Maternidad Pokémon

Cocinando algo nuevo (Part. II)

Nota de autor: Ok... ya tenia muy abandonado esto, pero siento que esta parte será del agrado de todos, no como las vez pasada que la continuación se sentía demasiado floja y el final... tzzzz... he visto mejores finales en animes de pésima calidad. 

En fin, a la historia: 

La noche de ese día estaba llegado, el jefe había salido hace pocas horas, se fue temprano pero aun así no almorcé bien, me distraje moviendo todo en la cocina de nuevo, no quería que la Lopunny entrara y se sirviera cualquier cosa. Incluso traje una cadena que encontré, el viejo en sus años dorados era fanático de las bicicletas, así que un candado de esos bastaría para que ella no pudiera abrir el refrigerador, otros dos mas para algunas gavetas y ¿Por que no? metería los dulces, golosinas y cualquier otra chuchería al closet de mi recamara, no creo que se atreva a ir por ellos. 

Finalmente, en la noche ella solo llego, vio los candados, me dedico una mirada furica a la que no le preste atención, prefería fijarme en como parecía solo estar vistiendo una enorme playera vieja y arrugada, de seguro era esa su pijama. Se sirvió lo que encontró y se retiro, yo hice lo mismo unos segundos después, no había mas nada que hacer en la cocina. 

—Candados en toda la cocina, Je... como si el jefe no tuviera llaves extra —Interrumpió ella fuera de la sala mencionada.

—Bueno, debo tomar medidas preventivas... si voy a ser despedido, al menos podre decir que me fui cumpliendo mi ultima misión. 

—Claro, como quieras —Mete a su boca un par de esos "Cereales" que comía con regularidad, antes de continuar hablando esta vez con la boca ocupada —No te resististe a tocarme, y ahora resulta que tienes la convicción suficiente como para no hacer caso a mis demandas.

—Ya te dije, fue solo... compañerismo.

—No, no lo fue —Ella se da la vuelta y empieza a caminar en dirección a su habitación —Yo se que te gusto, después de todo... ¿No te parece raro que tuviera que agacharme o estirarme tanto para tomar los utensilios de limpieza? 

—¿D-disculpa?

—Es demasiado obvio que buscabas ver lo que había bajo mi falda —Dijo antes de llegar a su puerta —La paciencia tiene un limite pequeño Jhonny, comprende eso y quizás madures un poco, jovencito calentón —No fue un portazo, pero el como cerro si fue algo contundente, pues daba a entender como ella siempre estuvo al tanto de esa artimaña.

Y así termino el primer día sin su jefe, ambas partes peleadas por un tema un tanto serio, pues es incomodo convivir con un fisgón que aparentemente nunca fue lo suficientemente discreto. Aún así, algo en la mente del cocinero quedo resonando ¿Cuándo se dio cuenta de esos trucos para espiarla? algunos habían sido descarados, como los bancos y las repisas altas, otros habían sido mas elaborados, como encerar bien el piso para observar ciertos reflejos o el de utilizar cuchillos pulidos, para que de esa forma fueran como espejos con los que podía observar el contoneo de esas caderas y esa pequeña colita afelpada pero tentadora.

Pero dejemos de pensar en eso —¿Por que no dijo nada entonces? —Se pregunto mientras se recostaba en su cama, pensando en eso y en la escena de cuando recién los dejó solos su jefe —¿Entonces si me insinuó algo hace rato cuando me visito en la mesa? —Era complejo, quizás esa era una trampa aun mas elaborada que sus técnicas de espía.

Pasemos directamente a la mañana siguiente, el cocinero despertó temprano, escucho algunos ruidos fuera de su puerta, por lo que solo salió de su cama a toda velocidad, sin importar si estaba presentable o si su habitación estaba ordenada, solo le interesaba averiguar que estaba pasando. 

—¿Qué estas haciendo? —Interrogo el chef.

—Bueno... al jefe le gusta beber antes de dormir, siempre me pide que le lleve una en mitad de la noche —Se levanta de su lugar —Llevaba algunos días sin sacarlas y se acumularon bajo su cama, iba a ser una broma para ti, despertabas y tropezabas con este desastre pero... claramente no funciono mi idea.