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- Esta hecho alteza. -  Taehyung acomodo su cabello por última vez y dando una sonrisa asintió a lo dicho por Mina.

- Denle la hermosa noticia a las princesas. - Mina asintió y rápidamente salió a cumplir su orden.

Taehyung observó como su hijo aún dormía, estaba tan acomodado en aquella gran cama que le daba pena tener que despertarlo.

- Cariño. - Lo movió de un lado a otro y el niño sólo hizo un puchero de incomodidad. - Amor despierta, debes ir con tu papá a pescar. -

Había decidido mandar a Jungkook y su hijo de día de pesca, no quería que vean nada.

- Esta bien, pero en la noche comemos pescado. - Taehyung le había dicho que debía pescar para que pueda alimentar a todo el pueblo.

Y este al ser tan solo un niño pequeño y con una gran ilusión acepto.

- Alteza el señor Jeon esta aquí. -

- Tu padre va alistarte, yo debo ir hacer algunas cosas. - Beso la frente de su hijo y salió de su gran habitación.

Afuera estaba Jungkook y por protocolo tuvo que bajar la cabeza, ante los demás aún era el niñero y entrenador de Jungwon.

- Cuide bien de mi hijo. - No dijo más y  continuó su caminata, los guardias y sirvientas que debían seguirlos estaban cerca de él.

Su camino se detuvo una vez llegó a las puertas del palacio. Lanzó un gran suspiro y observando como Mina y los demás de sus sirvientes se pararon a su lado, se cargo de valor y dando una orden las puertas se abrieron.

Observó como todo el pueblo estaba ya reunido, observó a toda la gente.

El había vivido entre ellos por un buen tiempo, había visto el sufrimiento de su pueblo, sus desesperación al no tener que comer, los maltratos, las humillaciones.

Sabía bien del abuso que donceles como doncellas tenían, había visto como el ser abusadas era tan normalizado ahí, más que en Busan.

Corea era el gran reino, un reino tan déspota.

Observó como la gente lo observaba como duda y miedo, habían otras miradas de odio.

Pero él se encargaría de cambiar esas miradas.

— Mina, hazlo. — La chica rápidamente se paro frente a Taehyung y dando una respiración onda habló.

— TODOS MUESTREN SU RESPETO AL REY DONCEL QUIEN A PARTIR DE AHORA SERÁ EL MONARCA. — Mina se dio la vuelta y se arrodilló frente a Taehyung y los sirvientes como soldados la siguieron.

El pueblo al ver eso hicieron lo mismo

Ya estaba ahí, ahora debía actuar rápido y con cautela.

Porque Taehyung sabía bien de aquella mirada que quería matarlo, sentía su enojo.

— Cómo primer acto, voy a darle al pueblo lo que tanto a anhelado. — Taehyung observo a uno de sus soldados y este rápidamente dando la orden a otros, fueron traídos tres cuerpos envueltos en sacos.

— Yo fui testigo de como las princesas los humillaron, tanto al pueblo como a los soldados. — Taehyung observó a los soldados quienes sólo bajaron la cabeza. — Por ello ahora mismo les ofrezco lo que tanto querían. —

Taehyung dio la orden y las personas que estaban en los sacos fueron liberadas y las tres princesas  mostraron.

El pueblo hizo un sonido de sorpresa y aún más cuando vieron como las princesas estaban amordazadas y despeindas.

Las princesas eras personas para nada queridas del pueblo, todo lo que recibían de ellas era desprecio y odio.

Por lo que fue para muchos satisfactoriamente hermoso verlas así.

— Es sabido que cada cierto tiempo el rey hace una lucha, donde ustedes deben pelear entre ustedes por tan solo unos granos de arroz. — Taehyung empezó a caminar hacia el pueblo recibiéndo la atenta mirada de  todo el pueblo.

— Es por eso que ahora las cosas se van a invertir. — Taehyung se acercó hasta una de las princesas y tomando su mentó, sonrió con sinismo. — Las princesas van a pelar con ustedes igual y quien gane se llevará a su casa un costal de arroz más un kilo de carne de vaca. — El pueblo soltó un sonido asombro.

— ES HORA QUE VENGAN AQUÍ QUIEN QUIERE PELEAR CON LA PRINCESA SOOJIN. — Grito un soldado y hubo la duda en el pueblo, hubo el miedo.

Taehyung suspiro y al observarlos atentamente, señaló a una mujer que estaba atenta ahí.

— Subela y que se prepare. — Mina asintió y tomó la mano de la mujer quien asustada trató de detenerse.

Soojin fue puesta en medio de aquella gran plaza y su mirada de odio no bajaba de Taehyung.

La mujer fue puesta delante de Soojin y con una orden del soldado debía golpearla.

— Alteza, me da miedo. — La mujer temblaba en su lugar, no sabía si aquello era una trampa.

Taehyung camino hasta la mujer y tomando la mano de esta la obligó a darle una bofetada a Soojin, la princesa no podía asimilar tal acto.

En su vida alguien la había golpeado.

— Es fácil, está atada, ni podrá defenderse. — Susurro bajo Taehyung y la mujer se sintió en más confianza.

Por ello no dudo en darle otro golpe.

Y la adrenalina recorrió su cuerpo.

Tomó el palo que le habían dado y con toda la fuerza que tenía la golpeó.

La mujer recordó cada acción de las princesas, cada dolor que pasó su familia por culpa del rey.

Y lo desquito con la princesa.

Soojin no tenía ni como cubrirse y los golpes que la mujer le daba, era algo tan doloroso.

Los gritos de apoyo del pueblo eran tan fuertes que Soojin se sentía sola, vio hasta los mismos soldados apoyar a la mujer.

Dejó de sentir cuando su cabeza no podía más, se sumio en un mundo negro y frío.

La gente al ver como la mujer recibía una costal de arroz y un kilo de carne, pelearon por ser los siguientes en golpear a las otras dos princesas.

Jisoo y Rose corrieron la misma suerte.

Los cuerpos magullados de las tres princesas fueron transportados hasta sus recamaras propias siendo dejadas solas ahí.

— Que las vea el médico cuando despierten. — Mina asintió y fue a dar la orden.

El pueblo entero grito con emoción ante la sonrisa de Taehyung hacia ellos, había sido satisfactorio ver a las princesas en ese estado.

— BIENVENIDO REY TAEHYUNG. — El pueblo gritaba en emoción.

Taehyung sonrió en grande al saber que ya tenía al pueblo de su lado, ahora era cuestión de tener a los aliados de la reina madre a su lado.




























— No me gusta el cangrejo. —

— Es porque no lo prepare yo. — Jungkook carcajeo al ver el desagrado en el rostro de su hijo cuando vio al cangrejo volver al agua.

— ¿Vas a preparalo para mí? — Jungwon observó a su padre esperando alguna respuesta.

— Lo haré hijo mío, hasta tu papi Taehyung lo probará. — El momento tan íntimo que estaban pasando padre e hijo, fue tan hermoso que Jungkook no tenía que preocuparse en otras cosas.

Jimin veía a lo lejos como Jungkook besaba las mejillas de su hijo.

Y sintió celos al ver su sonrisa, Taehyung iba a disfrutar de su hijo y Jungkook, mientras él lo había perdido.

— Te odio Taehyung. —

Jimin lloro al recordar el cuerpo de su amado en sus brazos.

Alma mía- [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora