Dieciocho.

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Caminé por el pasillo del hospital, por fin iba a poder usar ropa normal, la bata de hospital era terrible, sin mencionar su aburrido color.
Mi madre caminaba a mi lado sosteniéndome de su brazo, se había comportado sumamente dulce y cariñosa conmigo, obviamente a causa del accidente, ningún padre quisiera que su hijo pasara por algo así.

Kai y Bahiyyih estaban de pié en la sala de espera, ambos voltearon a mirarme cuando entré en esta.

—Me alegra saber que por fin saldrás de aquí. —Kai me dedicó una sonrisa. —Creo que deberiamos celebrarlo saliendo, te vendría bien distraerte. —Peinó mi cabello detrás de mi oreja.

—Creo que eso deberías preguntármelo a mi en lugar de ella. —Interrumpió mi madre, Kai y ella ya se habían conocido el día que Kai vino a visitarme por primera vez al hospital, y mi madre había tenido una excelente actitud con el, hasta el punto de llegar a bromear con el y reír juntos, cosa que me parecía increíblemente extraña pues mi madre nunca había tenido buenas actitudes con ningún amigo o amiga que había conocido.

—Creo que soy lo suficientemente grande para decidir con quien salir o no. —Respondí.

Mi madre giró los ojos.

—Solo estaba bromeando. —Dijo ella. —Opino que si deberías salir, estos días haz estado muy deprimida, ya te he dicho que no tienes culpa de nada.

Desvíe la mirada, por supuesto que todo era mi culpa, y ahora era Taehyun quien estaba pagando las consecuencias de todo.

—Por ahora solo quiero llegar a casa y tomar un baño. —Le dije a Kai, ignorando a mi madre. —Pero estaría bien si salimos más tarde, en todo caso no quiero imaginarme subiendo a un auto de nuevo.

Sentía que debía ir a terapia después del accidente, los nervios y la ansiedad me habían estado acosando, y había estado buscando todo tipo de excusas para pedir que me aplicaran calmantes, hasta el punto de que el doctor se negó a usarlos en mi porque podían causan adicción a largo plazo.

—Entonces déjame llevarte a casa. —Ofreció Kai, la preocupación se reflejaba en su rostro, era increíblemente amable y dulce cuando se lo proponía. —¿Usted se irá también? —Preguntó dirigiéndose esta vez a mi madre.

Mi madre me miró por un instante apenada, sabía cual era la respuesta, ya había excedido la cantidad de permisos permitidos en una semana, todo por estar al pendiente de mi.

—Estaré bien. —Me anticipé. —Lo único que haré es tomar un baño, salir con Kai y volver a casa a dormir, no es nada muy relevante, puedo hacerlo sola.

—¿Estas segura? —Dijo mi madre preocupada. —Debería pedir la noche libre para estar contigo.

—Si no es posible está bien mamá, yo ya estoy bien. —Dije. —En todo caso sabes que lo que me me preocupa ahora es la salud de Tae, quiero que estés al tanto de el en todo momento, es más, ni siquiera debería irme, debería quedarme aquí cuidando de el.

Sentí un suave roce en mi brazo, la mano de Kai tocaba mi piel despertando cosquillas en mi.

—Creo que debería descansar, el estará bien, hay todo un personal atento.—Dijo Kai. —En cambio tu solo estas estresándote y culpándote constantemente.

Estaba harta de que todos solo me dijeran cosas optimista, quería sentarme a llorar sola mientras me culpaba de arruinar la vida de las personas en mi al rededor.

+×+


Subí las escaleras hacía la segunda planta de mi casa, donde se encontraba mi habitación, sentía que tenía años sin haber estado ahí, mientras que no había sido tan siquiera una semana.

Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT  [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora