“… dígale a su abuelo que el mantenimiento tiene ese plazo de vencimiento. —asentí ante el aviso—. Todos nuestros clientes son importantes, pero como entenderá, le damos algo más de prioridad a las lápidas que sí tienen un cuerpo presente.
¿Cuerpo presente?
—¿Disculpe?
—Le pido que no se ofenda, pero como política, la fosa común y las lápidas vacías son las primeras que sufren las modificaciones que necesitamos, ya que por tal…
—No. —me sentí extraña ante tal declaración—. Estas lápidas no están vacías, los cuerpos de mi madre, mi padre y mi hermano están aquí.
–No, señorita. Desde hace cuatro años los papeles indican que únicamente hay tres fetros vacíos, sin cuerpo.
—¿Bajo que nombre está esa declaración?
—Permítame revisar.
El hombre se fue y volvió luego de unos minutos, dándome el nombre de quien firmó los papeles.
—Digory Kirke, él fue quien firmó.
¿Mi abuelo firmó eso?
—Nuestros servicios se coordinaron con su iglesia, y el sacerdote también me informó sobre la situación. Me informó que había sido una ceremonia sin cuerpo presente.
Mi cabeza giró con lentitud hacia las lápidas junto a mi, sentía el corazón ahogándome la garganta y mis antebrazos cosquillear.
Alicia Kingsleig Kirke
Madre. Esposa. Hija. Hermana. Amiga
Fernando Sanz
Padre. Esposo. Amigo.
Ilkay Sanz Kingsleig
Hijo. Hermano. Nieto. Amigo.
Era imposible que sus cuerpos no estuvieran ahí.”
“—Respetaba a su madre, señorita Sanz. Y su padre también se ganó mi respeto cuando lo entrené, así que solo por eso le contaré lo que sé.
>>Los pocos que sobrevivimos, estuvimos recuperando y tratando de identificar los restos que quedaron. Encontré el relicario de su hermano, al igual que los relojes de sus padres… pero no había ninguna otra señal de ellos, no había cuerpos o algún resto de su paradero.
Inhalé hondo, el estómago comenzó a dolerme al formular mi pregunta. Tuve que apoyarme en una de las paredes de la cabina telefónica para no desplomarme.
—¿Qué posibilidades hay de que los alemanes se los llevarán?
—No lo sabemos, estuvimos días escondidos antes de salir, no se decirle si los enemigos descendieron para llevarse a quienes no pudieron protegerse.
Le agradecí al ex comandante antes de cortar la llamada”.
—Regreso más tarde, —avisó Peter. Ahora sólo vivía con él y mi abuelo. Susan se había ido a Nueva York con sus padres, mientras que Lucy y Ed se fueron a casa de sus tíos.—, traeré lo necesario para la cena.
Cerró la puerta detrás suyo. Respiré hondo, preparándome para enfrentar a mi abuelo, desde hace dos días no le hablaba mas que para lo necesario, pero no daba crédito a que me hubiese mentido desde hace años.
Caminé hacia la mesa—nada largo el trayecto, ya que la nueva casa donde vivía era de un tamaño promedio—y tomé asiento, no sabría si soportaría estar de pie.
–Abuelo, ¿puedes venir?
Apareció casi inmediato, quería aparentar normalidad, pero su rostro delataba su cautela. Esperé a que se sentara delante de mío para empezar a hablar.
—Te preguntaré algo, y espero de todo corazón, que me respondas con sinceridad.— mis uñas perforaban mis palmas al apretarlas con fuerza. Ya no sabía que esperar de él.
Su expresión tembló y optó por ver sus manos, cosa que lo veía hacer pocas veces. Lo sabía, él sabía a lo que me refería.
–Habla. —exigí, fue lo único que pude formular–. Dime qué nada de lo que descubrí es verdad.
—Adeena… —suspiró pesado, quitándose las gafas—. Todo lo que he hecho, es por tu propio bien, no creas que…
—Solo responde. —interrumpí, aparentando los dientes—. Me lo debes y lo sabes.
Tomó aire antes de contarme lo que ya sabía, en ningún momento se atrevió a mirarme a los ojos.
—Por eso no abrimos los ataúdes durante el funeral, no te deje ver porque… no encontrarías nada.
No escuché más. Todos mis sentidos se desconectaron. Mi mente se despegó de mi, solo podía percibir mi corazón aleteando con velocidad.
—¡No me toques!— grité con fuerza al volver a aterrizar, mi abuelo había tocado mi hombro para que reaccionara.
En un parpadeo había salido de la casa, no iba a una dirección exacta. Solo necesitaba alejarme lo más posible, quería desaparecer del mundo y nunca más regresar.
![](https://img.wattpad.com/cover/292793725-288-k384249.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Las Crónicas De Narnia: 𝔼𝕝 ℍ𝕒𝕕𝕒 𝔾𝕦𝕖𝕣𝕣𝕖𝕣𝕒 [Edmund Pevensie]
FanficAdeena Sanz es enviada a casa de su abuelo debido a los recientes bombardeos en Londres, ella sólo esperaba una larga y común temporada en aquella vivienda, sin esperarse que la llegada de 4 hermanos cambiaría su vida para siempre. Edmud x Adeena. ...