Doce.

1.1K 90 21
                                    

Corrí hacía mi habitación apenas llegué a casa, me lancé bajo la cama y saqué el vestido azul que me regaló Kai, no pude evitar sentirme culpable por haberlo usado con alguien más antes de usarlo con el, pero eso no era lo importante ahora.

Corrí escaleras abajo y metí el vestido en la lavadora presionando el botón de "play"

Ahora faltaba lo más complicado, mi madre.

Durante todo el camino no paraba de pensar en si me iba a escapar o si iba a pedirle permiso a mi madre, no queria escaparme porque me había jurado a mi misma que no volvería a hacer nada así, pero estaba castigada y sería imposible que mi madre me dejara salir.

Aquel día mi madre estaba trabajando hasta el día siguiente, pero aquello no significaba que sería más fácil escaparme, por el contrario, ella iba a estar llamando a cada rato para confirmar que estaba en casa, y como iba a hacerme pasar por dormida si estaba en otro sitio.

Tomé valor y marqué su número, intentaría pedirle permiso.

Hola querida, Me alegra que ya estés en casa. —Dijo mi madre respondiendo a través del celular. —Déjame pasar a video llamada.

Aproveché para secarme mis manos húmedas del sudor gracias a los nervios.

Ahora si. —Dijo mi madre apareciendo en la pantalla, llevaba su cabello rubio recogido en un moño trás su cabeza, las gafas puestas sobre sus ojos y un café en su mano. —¿Cómo está todo?

—Increible. —Dije sonriente dándome cuenta de que estaba exagerando. —¿Cuándo vuelves del trabajo?

Mañana en la mañana estaré de vuelta, probablemente llegaré antes de que te vayas a la universidad, aunque no puedo asegurar nada. —Dijo despreocupada. —Pero ya tu sabes cómo funciona mi trabajo, ¿por qué la pregunta?

—Es que necesito salir. —Dije mordiendo mi labio nerviosamente.

—¿Tienes que comprar algo? —Preguntó mamá.

—No, es que me han invitado a un sitio muy importante al que realmente quiero ir. —Dije, mi pulso temblaba.

Sabes bien que no puedes salir, y menos si es con tu amiguita. —Dijo en un tono autoritario.

—No es con Beth. —Dije.

—¿Con quién es entonces? —Dijo ella sorbiendo de su café.

—Es que hay un chico qué—Alcancé a decir cuando mi madre escupió el cafe que acaba de sorber encima de su celular, empañando toda mi vista.

Eso no colaboró con mi crisis nerviosa, el miedo de que ella se hubiera molestado más de lo que estaba me ponía los pelos de punta.

Jugueteaba pasando mi peso de un pie a otro mientras ella limpiaba la pantalla de su celular, lucía alterada.

—¿Qué me haz dicho? —Dijo con una voz molesta.

—Hay un chico mamá, el me invitó a una reunión familiar y realmente quería ir.

—¿Es el chico con el que salieron tú y tu amiga el día que se escaparon?

Por un segundo me asusté pensando que ella se había dado cuenta de que me había escapado hacé dos días atrás, pero cuando escuché que mencionó a Beth recordé que se refería a la semana anterior.

—No salimos con ningún chico mamá. —Giré los ojos enojada. —Es un muchacho que conocí en la universidad, es un chico increíble, se llama Huening Kai.

Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT  [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora