Pov Calle:
Una extraña sensación de nerviosismo se acrecentaba en mi interior a cada paso que daba, salí prácticamente corriendo de mi casa, pero con el tiempo mis pasos se volvieron tan lentos que apenas era perceptible mi avance.
¿Miedo? ¿Angustia? ¿Temor?
Miles de dudas se implantaron en mi mente dejando de lado las ansias que tenía de volver a verla.
¿Cómo debería de reaccionar ahora?
¿La debo besar? ¿Abrazar? ¿Sonreír?...
Fue en estos instantes cuando descubrí que me estaba metiendo yo solita en un huracán, huracán que de seguro arrasaría mi vida destinándome a vivir el caos. Esa pelinegra de ojos olivas me estaba empujando, acercándome al borde de un precipicio donde se vislumbraba el abismo, pero yo me dejaba empujar por ella... y yo, aunque me jodiera admitirlo, me dejaría hacer cualquier cosa por ella.
Sin darme cuenta llegué a mi destino, me encontraba frente a la puerta de su casa debatiéndome entre timbrar o huir de allí.
Suspiré deseando que el aire que se colaba en mis pulmones me dejara llena de seguridad. Con mi mano derecha pulse ligeramente el citofono, mi pulso estaba alterado provocándome un ligero temblor, y con la respiración agitada y mi corazón latiendo galopante, esperé.
Fueron apenas segundos lo que le tomaron a María José abrir la puerta, asomando. ligeramente su rostro.
Su mirada puesta en mí me arrebató la poca seguridad que conseguí adquirir, desvaneciéndola por el lugar.P- Hola- espetó indiferente.
C- Hola- susurré nerviosa.Se apartó de la puerta dejándome paso, para después seguirla a la sala. Me permití verla por algunos segundos.
Vestía un chándal gris holgado, deportivas negras y una camiseta de mangas cortas agustada a su torso. Su pelo estaba recogido en un moño desorganizado dándole un toque enigmático, agravado por sus redondos lentes.
P- ¿Quieres algo?- preguntó aún con tono indiferente.
Negué tragando grueso.
P- Okay pues empecemos, sentémonos allí- habló señalando el sofá que ayer ocupamos.
Ligeramente sonrojada asentí dirigiéndome a aquel lugar.
María José comenzó a explicarme la parte del temario que nos faltaba, su tono era severo, rudo, frío.
¿Así de simple?- me pregunté desilusionada.
Las horas pasaron, Poché seguía hablando, y yo pensaba en cualquier cosa mientras me dedicaba a asentir haciéndole creer que le prestaba atención.
P- ¿Cuándo vas a dejar de decir sí a todo y prestarme atención?- preguntó sacándome de mis pensamientos.
C- Yo...yo sí estoy atendiendo- mentí.
P- Sí? Pues explícame esta parte- habló señalando el libro.Tragué grueso intentando formular alguna respuesta pero nada salía de mi boca.
P- Es mejor que lo dejemos y te presentes a la recuperación- dijo con indiferencia.
C- Está bien- susurré cabizbaja.
P- Ya es tarde, debería volver a casa- habló mientras miraba el rejor de su muñeca.Asentí recogiendo mis cosas para después levantarme y dirigirme a la puerta.
Me giré para despedirme de Poché, pero sentí como un cuerpo impactaba con el mío acorralándome contra la puerta de la entrada.
Antes de poder quejarme, sentí los labios de María José sobre los míos, me besaba con fuerza dejando mi boca adolorida.
C- Pero qué carajos- hablé mientras intentaba alejar a mí profesora de mí- ¿Qué haces estúpida?- pregunté jadeante.
P- Pues besarte- dijo obvia dejando escapar una sonrisa burlona- a caso no lo ves?- susurró acercándose de nuevo a mí.
C- Que te jodan- espeté mientras la separaba con un ligero empujón.
P- Prefiero que me jodas tú- habló para volver a tomar mis labios con los suyos.
C- Pero, ¿qué carajos te pasa? ¿qué quieres?
P- Quiero meter mis dedos bajo tú falda mientras estamos en clase y comprobar cuánto duras calladita- susurró tomando mis muñecas hasta dejar mis manos sobre mi cabeza para comenzar a besar mi cuello.__________________________________________
Holaa❤️❤️ cómo andan??
Espero que os guste el capítulo ☺️☺️
En mi Instagram podéis encontrar la historia, donde la subo antes!!
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❤️ GRACIAS ❤️
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Impregnada de tí (caché)
Fanfiction¿Cómo se ordena un corazón desorganizado por el amor? ¿Cómo se escapa del miedo? Daniela encontró su lugar seguro en unos ojos verdosos, los de su profesora. Pero esa mirada esconde algo más que seguridad...el miedo al amor reina bajo la oscuri...