llorando.

- Actúa así porque tiene una nieta que es buena candidata. - Mina observo como la mujer casi se desmaya.

- Hipócrita. - Nayeon murmuro bajo.

- Taehyung. - Somin toco el hombro de su amigo. - Jungkook está detrás de nosotros.

Se oyeron risas bajitas al oír aquel nombre.

- Taehyung hola. - Jungkook suspirando se detuvo a un lado de Taehyung. - Hoy el trabajo fue duro y cansado, pero al fin pudimos acabar, era un proceso muy largo, nos tomó dos semanas terminarlo. - Jungkook le contaba todo su día a Taehyung emocionado.

Los amigos de Taehyung sonreían por como de emocionado estaba Jungkook, pero Taehyung era otra cosa.

- Jeon, me interesa una mierda todo lo que te pudo haber pasado hoy, pudo haberte pisado un elefante y te prometo me hubiera importado muy poco, así que mejor cállate y camina. - Taehyung cargo mejor a su bebé el cual extendió sus brazos hacia su otro papá.

- Si tienes razón, también debes estar cansado y no, no me piso ningún elefante, solo un caballo, que inteligente eres Taehyung. - Nayeon y Mina suspiraron apenadas por como Jungkook buscaba lo bonito a los desprecios de Taehyung. - ¿Puedo cargar a Jungwon? -

- Si. - Taehyung beso la mejilla de su hijo y se lo paso a Jungkook quien con una sonrisa beso la frente de su hijo.

- Dada hoy comí dunasno. - El pequeño bebé ya hablaba, si bien no era perfecta su habla, pero por lo menos se le podía entender.

- Me alegro mucho hijo mío. -

La camita continua hasta estar todos reunidos frente a aquel gran rio, uno a uno la gente ponía su flor y otros ponían sus linternas, eran limitadas, no todos podían botar aquello al rio.

- VAYA EN PAZ ALTEZA! - El grito de muchas personas empezó a sonar.

La reina se había ido, ya nunca más volvería.

- Jungkook. - Yeonjun toco el hombro de su ya amigo.

- Dime. - Jungkook observo sonriente a su pequeño amigo.

- Dicen que tú mamá está aquí y quiere verte. - Aquel comentario no pasó desapercibido por Taehyung quien rápidamente quito a su hijo de los brazos de Jungkook.

- Ella debería estar en el castillo. - Jungkook no podía entender la razón.

- Seguro es para que vayas y consueles a las princesas tonto, para que te cases y seas el futuro rey. - Taehyung hablo con enojo.

- Ya Taehyung tampoco te pongas tan celoso. - Nayeon sonrió y empujo de manera suave a su amigo.

- No, pe...pero q. que dices Nayeon. - Taehyung se sonrojo mucho al oír aquello.

- Jungkook querido ve, es tú madre, debes mostrar tus respetos. - La señora Choi observo al chico, y Jungkook suspirando se fue.

No iba a negar que los celos de Taehyung le pusieron feliz.

Corrió lo más rápido que pudo hasta la puerta de la casa de la gran duquesa.

- Mamá. - Jungkook respiraba de manera irregular. - ¿Qué haces aquí? -

- Vengo a por ti, para que vayamos al castillo y estés con alguna de las princesas, para que des las condolencias y mejor aún contraer matrimonio lo más antes posible, serás el futuro rey hijo mío. - La mujer hablaba con emoción.

- Mamá sabes que yo no quiero eso, no es lo mío. - Jungkook se sentía incomodo estando frente a su madre. - Yo estoy feliz donde estoy. -

- Por favor Jungkook! - La mujer respiraba agitada. - Vamos hijo, aquel niño te volvió loco, te embrujo, tú no eres así. -

- Mamá basta, yo no quiero ser rey mamá. - Jungkook se alejaba de manera lenta de su madre. - Que sea otro el rey, yo no y deja de hablar mal de Taehyung, te lo prohíbo, aléjate de nosotros si tus intenciones no son buenas. -

- Si no te casas tú, será tú prima quien se case. - La mujer sabia el cariño que le tenía Jungkook a su prima.

- Pasa por el cuerpo de Yoongi antes, tú no tienes potestad sobre ella. - Jungkook se fue y dejo a su madre sola.

La mujer sentía que moría en ese instante.

- Maldito Taehyung, me lo pagaras. -

...

Hecha toda la ceremonia del entierro y los protocolos correspondientes, los ministros se reunían una vez más frente al rey, los duques y duquesas.

- ALTEZA! ES HORA DE BUSCAR A UNA REINA, SEA DONCEL O DONCELLA. - Uno de entre todos gritos.

- ¡QUE OSADIA, PEDIR ESO CUANDO LA REINA FALLECIO SOLO HACE UNAS HORAS! - El duque Jeon hablo fuerte.

No podía permitir eso, primero debían comprometerse su hijo con una princesa.

- CALLA DUQUE JEON! - El grito del rey asusto al duque quien avergonzado bajo la cabeza. - Estoy de acuerdo con el ministro Oh, la puesta de la reina fallecida debe ser ocupado de manera inmediata, debido a que el enemigo puede tomar eso como a su favor. -

- MAÑANA A PRIMERA HORA TRAEREMOS NUESTRAS SUGERENCIAS ALTEZA. - El grito de otro hombre resonó en todo el lugar.

- Que así sea, vayan y descansen. - Todos hicieron una última reverencia y empezaron a salir.

El rey observo como la duquesa Solar se iba junto a sus sobrinos, tenía sentimientos encontrados, pero el más fuerte salió a la luz.

- Pronto mi bella flor, muy pronto. - El rey sonrió al pensar en aquel cocinero de la duquesa, al fin iba a ser suyo.