Maternidad Pokémon

Un gran esfuerzo (Pt. V)

N.A.: Hello, hello, yo de nuevo con una actualización madrugadora como siempre jeje... como saben, me gustaban mas los capítulos cortos por que así podía cortar en suspenso y dejar lecturas ligeras, además que así podía localizar mis errores mas fácilmente por si reedito las partes después. Pero en fin, los reto a encontrar donde "Hubiera" terminado este cap. Nos vemos al final de esta parte como siempre jeje.

Los sábados por la mañana son algo relajante, mas para quienes no tienen que trabajar ese día, o para los que aún están en la escuela. Un escape de la rutina pro dos días donde puedes descansar de mas u ocupar el tiempo en diferentes actividades a tu gusto.

Cindy siempre era alguien activa, por lo que lo cual estos dos días se dedicaba a las actividades físicas, salir a trotar temprano, volver a casa para desayunar antes de salir por las compras de la siguiente semana y pasar la tarde en distintas actividades del hogar como lavar la ropa, barrer el departamento o practicar nuevas recetas en la cocina. 

Su fin de semana era pacifico en general, tanto así que a veces narraba en voz alta lo que estaba haciendo o la forma en que lo hacia, con un poco de música ambientando para no sentirse sola, ya que aunque viviera con su padre, este no pasaba mucho tiempo en el departamento debido a su trabajo, la relación de ambos era distante y un tanto "Seca" por la falta de contacto y conversación entre los dos. Pero aún con esos problemas de comunicación, ambos se preocupaban por el otro y se ayudaban mutuamente para hacer que sus vidas fueran mas simples y llevaderas. 

—¿Voy bien? —Era lo que preguntaba el profesor Mitchell mientras conducía por las diferentes calles, paseando de lado a lado mientras su compañera solo revisaba su celular.

—Si, solo cruza a la izquierda en... dos calles —Hablaba desconcentrada mientras revisaba cada mensaje y llamada que entro a su teléfono mientras ella estaba durmiendo —Son demasiados mensajes, seguramente me gritará como si fuera una niña pequeña.

—Pero... lo eres —El mayor lanzo una pequeña risilla por su comentario, haciendo hincapié en la diferencia de edad entre ambos.

—No hagas nuestra relación tan incomoda —Dijo Cindy antes de guardar su celular en la mochila —A penas llevamos juntos unas seis o siete horas y ya me haces sentir que salgo con un anciano —Fue ella quien río al ultimo antes de cambiar su semblante a uno preocupado, al llegar a donde debían cruzar.

La calle donde vivía ella era bastante silenciosa, habían varios edificios departamentales y casas corrientes la gente estaba ahí, pero no había algo que realmente los motivara a pasear por la calle o siquiera salir de sus hogares y menos a esas horas del día, salvo por quienes salen a trabajar y el padre de Cindy era uno de ellos.

Aquel hombre robusto vestido con ropas viejas estaba parado frente a su edificio, con una mochila desgastada al hombro y una caja de herramientas en la mano; su rostro tostado pro el sol con esa barba descuidada que no corta en varios días solo expresaba preocupación por dos razones, una de las cuales estaba llegando en el auto de otro hombre.

—¡Papá! —Grito Cindy por la ventana, antes de bajarse —De verdad siento mucho haberte preocupado y llegar tarde, aunque es que ni llegue anoche y...

—Buenos días señor... —Fue interrumpida por el profesor, quien a su vez fue detenido por el padre de ella.

—Basta, solo basta... —Miro a su hija a la cara, se veía cansada y nerviosa, su ropa desarreglada y de su mochila sobresalían cosas que ella no guardo bien debido a la prisa que tenia —Es bueno ver que ya estas aquí, me alegra realmente que estés bien, te llame por bastante tiempo y no me contestaste y ahora entiendo por que —su tono de voz cambio de uno calmado y otro mas severo, como quien regaña una travesura.