Cocinando algo nuevo (Pt. III)

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—¿Quieres ver mis pechos? —vaya pregunta la que le habían lanzado a Jhonny, quien seguía de espaldas a pesar del manjar visual que estaba con él.

—Bueno yo... Si, quiero ver tus pechos —Contestó nervioso, pero sin voltearse. 

—Eso es lo que quería oír—Agregó ella —Date la vuela y mírame —Dijo de forma coqueta.

Aquel llamado cautivador hizo que el cocinero lentamente comenzará a girar su cabeza, para intentar ver sobre su hombro a esa sirvienta Lopunny, ella era toda una belleza con su vientre plano, esas caderas amplias que sujetaban sus pantaletas de color negro que estaba muy ajustada a su zona íntima, y claro arriba estaban sus brazos, con las palmas sobre cada pecho, eran un tanto pequeños pero se notaba que eran blandos y afelpados con ese bello pelaje marrón.

—Veo que eres fácil de controlar de esta forma —Exclamo con una sonrisa confiada.

—No te lo creas mucho, es solo que me dio curiosidad tu invitación —Hablo ya estando frente a frente.

—Al menos sé honesto esta vez Jhonny, de nada te sirve fingir que tienes una enorme fuerza de voluntad. 

—Esta bien, lo admito —Suspira —Eres una hembra muy bonita, una chica sexy y... Bueno, me gustas tanto que la otra vez no me pude contener y termine por darte esa nalgada, es que simplemente me gustas y eso me hizo actuar como un idiota.

—Gracias por ser honesto, me hace pensar que te mereces un premio

Aquella Lopunny quito sus manos cuando dejó de hablar, dejando que Jhonny pudiera ver sus pezones, eran de un color negro profundo y se encontraban erizados debido al contacto con el agua fría que le cayó recién.

—Vaya, no esperaba esa recompensa.

Sally tenía ahora sus manos puestas en la cadera, como si estuviera posando en una pasarela. Era una chica algo reservada pero le gustaba presumir su cuerpo.

—Y bien pequeño Jhonny, ¿Qué se siente verme sin la necesidad de espiarme?

—Bastante bien, siempre quise verte así —Su habla era la de alguien nervioso

—Bueno, iré a cambiarme y mientras tu solo termina con la comida, te veré en un rato.

Así lo dicto como si se tratase de ordenes, dejando de nueva cuenta al cocinero en solitario, quien viendo ahora solo esa playera tirada, prefirió seguir prestando atención a lo que estaba por sacar del horno.

El día paso y ambos parecían distantes a pesar de como platicaron, o que juntos comieron un poco de todo lo que fueran encontrando entre las repisas y las ganetas al quitar los seguros y los candados que cerraban cada mueble.

El almuerzo de ese día fue el pan casero que estaban preparando el capítulo anterior; acompañado por varios vegetales y una salsa agridulce que había en el refrigerador. La comida se disfrutaba viendo una película en los sofás de su jefe:

Sally estaba en uno de los individuales, ella se encontraba acostada de tal forma que su cabeza y una de sus piernas estaban en los reposa brazos, la otra colgaba fuera del sillón, dejando ver una pose bastante descuidada y sugestiva, muy sugerente si tomamos en cuenta que solo vestía una blusa blanca bastante vieja y su ropa interior. Sobre su abdomen estaba un plato con ese sándwich improvisado.

Por otro lado estaba Jhonny, él estaba acostado en el sillón de tres plazas, de vez en cuando dejaba de prestar atención a la televisión para centrar su mirada entre las piernas de la sirvienta, abiertas "De par en par" casi como invitándolo a mirar.

—La película no está entre mi ropa interior —Era claro que sentía la mirada.

—No es lo que piensas, solo me preguntaba por qué no te pusiste un uniforme o algo.

Maternidad PokémonWhere stories live. Discover now