Diecisiete.

1.1K 86 53
                                    

Era estresante tener que recibir inyecciones cada dos minutos, pero valía la pena si iba a salir de la bendita habitación de hospital que ya me tenía harta.

Mirar las aburridas paredes blancas me había hecho reflexionar tanto en mi vida que podría escribir un libro sobre filosofía y lo inexplicable que era la vida en sí, Bahiyyih estaba de pié detrás de mi peinando mi cabello, habíamos creado un lindo vínculo en cuestión de un día, era muy amable y atenta, una versión de Kai que no quería coquetear conmigo y no me regalaba rosas constantemente.

Noté desde la ventana que el cielo se había comenzado a oscurecer, habían pasado horas desde que Kai había estado en mi cuarto casi llorando y disculpándose por no haber estado presente los días anteriores mientras estaba inconsciente.

—¿Dónde está Kai? —Pregunté a Hiyyih. —Se fue hace horas y no ha vuelto a venir.

—Creo que debía hacer cosas de la universidad. —Respondió ella. —Dijo que volvería apenas se desocupara, estoy segura que vendrá cuanto antes.

Desde que Yeonjun se había ido del hospital estaba sumamente inquieta, entretenerme oyendo a Kai decirme cosas lindas era mi consuelo, no podía evitar sentirme culpable y estaba dando todo de mi para tratar a Kai como se lo merecía, pero cada dos segundos una profunda mirada aparecía en mi mente, sus marcados brazos, su anchos hombros y su largo cuello... En fin, mi mente divagaba perdiéndose en el, en Choi Yeonjun, el condenado hombre que parecía haberme echado algún hechizo o haberme metido bajo hipnosis.

—¿No ha venido nadie más a verme? —Pregunté, mordí mi labio nerviosamente, no quería que Bahiyyih sospechara nada al respecto.

—Si te refieres al chico que estaba aquí cuando llegamos...—Respondió ella sentándose a mi lado. —No, no ha vuelto desde que se fue, quizá solo cumplió su propósito de cuidarte hasta que llegara alguien que te acompañara.

Yeonjun le había dicho a mi madre que el era un simple compañero de clases que iba en la vía, que había presenciado el accidente, y se había parado a ayudar, y que se había quedado acompañándonos a Tae y a mi porque nos conocía de la universidad y estaba preocupado por nuestro bienestar, así que seguí la historia con Kai y Bahiyyih, pero sabía que ellos sospechaban algo, hasta podría decir que lo conocían por su actitud con todo lo que tenía que ver con el.

—No hablaba de el. —Mentí. —Quería saber si quizás había venido mi padre o alguna otra amiga, se supone que tengo una amiga pero está muy distanciada últimamente.

—Eso es muy triste. —Respondió ella. —La verdad no he oído que haya venido más nadie, pero quizá solamente no se han enterado del accidente, en todo caso no estás sola, estamos contigo. —Me dedicó una amable sonrisa.

—¿No ha venido nadie a visitar a Tae? —Pregunté, había ido a verlo horas antes, toda su cabeza estaba vendada y seguía inconsciente.

—Tampoco he oído que viniera nadie por el. —Respondió ella. —¿Si quiera tiene familia aquí?

Guardé silencio, no sabía nada sobre la familia de Taehyun, lo único que sabía era que su madre era actriz en Corea, no conocía ningún otro amigo o familiar de el. Me sentí sumamente culpable y triste por aquello, busqué en mi mente una infinidad de maneras para compensar lo que había causado.

—No conozco a su familia. —Dije. —Trataré de acompañarlo todo lo que pueda mientras esté aquí en el hospital, apenas despierte estaré con el y nunca lo haré sentir solo.

Iba a dar todo de mi para que el no se sintiera solo, iba a ser la mejor amiga del mundo.

La puerta de la habitación se abrió, Bahiyyih y yo volteamos en su dirección, una enfermera asomaba mitad de su cuerpo desde la puerta, una brillante sonrisa iluminaba su rostro

Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT  [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora