"—Estoy afuera"
Mi cuerpo vibró cuando leí su mensaje, un nudo se formó en mi estómago, una parte de mi sentía que no estaba preparada para eso, pero no quería volver a tener que mirar a mi madre a los ojos después de haber defendido a quien me hizo daño.
Suspiré tomando aliento antes de atreverme a abrir la puerta de mi habitación, miré por última vez el sitio donde había dormido durante toda mi vida, tenía miedo a dejarlo, pero todos sabíamos que tarde o temprano debía dejar esa parte de mi atrás.
Bajé las escaleras sin miedo de hacer ruido con la maleta, mi madre estaba en el comedor limpiando la comida que había lanzado al suelo, alzó la vista y nuestras miradas se encontraron, mi corazón dolió como si hubiese sido atravesado por una filosa espada.
—¿A dónde piensas que vas? —Preguntó ella.
—A ser feliz. —Dije cortante.
Ella soltó lo que estaba haciendo y caminó en mi dirección. —Ni se te ocurra poner un pié afuera de esta casa, Katherine.
Ladeé la cabeza. —Mira como lo hago. —Continué bajando las escaleras, mi madre me alcanzó y rodeó mi brazo con su mano.
—¿Qué supones que le diré a Hueningkai cuando venga esta noche? —Dijo furiosa. —No le diré que solo te fuiste porque no querías verlo.
Giré los ojos y sacudí mi brazo para soltar su agarre. —Dile que se joda. —Seguí mi camino hacia la puerta.
—Katherine, dime que no piensas irte con ese delincuente. —Dijo ella incrédula.
—Mamá, ese "delincuente" no dudaría una sola vez de mi palabra, y tú...—Le apunté con el dedo índice. —Tú prefieres creer que estoy mintiendo.
Giré la manilla de la puerta principal mientras que mi madre me miraba con incredulidad, como si lo que estaba pasando no fuera real. —Si te vas olvida que eres mi hija. —Dijo, en su voz podía sentir que estaba triste pero en su rostro no había rastro de ninguna emoción, que ella no diera el brazo a torcer y que ni siquiera considerara que mi acusación hacia Hueningkai fuese cierta me dolía más que dejar la casa donde habíamos vivido y compartido toda nuestra vida juntas.
—Entonces a partir de hoy soy huérfana. —Respondí en el instante en el que abrí la puerta de par en par, divisé la camioneta de Soobin frente a mi casa, Yeonjun bajó la ventanilla dejando ver su rostro serio, aún no le había dicho lo que había ocurrido, pero el sabía que debía haber sido algo muy serio para que tomara tal desición.
Abrí la puerta del auto y ví que la mirada de Yeonjun estaba clavada a algún sitio detrás de mi. —¿Está mirando hacia acá?—Pregunté sin atreverme a voltear. El bajó la mirada al volante.
—Acaba de cerrar la puerta. —Dijo, mi corazón terminó de desmoronarse, tomé varias respiraciones profundas para evitar que las lágrimas salieran sin control, Yeonjun se bajó de la camioneta y metió la maleta dentro de esta. —¿Esto es todo? —Preguntó el.
—Si. —Dije segura, el se apoyó en el marco de la puerta de copiloto donde yo estaba sentada, ambos compartimos una rápida mirada.—¿O quieres que me lleve mi cama?
El soltó una corta risa y sus pómulos se levantaron en una sonrisa traviesa. —Definitivamente no quiero eso. —Susurró antes de cerrar la puerta, por un momento olvidé lo que me había hecho llegar hasta ese punto y mi mente se centró en una única cosa, vivir con Yeonjun.
Vivir juntos solo significaba una cosa, compartir todo juntos, más allá de besos y ratos, era compartir nuestras vidas, nuestra privacidad, nuestro armario, nuestros platos, nuestro baño... Nuestra cama. Mi rostro se sonrojó totalmente, el imaginar irnos juntos era diferente a realmente hacerlo, las mariposas comenzaron a volar desenfrenadas en mi estómago.
ESTÁS LEYENDO
Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]
FanfictionAdrenalina. Eso era lo que Kat sentía cada vez que lo veía. Las sensaciones que él causaba en ella eran algo nuevo y desconocido, jamás pensó que se vería arrastrada a su oscuro mundo, no cuando ella era una chica perfecta. Los ojos rasgados de aqu...