Mismas costumbres (Braixen y Delphox)

472 19 20
                                    

Según los estadistas, muchos sucesos ocurren al mismo tiempo en muchos lugares diferentes, con la extensión del planeta podemos inferir que es cierto, es algo tan basto que resulta imposible negarlo, aunque a veces el mundo se hace pequeño, y lo que parece imposible termina ocurriendo a la vuelta de la esquina, o incluso bajo el mismo techo.

Tomemos por ejemplo el caso de Tina, una Delphox que roza los 35 años, de porte elegante y un cuerpo bastante dedicado, dedicada con su familia y con su trabajo como asistente en una pequeña clínica privada, muchos la verían como una hembra ejemplar, que vive una vida sana en la gran ciudad junto a su hija Tara, una Braixen que cursa el último año de bachillerato.

Tara es igual que su madre a la vez que resulta ser opuesta, no es tan dedicada a sus estudios, pero si lo es a sus amigos y familia, una jovencita alegre y atractiva que confía en su coquetería y confianza para socializar y romper corazones. Aunque no esté en el cuadro de honor, es bastante educada y respetuosa pues no se mete en problemas por ningún motivo.

—La verdad es que no quiero meter a mi madre en problemas —Mencionaria Tara a un chico humano que la llevaba de la mano por las calles de la ciudad —Estos días se encuentra un tanto enferma, supongo que es cosa de su trabajo, me contó que se quedó hasta tarde con el doctor paea limpiar el desastre que hizo un chiquillo en la clínica.

—Ella es enfermera, ¿no es asi?

—Digamos que si, siempre le gustó la salud y esas cosas, se que pensaba graduarse de eso pero... yo nací.

—Vaya, debe sentirse extraño.

—Para nada, en ese tiempo teníamos a papá y pues... ella lo amaba con locura  dejo la universidad para irse de viaje con él y tenerme tranquila, hasta donde recuerdo, siempre fuimos unidas, eramos más como unas buenas amigas que una madre y jna hija.

—Entonces... ¿No le importa que hagas travesuras por ahí?

—Solo digamos... que ni yo sabia que se suspenderian las clases

Era verdad, no hubieron clases ese día  aunque llego temprano para enterarse, se tomaba su tiempo para volver a casa, más si era en compañía de su novio, un muchacho que a diferencia de ella no llevaba uniforme escolar.

—Será mejor que nos apuramos entonces, no sea que te vea algún conocido.

—Oye, oye más despacio —Alegó deteniéndose en seco y tirando del brazo de su novio, haciendo que este la viera de frente; vestía una falda (acortada por la usuaria) negra de cuadrícula roja, con un suéter a tono en el que estaba bordado el escudo del instituto. —Si haremos esto, será mejor tomarnos nuestro tiempo.

Con un guiño y un leve tiro a su falda  mostrando un poco más del muslo, logró sonrojar a su acompañante, quien dio una risa burlona antes de invitarla a continuar el camino, después de todo...

—¿Sabes? Me parece que hay un pequeño hotel aquí cerca...

Mientras Tara se sonrojada y reía en compañía de aquel muchacho, su madre sólo estaba al pendiente de su celular, se encontraba acostada en un sofá fuera del consultorio de su médico, en el área de espera para los pacientes que supuestamente habían planificado una cita para ese día y esa hora. Tina estaba un tanto desesperada. Si bien podría volver a su pequeño cubículo detrás de aquel mostrador que también servía como mínimo farmacia, prefería estar tendida en esa posición debido a un cierto malestar que lleva consigo desde principios de la semana.

—La cabeza no para de darme vueltas —Menciono al aire mientras revisaba su celular una vez más —Que el doctor Se tarde lo que quiera con esa paciente, después de todo los otros ni han llamado para cancelar su cita.

Maternidad PokémonWhere stories live. Discover now