Maternidad Pokémon

Solo queria un poco de compañía. (Gardevoir)

—Esto... Ugh... es incomodo y... duele un poco ¿Habré cometido un error? —Eso se preguntaba nuestra protagonista, una Gardevoir que se encontraba abrazando a un árbol, pero no estaba sola en esos momentos de ligero tormento, también había un humano detrás de ella que la estaba penetrando con cierta rudeza

Ella cerraba los ojos con fuerza mientras clavaba sus dedos en la corteza del árbol, su mejilla llegaba a rasparse contra la misma cuando ese sujeto se empujaba contra su cuerpo. Gardevoir solo podía dar ligeros gruñidos y gemidos mientras pensaba en como llego a ese punto.

Todo se reduce a lo acontecido hace dos días, era la temporada de anidar y su primer intento de conseguir pareja desde que alcanzo la adultez, buscaba un compañero ideal para pasar toda su vida juntos y poder reproducirse. Esa idea le encantaba, soñaba y anhelaba con conocer un fuerte y apuesto gallade o a un gardevoir amable con quien formar una familia numerosa y amorosa.

—¡Los ralts son tan lindos! —Se decía a si misma mientras lavaba su cara en el rio, debía verse lo mejor posible si quería conocer al macho de sus sueños. —Basta de soñar despierta —Se dijo para darse ánimos

—Por que hoy... hoy será el gran día, ya no eres una kirlia que observa en la distancia, ya dejaste de ser una chiquilla que no hace nada ¡Hoy conoceré al padre de mis hijos!

Lo que ella no esperaba es que al levantarse de ese arrollo y salir a los terrenos de "Cortejo" ya era demasiado tarde para conocer a los machos, otras gardevoir se habían llevado lo mejor y lo que quedaba no tardaba en irse con la hembra mas atractiva que pasara frente a ellos.  

Nuestra Gardevoir solo podía ver a todos lados viendo a los demas PKMN, solo eran algunos pidgey en los arboles, o caterpie que andaban por el suelo, también habían algunos beautifly revoloteando por ahí. No habían mas gallades disponibles, solo estaban esos gardevoir platicando entre unos arbustos de bayas, intento acercarse pero fueron mas rápidos que ella en eso.

Pues se levantaron y casi corriendo se presentaron frente a nuestra Gardevoir para hacer una sola pregunta: —¡Disculpa! ¿Eres macho? 

—Yo, yo... No lo soy —Respondió con nerviosismo —Pensé que alguna de ustedes lo seria 

—Bueno por nada y por todo realmente —Menciono una de ellas mientras el resto daba la vuelta para irse caminando —Resulta que todo lo bueno ya tiene una pareja y nosotras al igual que tu... tendremos que esperar otro año o ir a otra parte.

—Iremos justo ahora en realidad —Menciono una de las que ya se iban.

—Supongo que deberías venir con nosotras, a lo mejor aparezca algún interesante por ahí. 

—Yo... ¡Claro! —Exclamo al instante. 

Y tomando la mano de su nueva amiga empezaron a caminar por el bosque entre platicas y alguna que otra broma entre ellas, comenzaba a divertirse en ese pequeño viaje que hacia con el resto de las solteras que no se dio cuenta de cuando llegaron al otro campo de cortejo, aunque no encontraron nada. Fue como en el anterior pues solo habían otras clases de pokémon pero ninguno de su especie o tan siquiera de su grupo de huevo.

Y así fue en los demás campos de anidamiento, no encontraban nada compatible con ellas, lo mas cercano que vieron fue a un par de gallades caminando de la mano con una gardevoir shiny. 

—Bueno allá va el ultimo —Hablaba quien invito a nuestra protagonista a este paseo —Tontas azulitas, siempre se llevan lo mejor —Lanzo un suspiro en señal de su aparente derrota antes de encarar a su nueva amiga —¿Qué haremos ahora? 

—Si pues... ¿Acaso no hay otro de estos terrenos por aquí? —Preguntaba nuestra protagonista

—No lo creo, ya pasamos por todos los que conocíamos y de todas formas parecen haber muy  pocos machos, quizás vengan mas tarde o simplemente no llegué ninguno