-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal

2 | Caricias dulces y divinas

══ ❀◦✿◦❀ ══

-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

.

.

.

✨Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic✨

.

.

.

「Capitulo Dos」

Camilo seguía sin soltar a Sissi de su agarre, donde la tenía aprisionada sentada encima de su regazo y con ambas piernas a sus costados.

A su "abrazo" había decidió agregar algunos besos en sus mejillas mientras ella seguía riendo levemente por las cosquillas que el rizado y largo cabello de Camilo causaban en su rostro.

Pronto, aquellos besos en su cara, comenzaron a bajar lentamente hasta convertirse en más besos en la zona tan débil de su cuello; húmedos y suaves sin ningún otra intención más que mimarla.

Sissi comenzó a sentir ligeras cosquillas en este, pero la agradable y placentera sensación era más grande como para siquiera querer quejarse.

-¡Ah! Ca~milo- Susurró por lo bajo- basta... tenemos que bajar a desayunar- Pero Camilo no paraba.

Con algo de miedo volteo a ver en dirección a la puerta, pues aun que entre ellos dos las caricias eran normales, Sissi sabía perfectamente que los besos en el cuello podrían llegar a ser mal interpretados, y aun que fuera poco creíble, no había dobles intenciones en estos por parte de Camilo, más que mimar a su persona favorita en todo el mundo.

-¡Mmmmm! Esta bien- finalmente cedió el mayor con algo de molestia- Vamos, te ayudo a bajar-.

Antes de si quiera pensar en bajarse de su regazo, puso ambos de sus brazos al rededor de cuello del rizado, mirándolo a los ojos con una sonrisa gentil en sus labios.

Y pensaba "¿Cuánto eh de quererlo y cuánto eh de ser feliz por sus simple gestos que demuestran lo importante que soy para el".

Se acercó a su rostro para dejar un suave beso en su mejilla izquierda mientras que el cerraba los ojos al sentir su contacto; sintiéndose más animado por aquella simple acción.

Más feliz, ahora si puso ambas de sus manos en las caderas de Sissi para ayudarla y removerla sobre su regazo para que esta pudiera poner ambos pies sobre el bello suelo de cerámica brillante.

-Vamos, muero de hambre-.

Camilo tomó la mano de Sissi para salir por la puerta juntos y bajar a su hermoso desayuno familiar.

(. . .)

Aquellos momentos no eran del todo catalogados fuera de lo común, todos en la familia sabían que durante mucho tiempo y actualmente, Sissi y Camilo eran inseparables en todo momento.

Por esta razón no se sorprendieron mucho al ver que eran los últimos en llegar al comedor y que además estos siempre se sentaban juntos.

Al verla bien venir detrás de Camilo, varios de la familia le sonrieron a la Madrigal más consentida de todos ellos.