Maternidad Pokémon

Te espero en casa (Pt. II)

Absol seguía en esos recuerdos, estaba bastante concentrada en las escenas que pasaban en su mente que estaba casi atrapada en ellos, sólo pudo salir de su trance debido al repentino movimiento dentro de ella.

—¿Qué pasa ahí dentro? —Dijo mientras movía su pata de de un extremo a otro de su barriga —Parecen bastante inquietos esta mañana —Exclamó pues era incluso evidente como sus crías se acomodaban en su útero, formando pequeñas protuberancias en su piel, que luego volvía a la forma casi esférica que mantenía la mayoría del tiempo.

—Están más inquietos de lo que esperaba, quizás debería estar empezando a anidar —Dijo mientras se bajaba torpemente del sillón —Mis "Necesidades" quizás puedan esperar un poco más, cuando ustedes me dejen sentir más libre —Concluyó mientras comenzaba a ruborizarse debido a ese encuentro íntimo con ella misma y sus recuerdos

El día paso más rápido de lo que cualquiera podría haber esperado, y de pronto ya era bastante tarde y Rob apareció abriendo la puerta —Hoy salí temprano —Dijo en voz baja mientras cerraba detrás de si. —¿Qué tal todo en casa? —Lanzó la pregunta al aire, pues era evidente que era al único en el lugar.

El televisor apagado, el sillón y la mesa de centro ordenadas y el piso limpió. La cocina y comedor del fondo estaba vacía y el único sonido que se escuchaba provenía de su habitación —¿Estas aquí? —Preguntó mientras empujaba la puerta, notando como todo estaba en un ligero desorden.

—Rob, que bueno que volviste —Absol emergió de entre ese closet que estaba en la pared —¿Al final compraste el libro o investigaremos en la computadora?

—Creí que ya habrías leído algo. ¿Qué paso en este lugar? —Se acerca a la cama y se sienta en la misma para poder cambiarse los zapatos por unas sandalias —Pensé que ibas a ordenar como haces siempre, pero hoy desordenaste un poco.

—Lo hice, pero luego me detuve para preparar algunas cosas.

—¿Cocinaste algo?

—No realmente —Dijo antes de subir a la cama también, y acomodarse de lado, encarnado a su amante —Tienes razón, estaré dando a luz dentro de poco, así que decidí crear una especie de nido, supuse que el closet sería un lugar privado y cómodo para entregar a nuestras crías.

—¿Ya estás en labor?

—No, todavía no; pero siento que el espacio en mi vientre se agota, así que lo estaré pronto.

—Entiendo —Rob miró a su compañera por unos momentos, analizando su maternal figura un momento —¿Puedo sentirlo?

—Adelante —Respondió ella —M-mi cuerpo es tuyo —Finalizó apenada mientras se acomoda sobre su espalda, dando una mejor vista de su centro hinchado.

Él poso su mano casi en el centro, para luego deslizarse desde arriba hasta abajo, sólo se detuvo cuando ya estaba cerca de llegar a esa zona tan íntima, prefirió no ir más allá y se concentró en sólo acariciar su barriga con suavidad, prestando atención a las sensaciones provocadas por los movimientos en su interior. —Hoy parece bastante activo

—Sobre eso, Rob... creo que tendremos más de uno, puedo sentir bajo mi piel como hay más que sólo cuatro patitas —Suelta un suspiro antes de seguir hablando —Pero creo que era muy evidente, mi estómago creció demasiado para ser sólo de uno.

—Ya veo... Bueno, es en parte una buena noticia, nos ahorramos hacerle un hermanito en el futuro —Dijo mientras retiraba su mano, algo que dejó perplejo a la Absol.

—¿Entonces ya no quieres que te de más hijos? —Preguntó exaltada.

—Con mi trabajo actual sería mejor esperar un poco si pensamos tener un tercero —Finalizó con una risa nerviosa. —¿Tu quieres tener más?