Te espero en casa (Absol)

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Era hora de levantarse, estirar un poco las extremidades y articulaciones, dar un suspiro que expulse todas las malas vibras y prepararse para salir a un nuevo día...

Eso hubiera pasado si no fuera por un pequeño gran problema... Y es que vivo en un departamento pequeño, junto a mi pareja y responsable, un hombre que trabaja casi todo el día y por lo general yo iba con él, lo acompañaba a tomar el tren, a las compras, algunas veces a su trabajo incluso. Y también lo esperaba en la estación cuando regresará, para así volver juntos a casa.

Esa era la vieja rutina, la actual es solo despertar y ayudarlo a empezar bien el día. Y luego solo espero sentada frente a la puerta o acostada en la cama pues ser una Absol embarazada es sinónimo de ser un foco de atención muy grande. Así que ahí empieza el día, conmigo mientras me levantaba con cuidado, bajando de la cama del entrenador, quien de forma tosca y perezosa también se ponía de pie —Buenos días amor, ¿Qué harás hoy?

—Lo mismo de siempre —Dijo él —Ir a trabajar, comprar algo para la cena y... quizás compraré un libro mientras vuelvo.

—¿Un libro? —Pregunto mientras le seguía el paso fuera de la habitación

—Si, un libro... solo mírate, tu vientre ya casi llega al piso —Ella se detuvo al escuchar aquello, miró hacia abajo; su antigua figura fina pero agresiva típica de su especie se había transformado en una forma bastante redondeada

—Ese o esos bebés llegarán pronto, y necesitó saber cómo proceder con... "esa" tarea.

—Bueno... —Ella se sentó a dos patas, poniendo una de sus palmas sobre su vientre, acariciando con cuidado y en círculos —Eso también podemos buscarlo en Internet, además... no creo que sea tiempo de preocuparse del todo.

—Nunca es tarde ni temprano para ese momento —En su tono se notaba cierto nerviosismo, era algo nuevo en él, pues siempre parecía lleno de confianza en sí mismo —Así que supongo, y podremos leer sobre eso en la computadora, cuando regrese a casa. —El día después de eso paso a ser un tanto complicado, pues ella solo vio cómo se preparaba, se ponía ese uniforme ridículo y salía por la puerta, dejando tras de sí el sonido de la llave poniendo seguro a la puerta.

Ella entonces se devolvió a la pequeña cocina y comedor que tenían, sirviéndose algo del refrigerador mientras pensaba lo que pasaba en ese momento, pues su compañero ahora era una persona completamente diferente, más preocupado y más dedicado pero a la vez distante y despreocupado en otros asuntos, como el atenderla a ella o darle las caricias que antiguamente siempre rondaban entre los dos; como cuando se sentaban en la noche a ver televisión, donde Absol descansaba con la cabeza en su regazo y el pasaba su mano sobre toda la espalda, prestando cierta atención abajo, donde aplicaba un poco de presión con los dedos, sujetando con cierta firmeza aquella parte de sus muslos.

—Él resultaba bastante atrevido antes —Se decía mientras terminaba su comida —Parece que cambio desde que se enteró de ti —Hablo para su vientre —Supongo que quiere ser un buen padre, o tal vez mi nuevo cuerpo le cause incomodidad —Suelta una risa mientras pensaba en su físico actual —Quiero hacerlo como antes, cuando luego de dos besos ya estábamos dando vueltas en la cama, pero... creo que entiendo como ahora me presta más atención e intenta ser menos brusco...

Al terminar el desayuno, miro el reloj: 11:40 AM. Resultaba ser ya bastante tarde, el tiempo voló mientras pensaba y dejaba a sus hormonas ocupar ese espacio de su mente. así que prefirió dedicar el resto del día a otras actividades, aunque en su estado era un tanto complicado hacer varias cosas como limpiar debajo del sofá, o tender la cama de una forma ordenada, se sentía cansada con facilidad, así que daba prolongados descansos mientras hacia todo esto, soltando suspiros largos y continuando por solo minutos. —Parece que yo tampoco soy la misma de antes...

Maternidad PokémonWhere stories live. Discover now