Alma mía- [KookV]

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- ¿Qué quiere de mí? - Taehyung no quería seguir escuchándola.

-Vengo a despedirme, de aquí sales muerto y si no lo haces afuera ya hay alguien que te espera para darte tú fin y tú hijo pasara a ser mi Jungkook y como hijo estará deprimido yo seré quien lo crie y lo eduque y en el arreglare todos aquellos errores que cometí en Jungkook. - La duquesa se acercó mas a Taehyung. - ¿Sabes? Tú madre trato de quemas vivo al señor que te violo, pero fue ella la que termino con medio cuerpo en llamas, ahora aquel hombre estará cerca de tú hijo porque soy yo quien le está dando asilo a ese hombre y lo mejor de todo muy pronto estará sano y su hambre está en tu madre, quien sabe y le toca lo mismo que a ti.- La duquesa sonrió en grande al ver como el rostro de Taehyung se volvió amarillo.- No te espera nada más que miseria Taehyung, ni aquí ni afuera, a tu hijo nada puedes darle, deberías dármelo a mi antes de que el pobre niña te quiera mas y sufra.- Taehyung sentía que se desmayaría.

- Usted quiere que Jungkook sea el rey.- La duquesa asintió mientras desviaba su mirada hacia el gran lago.- Yo volveré a su hijo en rey, pero desde ya le advierto que a su familia no le esperan rosas, a usted no le espera un lugar muy bonito y su marido será el ser mas desdichado.- Taehyung observo fijo a la duquesa.- Tanto me odia, tanto dice que atrape a Jungkook, pues ahora será peor, pues su hijo será mi mayor arma en esta pelea, sus días como duquesa están contados.- Taehyung paso de largo a la mujer quien se quedó helada en su lugar, la rabia con el que Taehyung le había hablado le había sorprendido.

Los sirvientes y la Mina siguieron a Taehyung, no se detuvo ni un solo instante, camino rápido y seguro hasta llegar a sus aposentos.

- Quiero que abras el pergamino y me digas de que trata la prueba. - Mina asintió y abriendo el pergamino se lo entrego. - Léelo por favor. - Jungwon seguía dormido y Nayeon asustada observaba los movimientos de Taehyung.

- La Alta Costura, consta en bordar una imagen, la que más desee el concursante, debe hacerlo en un total de media hora, pero lo interesante de todo es que ni un solo debe ser pinchado, no debe haber una sola gota de sangre. Lo que se evalúa en esto es la rapidez con la que actúa la reina o el rey doncel y el cómo es delicado a la hora de actuar y como sale ileso del problema, la belleza de la pieza que vayan a realizar debe ser perfecta. - Taehyung asintió.

- Señora Yie tráigame los instrumentos con los que debemos practicar. - La mujer asintió y fue rápido en su busca.

- Taehyung ¿Participaras? Escuche decir al chico con el que estabas el cómo podías escapar de aquí y su plan es perfecto. - Taehyung negó con la cabeza, estaba decidido.

Poder, debía tener poder sobre aquellas personas que quieran dañarlo.

Siempre bajo la cabeza, agacho la mirada ante todos y por ello todo pasaron encima suyo, una cosa es ser amable y otra muy diferente es querer ser esclavo de los demás.

- No escapare, quiero el título de rey doncel, seré la pareja del rey. - Taehyung observo a su hijo quien empezaba a despertarse. - Tengo mucho a mi favor y esta pelea yo la voy a ganar.

- Bello doncel aquí están los objetos con el que practicar. - Taehyung observo la aguja con la cual iba a practicar no tenía una punta filosa, pero estaba seguro que la punta de la aguja del día de mañana sería tan filosa que hasta la piel de elefante podría atravesar.

- Gracias, por favor quisiera el desayuno para mi hijo y las damas, y algo para ustedes si no comieron nada. - La mujer asintió y se fue junto a todos los demás sirvientes.

- Taehyung. -

- Mina se lo que vas a decirme, pero todo está planeado, necesito ese puesto, necesito ser el rey doncel. - Mina no dijo mas nada y solo observo como Taehyung besaba y mimaba a su hijo, no sabía que estaba haciendo Taehyung.

Las horas pasaron, Taehyung no salió en ningún momento de sus aposentos, no se dio la oportunidad de salir y visitar siquiera a su mejor amigo.

La noche ya había llegado y la gente prendía sus antorchas e iluminaba sus calles.

- Bello doncel, tiene la visita del hijo del duque Jeon. - Taehyung dejo a un lado la aguja y observo la gran puerta.

- DADA. - Jungwon emocionado salto en su lugar, quería ver a su papá.

- Que pase. - Las puertas se abrieron y Jungkook entraba por estas, sus ojos estaban rojos.

- Jungwon. - El pequeño niño corrió a los brazos de su padre quien lo abrazo y beso su cabeza y mejillas. - Mi amor es lindo volver a verte. -

- Te extañe mucho dada. - Jungwon se aferraba al cuello de su papá.

- Yo igual mi amor, yo igual. - Jungkook se dedicó ese tiempo a mimar a su hijo, lo había extrañado tanto.

- Mina, Nayeon déjenme solo con Jungkook y lleven a Jungwon a dar un paseo por favor. - Las chicas asintieron y llamando a Jungwon quien un poco triste acepto.

- Tae, estuve viendo formas de poder salir de aquí y halle una, Yoongi mi primo está aquí y dice que su novio Jimin igual entro a palacio, me dijo todo para que salgas de aquí sin ser lastimado. - Jungkook hablaba con emoción.

- Lo sé, Jimin me lo dijo. - Jungkook sonrió mas emocionado, más contento.

- Eso es perfecto, casi me mandan a matar por traición mas bien mi padre estuvo ahí. - Jungkook hablaba con una sonrisa en los labios.

- Jungkook yo voy a luchar por ser el rey doncel. - Jungkook observo a Taehyung como si tuviera dos cabezas.

- ¿Como? -

- Seré el rey doncel, quiero ese título, debo tenerlo. - Taehyung no podía decirle todo a Jungkook. - Pero necesito de tu ayuda, porque el rey también tiene sus días contados en palacio. - Jungkook no sabía que decir. - Quiero que cuando yo me vuelva el rey doncel tú le quites el puesto a tu padre de duque. -

- No sé cómo hacer eso. - Jungkook no sabía que hacer o decir.

Taehyung se levantó del lugar en el que estaba sentado y se acercó a Jungkook.

- Yo voy a ayudarte, pero quiero que tomes el lugar de tu papá, seas el duque amiguito del rey. - Taehyung se acercó tanto a Jungkook que estaba a nada de sentarse en su regazo. - Tengo grandes planes para ti mi vida. - Taehyung beso los labios de Jungkook.

Su primer beso después de tanto tiempo.

Sus labios se unieron al fin, en un momento tan delicado y perfecto.

El sello del inicio a aquella lucha, la alianza de ellos dos.