¿Cómo se ordena un corazón desorganizado por el amor?
¿Cómo se escapa del miedo?
Daniela encontró su lugar seguro en unos ojos verdosos, los de su profesora.
Pero esa mirada esconde algo más que seguridad...el miedo al amor reina bajo la oscuri...
Salí de aquel cuarto con mi respiración aún alterada, mi cuerpo temblaba y mi cabeza explotaría en cualquier momento de tanto repetir aquella situación. Con rapidez me dirigí a la clase por tomar mi mochila y salí de la facultad prácticamente corriendo, ni siquiera me despedí de Paula, e ignoré los gritos que podía alcanzar a escuchar de esta cuando me perdí por las calles de la ciudad.
Divagué durante horas por Miami, mi mente necesitaba procesar todo, su cercanía, su perfume, su respiración chocando con mi cuello...necesitaba olvidarme de todas y cada una de las sensaciones que esa pelinegra me provocaba o iba a terminar enloqueciendo.
Cuando el sol comenzó a ocultarse tras los altos edificios de la ciudad, decidí que era hora de regresar a casa.
C- Llegué- grité una vez cerrada la puerta principal.
Cómo siempre el silencio era el que me respondía, pero desde pequeñita siempre tuve la esperanza de algún día sería recibida por un abrazo, un hola o cualquier signo afectivo que me hiciese entender que no estaba sola. A pesar del paso del tiempo, nunca perdí la costumbre, aunque día tras día obtenía la misma respuesta.
Suspiré y me dispuse a subir las escaleras para dejar la mochila en mi cuarto, una vez allí me tiré en la cama mientras que repetía mentalmente mi primer día de universidad con mis ojos cerrados.
Amigos, miedo, debilidad, confusión, deseo, antojo....todo eso había experimentado en pocas horas y me jodía saber que la mayoría de esas sensaciones las había provocado ella, con sus ojos verde oliva, su perfume dulzón y su sonrisa burlona.
Resignada bajé y me preparé un sándwich mientras pasaba con desinterés los canales en la televisión.
Cuando fue lo suficientemente tarde, volví a subir a mi cuarto para darme una ducha, pero el bulto de mis jeans hizo que detuviese mi acción.
Lo saqué y con mis manos abrí el pequeño trozo de papel desvelando esos números escritos a lápiz. Pasé mi pulgar sobre ellos, debatiéndome si escribirle o no. Por una parte quería estar lo más alejada de ella para no caer en sus redes, pero por otra parte no quería perder el curso...y para que engañarnos, había algo que me provocaba la necesidad de tenerla cerca.
Decidí meterme a la ducha y dejar que el agua caliente relajara mis músculos y despejara mi mente.
Una hora después salí del baño y tomé mi celular registrando su teléfono. Tras estar varios minutos borrando y escribiendo todo lo que escribía, decidí ponerle cualquier cosa, tiré mi móvil a la cama y me fuí a poner el pijama.
La pantalla de este se encendió y aunque deseaba que mi cuerpo no reaccionara a ella, era imposible, y mi corazón saltó en mi pecho cuando su nombre brillaba allí.
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Apagué el móvil y salí de mi cuarto en busca de un vaso de agua.
C- Dios, cuatro horas con ella, tres días a la semana...definitivamente iba a enloquecer- susurré
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Holaa❤️❤️ cómo andan??
Espero que os guste el capítulo ☺️☺️
En mi Instagram podéis encontrar la historia, donde la subo antes!!
