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–¿Cómo ha ido la negociación?

–Han dado batalla– respondió Adeena –Pero todo resultó como quise, accedieron a seguir brindándonos de su hierro, sin la necesidad de que nosotros aumentáramos la cantidad de medicinas.

La pelinegra había tenido que hacer un viaje a Calormen para hacer una negociación, ya que los calormenos se reusaban a seguir proporcionándoles hierro si no les aumentaban la cantidad de medicamentos.

Pero como siempre Adeena con su ingenio e inteligencia había logrado manipular a los calormenos para cerrar la negociación a su favor.

–Debemos comenzar a extraer nuestro propio hierro lo más pronto posible– habló un enano –Los calormenos siempre buscan una excusa para erradicar los recursos que nos proveen.

–Lo sé, empezaremos mañana a primera hora ¿Ya están listos los grupos?

–Así es.

–¿Ha habido alguna novedad durante mi ausencia?

–Solo un pequeño disturbio en el área de comercio– informo un fauno –Nada grave, pero lo ocasionaron los mismos chicos de la vez pasada, tuve que llevarlos a las mazmorras.

Después de la desaparición de los Reyes y reinas, Adeena había tenido que tomar cargo del reino. Pero no se sentía capaz de hacerlo sola, así que formó una orden para poder abarcar con mayor éxito las necesidades del pueblo.

Entre los miembros se encontraban Oreius, faunos, enanos, dríadas y otros centauros. Adeena se había asegurado de escoger a cada miembro con mucha cautela, ya que no podía darle tal cargo a cualquiera.

–Sino hay otra cosa que reportar pueden retirarse– dijo Oreius.

Todos salieron de la sala de juntas, a excepción de Adeena y Oreius.

–¿Ya sabes a quién dejaras de sucesor? – preguntó ella.

El centauro viejo de 192 años tenía planeado retirarse, en esos casos el jubilado podía dejarle su puesto a alguien que él mismo haya seleccionado, o si no tenía a nadie la orden buscaría a algún otro miembro.

–Es valiente, inteligente y confiable, les brindará buen apoyo aquí.

–Me alegro oír eso, te deseo un buen retiro Oreius. Has sido un gran soldado y aliado.

–Gracias ¿Por tu parte cuando piensas retirarte? Te ves joven, pero todos sabemos que eres una vieja reliquia.

Ambos rieron por el comentario, una de las cosas más peculiares de las hadas oscuras era que podían acelerar o detener su crecimiento. Adeena lo había detenido unos años después de haber formado la orden, tenía aproximadamente 169 años, pero no aparentaba más de treinta.

–Sí, bueno... Tengo que dejar todo en orden, lo cual es imposible… no sé, tal vez acelere el proceso dentro de unos años, y con el tiempo que me quede entrenaré y seleccionaré a un sucesor.

Ambos miembros dejaron la sala y se fueron a hacer sus actividades diarias.

Adeena ese día tenía la tarea de pesca, así que fue por su lanza y red para después dirigirse a la playa.

Un poco antes de meterse al agua hizo menyat para que sus alas no asustaran a los peces. Pasaron horas y Adeena ya tenía tres redes llenas de pescado fresco. Cuando pescaba era como si se desconectara del mundo, debía concentrarse al cien por ciento e ignoraba todo a su alrededor, de cierta manera era terapéutico para ella.

Claro que en los días malos el ir a pescar no era la mejor opción, ya que recordaba momentos que compartió con ciertos hermanos que abandonaron el reino.

Las Crónicas De Narnia: 𝔼𝕝 ℍ𝕒𝕕𝕒 𝔾𝕦𝕖𝕣𝕣𝕖𝕣𝕒 [Edmund Pevensie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora