Kurabu II クラブ KOOKMIN

25

Jungkook

— Joder, amor... te necesito tanto justo ahora — digo entre un gemido largo mientras siento como todo el agotamiento y frustración se drenan de mi cuerpo con tenerle cerca.

Tener a Jimin entre mis brazos es casi equiparable a una dosis de adrenalina y morfina combinadas. Su aliento contra mi piel es como una brisa fresca y helada en un ambiente caluroso. Sus ojos sobre los míos iluminan mi vida como un par de faros, sin importar la densidad de la niebla que cubra mi alrededor. Mierda... me pone tan cursi.

Pero es que mi corazón de repente ya no duele por la rabia y el rencor anterior, ahora se oprime por el anhelo de mantener a este chico entre mis brazos.

Jimin tan solo se queda mirándome con sus preciosos ojos azules para después pasear sus dedos por mi cabello y halarlo hacia atrás para exponer mi cuello ante él y empezar a besarlo de la manera que solo él sabe, de la forma en la que siento cosquilleos partiendo desde el punto en donde sus labios contactan con mi piel y que se extienden hasta la periferia de mi cuerpo. Su boca sabe bien como convertirme en un desastre de temblores.

Cierro los ojos y gimo mientras viajo con mis manos sobre la piel de su torso levantando su camisa y explorando su piel suave y nívea que se estremece bajo mi toque. El momento me hace sonreír y aspirar por aire para calmar mi corazón, Jimin suelta una pequeña risilla cuando subo mis manos mas arriba hacia el costado de su cintura sacándole un jadeo al palpar aquella zona sensible.

Nos apartamos para vernos con nuestros pechos agitados, también hay un sonrisa en su rostro cuando me observa. Su cabello negro luce lacio y brillante , su piel blanca esta salpicada con rosa en el área de sus mejillas haciendo un contraste impresionante con el azul de sus orbes. Acaricio su rostro con mis dedos con la máxima delicadeza que me puedo permitir y los bajo por su cuello y cuando llego a sus clavículas veo como su chaqueta se desliza por su hombro como toda prenda superior frecuentemente hace en su cuerpo.

Pero ver aquello esta vez no trae un sentimiento agradable sino un recuerdo que me hace enojar y preocupar. 

— ¿Te dijo algo Jongun? — le pregunto mirándolo a los ojos. Cuando estaba con Sungkil vi a Jongun entrar y toparse con Jimin de frente. Aun puedo sentir el pánico que sufrí atravesando mis venas, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Su mano le había tocado el hombro haciéndolo a un lado y me había parecido ver mover sus labios como si le hubiera dicho algo. Los ojos de Jimin se abren y me mira con indecisión — Dime, Pollito — le insisto — Vi cuando se cruzaron en la entrada.

Jimin me mira por unos segundos y después suspira.

— Me dijo que me hiciera a un lado — me dice levantando su mano hacia mi rostro para acariciarme — Odio tanto que aun pueda acercarse a ti — hay dolor en sus ojos cuando aquellas palabras se emiten.

— Yo también lo odio... pero no puedo hacer nada hasta que Soobin cumpla su mayoría de edad — me inclino hacia su palma para que acune mi mejilla.

— Lo sé... pero todo me sigue pareciendo tan injusto — Jimin planta varios besos en mi rostro haciéndome sonreír tímido — Quiero que puedas estar tranquilo y feliz, es todo lo que mereces, Kook. Has aguantado tanta basura de él, no tiene sentido que seas tan bueno y lindo... y hayas tenido que-

— Pero ahora te tengo a ti... — le corto sin pensar sintiendo mi pecho calentarse con sus palabras — Bueno... t-tener no, quiero decir n-no es que seas mío, solo — el nerviosismo se cuela en espina dorsal mientras me regaño por las palabras que acabo de decir. Jimin no es mío, dios. Jimin es...

— Claro que me tienes, Jungkook. Estamos juntos — sus palabras dejan seca mi garganta incapaz de responderle algo. ¿Esta tratando de decir que... — Tú sabes que lo que tenemos es... es... joder. Ya sabes que te amo y tú me amas a mi...