7

2.6K 378 207
                                    



Un chico de cabello negro y rostro envidiable siente un dolor tremendo en su cabeza que le hace despertar de un solo parpadeo, su vista se aclara paulatinamente y lo que primero que captan sus sentidos es un olor familiar que le paraliza de inmediato.

Su reacción instantánea es incorporarse, pero al simple intento de levantar su cuello, su cabeza da vueltas con una presión abismal haciéndole caer de vuelta sobre la almohada preocupado.

¿Que pasó? se pregunta Jimin mientras pasea sus ojos por lo que parece ser una habitación, todo luce ordenado y moderno... pero el registro por la habitación se detiene abruptamente cuando sus ojos caen en una figura recostada sobre una silla. Su corazón se acelera haciendo doler su pecho, parpadea varias veces para despejar sus ojos para finalmente detallar la silueta.

Jungkook.

No sabe cuantos minutos, horas o segundos permanece congelado mirándolo, lo único que entiende es que su respiración es retenida en su garganta mientras su mente trabaja a su máxima capacidad para entender qué hace allí. Sus neuronas se entrelazan construyendo recuerdos, pero estos llegan hasta cierto momento de la noche anterior y se detienen desapareciendo. 

El pelinegro reacciona y busca su celular con desespero, pues si algo puede darle una pista acerca de lo que sucedió es ese aparato. Su búsqueda alrededor termina haciendo que la sábana descienda por su cuerpo trayendo consigo un hecho revelador y es que esta en ropa interior vestido tan solo con una camisa negra que le queda enorme, y es ahí donde entiende porque el aroma del chico frente a él esta por todas partes.

Su cuerpo esta impregnado de este.

El calor asciende fugazmente hacia su rostro, pues llevaba meses sin usar una prenda del chico frente a él y ese hecho hace que sus ojos se sitúen sobre este como dos pares de imanes irremediablemente atraídos al metal. Esta dormido, es evidente... sino fuera así su cuerpo sería un desastre peor, y es allí donde se da cuenta una vez mas que sin importar el cuerpo imponente de aquel muchacho y sus irreales rasgos, son sus ojos lo que mas le ponen nervioso, los que mas incrementa todo en él; su respiración, su pulso, su temperatura y... su deseo.

¿Hicieron algo anoche? es lo siguiente que se pregunta Jimin sin saber muy bien como reaccionar a cualquiera que sea la respuesta. Pero a su mente llega el ultimo recuerdo que tiene del pelinegro, ese donde esta afuera de la facultad sonriéndole al rubio y aquella memoria es suficiente para traer rencor a su pecho. 

Jimin en definitiva no sabe que hacer consigo mismo ni cómo comportarse alrededor del hombre frente a él. Jungkook siempre le ha hecho convertirse en un tornado desastroso de emociones, antes... todas ellas compactaban entre si, pero en su mayoría eran de confusión, miedo, felicidad y anhelo.

Ahora eso ha cambiado.

Ya no lo percibe tanto como un desastre, sino como una verdadera batalla campal entre 3 bandos que llevan el estandarte de tristeza, ira y amor respectivamente, aunque se esfuerce tanto en aparentar que este ultimo no existe. Ya no hay alegría de por medio, ya no hay sentimientos de confusión, porque ahora todo le parece muy claro.

A pesar de ser un encuentro desordenado, el amor lleva perdiendo por mucho tiempo contra los otros dos contrincantes.

O eso es lo que cree... hasta que Jungkook se remueve en el asiento y sus ojos se abren.

Y todo se detiene.

Porque no importa qué pase o en donde estén, cuando sus ojos se encuentran, parece que no importara quien ganara la batalla, cuales fueran los acuerdos o la razón de la lucha, simplemente todo queda en blanco y lo único que resuena en el campo son sus latidos incrementados.

Kurabu II クラブ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora