Treinta y siete.

949 76 129
                                    

Estaba en posición fetal en el asiento de copiloto mientras Kai conducía saliendo de la parte de la ciudad donde me había ido a recoger, realmente no sabía como había llegado allá sin que yo se lo dijera, era escalofriante saber que él podía manejar con ese tipo de información. Las lágrimas que caían de mi rostro mojaban la tela del pantalón que cubrían mis rodillas, lo único que quería en ese momento era dejar de existir.

—¿Puedo saber por qué estás así? —Dijo Kai por fin después de un largo silencio. Limpié la punta de mi nariz con la manga de mi sueter. —¿El te hizo algo, cierto?

Sacudí la cabeza. —El no me hizo nada. —Mi voz se escuchaba ronca después de haber llorado tanto.

Escuché a Kai gruñir, miré en su dirección notando que fruncia el ceño mientras conducía, ¿Con que decencia se enojaba?

—Si no me dices lo que ocurrió iré a matarlo con mis propias manos. —Amenazó el en tono furioso. —No soporto verte así, y sé que solo el tiene el poder de hacerte sentir de esa forma.

Guardé silencio, su actitud me confundía tanto, sentía que a veces el realmente sentía algo por mi, y en otras ocasiones sentía que todo era mentira y que en cualquier momento me apuñalaría por la espalda.

—Yeonjun no tiene nada que ver en esto. —Concluí aún tratando de mantener en secreto lo que realmente estaba haciendo que mi pecho doliera. Kai detuvo rotundamente el automóvil y solté un grito de sorpresa, miré en su dirección notando que me miraba como si estuviera a punto de matar a alguien.

—Le sacaré yo mismo las palabras de la boca a ese imbécil. —Dijo golpeando el volante con la palma de su mano, el terror comenzó a invadirme, ¿Por qué lo llamé en un principio?

—Kai, detente. —Rogué al borde de una crisis, todo mi estado mental estaba en colapso absoluto.

—Dame una sola razón para no matarlo ahora mismo. —Me miró desde su asiento con una mirada profunda que transmitía una sola cosa: Odio.

Mis manos temblaban junto a mis piernas, recordando la razón por la cual estaba ahí, recordando por que había salido corriendo de su casa, por que toda mi vida había sido una mentira y el hombre que amaba con todo mi ser, era mi hermano, y yo era una aberración al amarlo como a un hombre.
—E-el...—Comencé a decir pero mi voz se rompió, no podía respirar con normalidad a causa de que las lágrimas me ahogaban, Kai estiró su mano para sostener la mía, me resistí a alejar mi cuero impulsivamente, yo lo había llamado, no podía solo actuar a la defensiva.

—Puedes decirme, Kat.—Dijo Kai con una voz dulce y tierna que me alentó a desahogarme, no sabía cuanto deseaba hablar hasta que el me lo había pedido, quería gritar, sentía que aún gritando no sería suficiente para expresar todo lo que tenía encerrado en mi pecho.

Solté su mano y cubrí mi rostro con ambas manos, ¿Por dónde iba a empezar?
—El... Es mi...—Dije, todos los recuerdos que teníamos juntos, besándonos, abrazándonos, teniendo momentos íntimos y privados, todo se clavaba en mi pecho como una dolorosa estaca, nada de eso podria ser, nada de eso podria realmente volver a ser como era antes por que el era mi...—Hermano.

Kai alzó las cejas con asombro en lo que yo volvía a ahogarme en el dolor de mi corazón rompiéndose en pedazos, sin contar que mi padre había ocultado durante toda mi vida el echo de que hubiese una familia además de mi, nunca fuí realmente nadie para el, todo de el era una farsa en la cual nunca fui parte, quería poder sacar mi corazón de mi pecho para no sentir nunca nada, no quería volver a sentir nada después de aquello.

Vi a Kai sacar un pañuelo de su bolsillo y acercarlo a mi rostro—Tranquila, preciosa, ambos sabemos que nunca estuvieron destinados a estar juntos. —Dijo mientras limpiaba mis lágrimas con suaves toques, una especie de punzada atravesó mi cabeza cuando el aroma del pañuelo tocó mis fosas nasales, arrugué mi nariz pero el olor me mareó inmediatamente.

Please Use Me Like A Drug - Choi Yeonjun TXT  [EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora