Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]

Veintisiete.

Yeonjun me miraba fijamente desde una silla frente a mi, estaba sentado y apoyaba sus codos en sus rodillas, formando un puño con ambas manos donde reposaba su barbilla. Sus ojos eran muy brillantes cuando tenía curiosidad, cada centímetro de su cara parecía la de un ángel, sus labios rosaceos y cabello negro hacían que su pálida piel resaltara, en ocasiones dudaba de si realmente era real.

—Creo que así está bien. —Dijo Yeonjun, su cabello rebotó cuando asintió, una linda sonrisa iluminó su rostro—Le queda muy bien.

—¿Eso crees?—Preguntó Kim detrás de mi. —Jason, danos tu opinión.

El novio de Kim desvió la mirada de lo que parecía ser un entretenido videojuego en su celular, posó sus ojos en mi y asintió. —Creo que le queda mejor que antes. —Dijo, levantó su pulgar por un segundo y devolvió su atención al videojuego. 

—Kat, solo faltas tú. —Dijo Kim suavemente, era sumamente amable. —Mírate al espejo y dime si está bien así o si lo quieres más corto.

Suspiré, Yeonjun había llamado a Kim para que arreglara mi cabello, y definitivamente llegar a casa con el cabello corto era mejor que llegar con el cabello mitad largo y mitad corto, de todas formas era difícil para mi afrontar el cambio, no era el tipo de persona que sentía dependencia emocional hacia su cabello pero si me hubiese querido cortar el cabello definitivamente hubiese elegido una mejor manera, me levanté para mirarme en el espejo del baño, Yeonjun no tenia más espejos en casa además de ese, tenía miedo de lo que vería, sentía que había cortado con mucho dentro de mi, mucho más que simples mechones de cabello.

Entré al baño y cerré la puerta detrás de mi, el terminar de cortarme el cabello había desatado una mayor cantidad de ansiedad en mi, sabía que Yeonjun no me daría nada para calmarme, hasta le había dicho a sus amigos que ni siquiera fumaran en casa.

Caminé lentamente hacia el espejo con miedo de ver lo que me esperaba en el reflejo. Cerré los ojos y apreté los puños, tuve que controlar mi respiración un rato antes de atreverme a abrir los ojos, tomé aliento e hice una pequeña cuenta regresiva antes de atreverme a mirarme, abrí lentamente los parpados hasta que mi reflejo me impresionó, no sabía quien era la persona frente a mi.

Reí nerviosamente y cubrí mi boca con una mano, lucía mejor de lo que esperaba. Sacudí la cabeza notando como el cabello rebotaba con el movimiento, era suave y fresco, era una sensación sumamente diferente a lo que creía que sería, una risa se instaló en mi cuerpo, la tensión que había sentido antes se rompió en el momento que me vi y noté que me veía totalmente cambiada, y sobretodo que me sentí mejor que antes. Había cortado con una raíz, había cerrado un ciclo, había decidido, y había optado por lo que me hacía feliz.

Salí emocionada por la puerta, todos pusieron su atención en mi.
—Está perfecto. —Reí, dirigí mi miraba hacía Yeonjun quien lucía feliz por verme satisfecha. —Aunque creo que me parezco un poco a tu hermano.

Yeonjun hizo una expresión de disgusto. —Que asco, no te pareces a Beomgyu. —Imitó arcadas y después estalló en risas. —Tu eres hermosa, el parece un gusano.

Giré los ojos. —Creo que nos vemos exactamente iguales, hasta podríamos ser hermanos. —Dije imitando molestarme.—Lo que significa que acabas de decir que parezco un gusano.

Yeonjun se puso de pié y en un instante estaba de pié junto a mi, apoyó su mano en el marco de la puerta del baño haciendome retroceder unos pasos hacia atrás.
—Es muy incómodo que te compares con mi hermano. —Alzó la esquina superior de su labio. —Sobretodo si quiero comerte.

—¡No digas esas cosas!—Abrí los ojos con asombro y el sonrojo no tardó en cubrir mi rostro, puse ambas manos en su pecho y lo empujé para que me dejara salir del baño, el bromeó poniendo presión y pasé por debajo de su brazo, ventajas de ser baja. Observé la ciudad a través del inmenso ventanal, parecía que podía ver cada rincón desde ahí, el sol había comenzado a ponerse y sabía lo que eso significaba. —Creo que tengo que irme.