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Jimin

Cuando cruzamos el umbral de la puerta mi corazón se oprime al recordar la ultima vez que estuve aquí. Las paredes parecen susurrarme vestigios de aquel momento, me había despedido de él de la forma mas dolorosa posible y había terminado llorando en el baño en un intento por drenar de mi cuerpo mi tristeza y amor por él. 

Recuerdo haberme prometido no flaquear ante sus ojos y alejarme de él, soltarle de una buena vez antes de que ambos termináramos rompiéndonos por mi constante rechazo y su persistente cariño que tanto lastimaba mi corazón.

No fue hace mucho que pasó aquello lo cual me lleva a preguntarme por decima vez qué carajos estoy haciendo. Sé que me ama y sé que le amo, pero... ¿es eso suficiente? ¿el amor enserio puede repararlo todo? ¿algún día podré entregarse totalmente o confiar en su totalida-

— ¿Estas pensando en ese día? — su voz suave irrumpe en mis pensamientos, por lo que giro mi rostro hacia el suyo encontrándome de lleno con sus ojos inquisitivos.

— Si... — susurro sincero y también algo avergonzado, debo parecer un traumado que no sabe seguir adelante.

— Yo también lo hago — dice suspirando mientras acaricia mi mejilla — Te dije que mis mejores días han sido a tu lado y es cierto. Pero también estas en los peores — dice para después soltar una leve risa haciéndome reír también. Oh pero que romántico — Joder... eso sonó muy mal — yo me rio estando de acuerdo aunque entiendo totalmente lo que trata de dar a entender — Lo que quiero decir es que los días mas tristes de mi vida han sido los dos en que hemos terminado... o bueno despedido. Simplemente fue...

— Una total mierda.

— Si... básicamente — concuerda soltando un profundo suspiro — Nunca pensé que podría llorar tanto — dice soltando una risa lastimera haciendo doler mi pecho — olvida lo que dije... dios no paro de dar vergüenza — niega con la cabeza para después inclinarse, pero antes de que tome las bolsas de la compra de nuevo del suelo tomo su mano y lo atraigo a mi.

— ¿Jungkook como puedes avergonzarte de eso? literalmente me oíste llorar ese día en el baño — sus ojos son tan preciosos que con solo mirarlos durante unos breves segundos ya me tiene a sus pies — Nadie te entiende mas que yo en todo esto...

Kook sonríe levemente con la tristeza bailando en sus ojos mientras me acaricia de nuevo.

— No pensemos mas en ello — dice después de unos segundos recuperando las bolsas en sus manos — Tenemos muchas cosas que hacer y después de tanto drama no quiero que pasemos nuestro tiempo juntos tristes, así que... — de alguna forma consigue levantarme a mi en sus brazos junto con las bolsas haciéndome gritar de sorpresa — ven aquí delicioso asistente — llegamos a la cocina donde me toma en brazos y me deja sobre la isla como si fuera un muñeco sin ningún peso significativo.

— Por qué soy yo el asistente? — pregunto a lo que el enarca una ceja mirándome y ya se que no es un secreto para ambos que no soy precisamente Gordon Ramsay — ¿Puedo ser entonces el asistente que solo mira al atractivo chef en jefe? — pregunto sentado viéndole arremangar las mangas de su sweater negro mostrando sus fuertes antebrazos para sacar el contenido de las bolsas.

— Solo si después puedo castigar al asistente por su falta de colaboración en el trabajo — dice sonriendo mientras empieza a lavar los ingredientes haciéndome carcajear.

— ¿Por qué siempre amenaza con castigos, Jeon? ¿tiene algún tipo de fetiche con ello?— pregunto haciéndome el inocente mientras me bajo de la isla aterrizando en el suelo.

Kurabu II クラブ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora