Oficialmente mi sensación favorita en el mundo era ir en la motocicleta de Yeonjun mientras lo rodeaba con mis brazos, sobre todo porque las únicas veces que lo había hecho había estado drogada y todo se sentía maravillosamente suave.
Me recosté a su espalda y cerré los ojos dejándome llevar por la maravillosa sensación de mi pelo moviéndose con fuerza y chocando con mi cara, era maravilloso. La motocicleta se detuvo antes de que yo lo deseara y me vi obligada a despegar mi cuerpo del suyo, sintiendo inmediatamente el vacío de su cuerpo.
—Ya llegamos. —Dijo Yeonjun quitándose el casco.
Miré mi entorno reconocimiento inmediatamente el lugar. -Pensé que con "Te llevaré a casa" te referías a tu casa. —Me quejé bajándome del vehículo.
—Estarás mejor aquí. —Dijo el bajándose de la motocicleta.
—¿Hacía dónde vas? —Pregunté mirándolo confundida.
—A tu casa, no dejaré que te vuelvas a escapar. —Dijo relajado, era insoportable de vez en cuando.
—Yo no te invité a entrar. —Dije mientras introducía la llave en la cerradura.
—No estas en tus cabales, tu opinión no cuenta. —Dijo el, a veces su actitud seria me causaba un poco de miedo.
Abrí la puerta y no me molesté en mantenerla abierta para el, la puerta casi se estrelló en su cara y tuve que resistir la risa que amenazaba con salir, si me reía probablemente iba a recibir un buen regaño de su parte.
Caminé dentro de mi casa ignorando su presencia, el echo de entrar a mi casa a mitad de la noche con un chico sin mi madre en casa hacía que las cosas se sintieran de cierto modo extrañas e incómodas, la tensión se sentía en el aire y mi cara se sentía roja sin razón alguna. Yeonjun entró a la cocina como si estuviera en su propia casa, abrió el refrigerador y tomó una gaseosa.
Lo miré boquiabierta.
—¿Qué crees que estás haciendo?—Fruncí el ceño tratando de lucir enojada, pero era más sorprendida lo que estaba.—La última vez que estuve aquí estuve esperándote unas dos horas, te aseguro que conozco tu casa más que la palma mi mano. —Dijo alejando la gaseosa de sus labios después de tomar de ella, estos estaban humedos, tuve que sacar cualquier pensamiento pecaminoso de mi mente, ya era suficiente con el ambiente incómodo que nos rodeaba.
—Eso no te da derecho a nada. —Dije, fingía estar molesta pero realmente cualquier enojo había desaparecido en mi, estaba extrañamente de buen humor pero no se lo quería demostrar. —Ya estoy sana y salva, puedes irte.
El atravesó el salón hasta llegar al sofa, donde se recostó confiado.
—No creas que me iré, no cuando estás drogada y sola en tu casa. —Dijo el, abrí mi boca para comenzar a discutir pero el puso su dedo índice en sus labios haciendo un "Shh"—No te molestes en discutir, en cambio deberías ir a tomar un baño, apestas.Abrí los ojos de par en par para mirarlo, no era insoportable de vez en cuando, lo era siempre.
—Ya me bañé hoy, no pienso hacerlo de nuevo. —Comencé a subir las escaleras, el se puso de pié y comenzó a seguirme.
—Si tu madre llega y llega a olerte habrá funeral esta misma semana. —Respondió el caminando detrás de mi.
—No eres mi perrito faldero, si vas a estar aquí podrías siquiera mantener distancia. —Me detuve a mitad de las escaleras y me dí media vuelta para encararlo.
Yeonjun entrecerró los ojos al mirarme, había cierto juego en esa mirada, como si de un reto se tratase.
—No quiero. —Respondió, me pasó por un lado ignorándome, me apresuré a alcanzarlo pero sus piernas eran como las de una jirafa y caminaba muy rápido, entró a mi habitación antes de que yo pudiera llegar, y cuando entré ya estaba recostado en mi cama con mi celular en la mano, parecía estar detallándolo —Pensé que habías perdido tu celular en el accidente.
ESTÁS LEYENDO
Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]
FanfictionAdrenalina. Eso era lo que Kat sentía cada vez que lo veía. Las sensaciones que él causaba en ella eran algo nuevo y desconocido, jamás pensó que se vería arrastrada a su oscuro mundo, no cuando ella era una chica perfecta. Los ojos rasgados de aqu...