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Jungkook no puede evitar que sus manos se resbalen hacia la cintura de Jimin. Su esencia inunda su ser con intensidad, su nariz va directo al cuello del -ahora mas- rubio, resguardándose en su aroma tranquilizador. Su corazón no para de palpitar con furia mientras piensa en lo mucho que ama al hombre en sus brazos.

Las lagrimas salen lentamente mientras estruja al mas bajo contra él. Jimin puede sentir la humedad resbalando por su cuello, pero decide quedarse donde esta sin articular nada... pues algo que ha aprendido de Jungkook, es que es un chico que se permite sentir todo con transparencia. Si su cuerpo le exige llorar ahora mismo o en cualquier otro momento, él simplemente estará ahí para el pelinegro, siendo su soporte. Después de todo, lo que mas desea ahora mismo es mantener esa cercanía por siempre.

Ambos se aman y ahora lo saben con seguridad.

Y ese hecho tiene la enormidad e importancia suficiente para hacerles sentir mas vivos y valorados que nunca.

Jimin pasea sus dedos por los mechones oscuros acariciando de forma lenta, apreciando la textura del cabello lacio. A pesar de la diferencia de tamaños, su postura indica que quien esta sosteniendo al otro es el mas pequeño. Jungkook esta sentado en el suelo, aferrándose a su cuerpo, totalmente acurrucado contra él tratando de controlarse así mismo y no prolongar sus lagrimas como un bebé.

Cuando Jimin aparta la mano de su espalda para situarla en el piso dándose mas soporte, es que Jungkook se da cuenta de su posición recostada y sale del cuello de Jimin mirándole con ojos enormes, ojos decorados con brillos que azotan el suelo del mas bajo con fuerza.

— Gracias — susurra el pelinegro sorbiendo su nariz roja. Jimin siente que su corazón va a salir de su pecho, como siempre sucede cuando tiene ese par de orbes mirándole con tanta atención.

— Mereces eso y mucho mas — susurra de vuelta Jimin haciendo enrojecer mas el rostro del pelinegro.

— ¿En serio? — pregunta Jungkook incorporándose un poco sin retirar sus manos de la cintura del contrario — Porque siento que con que tú me ames, ya soy el hombre con mas jodida suerte de la puta galaxia.

Ahora quien enrojece es Jimin. Si pensaba que su corazón iba rápido, se da cuenta rápidamente de cuán equivocado estaba.

Su pulso esta como loco.

— Tienes que dejar de decir estas cosas o me tendrás saltando sobre ti todo el tiempo — suelta Jimin frunciendo el ceño. 

— ¿Park Jimin saltando sobre mi? — pregunta Jungkook, sintiendo como su cuerpo va despertando ante la cercanía de Jimin — Mas que un incentivo para detenerme, es mas bien una gran motivación — dice dándole una media sonrisa mientras sus manos empiezan a meterse por debajo de su camiseta.

— Jeon Jungkook — le intenta regañar Jimin mientras los labios del pelinegro rozan su cuello — ¿Donde quedaron tus lagrimas y el apapacho de-

— ¿Apapacho? — le interrumpe Jungkook con una sonrisa divertida — Dios, eres tan adorable — pronuncia para después besar su cuello reprimiendo una sonrisa.

— Jungkook — le riñe Jimin tratando de enfocarse en su lado racional — Recuerda lo que dijo Yoongi ese día. Tiene la maldita razón. Debemos controlarnos y- — sus palabras se interrumpen cuando siente la mano fría de Jungkook yendo hacia su pecho bajo su camiseta.

— No estamos haciendo nada malo... solo estoy abrazándote — se explica Jungkook repartiendo mas besos en la extensión de su cuello, siendo absorbido por las reacciones de su cuerpo.

Kurabu II クラブ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora