Kurabu II クラブ KOOKMIN

26

Jimin

Toc-toc.

El sonido irrumpe en nuestro ambiente agitado y me dejo caer sobre mis manos hacia el suelo haciendo que nuestros cuerpos se desconecten y me siento sobre el suelo girándome hacia él. Mi pecho sube y baja, la piel de mi trasero arder mientras mantengo mis ojos sobre los suyos. Nunca me cansare de decirlo... son preciosos.

Jungkook luce como mi mejor sueño o fantasía. Su cabello negro desordenado esta creando una penumbra alrededor de sus ojos haciéndolos lucir mas oscuros. Todo su cuerpo se encuentra sumergido en temblores, sus labios están entreabiertos mientras sus ojos recorren mi rostro.

Mi corazón palpita enérgico golpeando y bombeando todo mi sistema, haciéndome sentir mas vivo que nunca.

Sinceramente me importa poco quien este tras esa puerta, lo que siento en este momento va mas allá de cualquier obstáculo o preocupación, siento que puedo hacerlo todo con este chico, siento que puedo soportarlo todo por él, por nosotros...

Nosotros.

Joder, ni siquiera se como pude soportar tanto tiempo sin estar así con él; de esta forma tan transparente.

Pero se que a él si debe importarle la interrupción, o eso creo hasta que le veo sonreír.

— Mierda — dice maldiciendo mientras suelta una risa sin apartarse tan solo un milímetro de mi — creo que es hora de comportarse — su ceño se frunce mientras recorre mi rostro con sus orbes oscuros haciéndome reír.

— Eres una terrible influencia, por tu culpa siempre acabamos así — digo echando un vistazo a nuestros cuerpos desnudos, ignorando el hecho de que mi polla se tensa al dar un nuevo vistazo a su torso estructurado y su pecho agitado — Ademas...

— Puede que sea mi culpa, pero también es la tuya — me interrumpe — Eres tan descarado y atractivo, que no se te puede negar nada — dice entrecerrando sus ojos al verme — Aquí la victima soy yo — estallo en una carcajada mientras me levanto.

— Que gran chiste... no solo eres boxeador, sino comediante.

— Ja, ja, ja. Hablo enserio, jovencito — él también se incorpora.

— También yo — respondo caminando en busca de mi ropa.

Los golpes vuelven a sonar, pero son perfectamente ignorados por Jungkook.

— Nadie te creería, tienes escrito pecado y lujuria en todo el rostro — me dice burlón señalándome con su dedo muy cerca.

— ¿Por que dirías algo así? — le pregunto mientras me inclino lentamente recogiendo mi ropa interior haciendo que tenga una vista perfecta de mi trasero, me rio de su expresión irritada y justo cuando guio mis ojos a la prenda, mi carcajada es detenida por una fuerte nalgada suya.

— ¡Oí esa nalgada desde aquí, idiotas! — la voz de Yoongi llega a nuestros oídos antes que mi respuesta y ambos nos miramos sorprendidos a la vez que aliviados — Maldita sea, son unos cochinos, les doy diez segundos para que jodidos se vistan sino quieren que los saque halando de sus minúsculas pollas — su voz suena filtrada pero no tan alta, lo que me hace pensar que esta justamente pegado a la puerta.

Vuelvo a reír ante sus palabras pero ver el rostro de Jungkook palidecer de repente me hace darme prisa con mi ropa.

— Dime que solo llevas unos cuentos segundos allí — dice Jungkook hacia la puerta ya vestido pues ¿cómo no estarlo? si la única cosa que cubría su cuerpo era una jodida pantaloneta. Cuando recuerdo aquello ya no me siento tan depravado, nadie me podría culpar de...