-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal

6 | Valeria García

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic.

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「Capítulo Seis」

Esa mañana, Mirabel fue la primera en despertar de los tres niños en la guardería, nunca fue broma cuando se dijo que Mirabel era la más emocionada por el don de Camilo.

Se levantó con bastante energía de su cama para dirigirse a la de su prima y mejor amiga "Sissi". Y poco grata fue su sorpresa al ver que debajo de las sábanas se encontraban dos cabezas en vez de una.

-¿Sissi?-.

Pero quien salió de las mantas lentamente y con inmenso sueño no era nadie más que su primo Camilo, el cual apenas y podía mantener los ojos abiertos.

-¡MAMÁ! ¡Sissi se convirtió en Camilo!-.

La pequeña salió corriendo de la habitación en búsqueda de sus padres, dejando a unos muy adormilados Camilo y Sissi más que confundidos. Aun que el fue el primero en despertar por completo.

-Sissi, ¡vamos despierta!, ¡hoy me dan mi don!-.

La menor que apenas podía mantener los ojos abiertos, miro con pereza a su primo, el cual ya estaba saliendo de la ducha. ¿Tanto era su sueño que perdió la noción del tiempo?.

-Vamos! Vamos! Vamos!, comemos temprano y luego le decimos a la tía Julieta que haga las galletas de animalitos que tanto me gusta!-.

-Pero primito Camilo, esas sólo te gustan a ti-.

-Mmmmm- Camilo se decepcionó un poco pero pronto llegó con una nueva idea- ¡Bien!, entonces que haga galletas de corazones y que sean rositas-.

Miro con algo de esperanza a su prima, no le importaba mucho de que fueran, mientras Sissi estuviera feliz, y claro que las galletas sean deliciosas; para su fortuna, ella accedió al sonreirle con cariño.

(. . .)

-Papi, ¿no te vas a cambiar para la fiesta de Camilo?- pregunto Sissi mientras se miraba en un espejo y buscaba pelusas en su vestido.

-¿Cambiarme? ¿De que hablas?-.

-Tú ropa papi, las ratitas la están oliendo desde hace rato-.

Camino hacia donde estaba su padre y se dio cuenta de que no solo era una rata encima de él, si no dos.

-Shuuuu, yo soy la princesa y digo que las ratitas van en las paredes- miro con fastidio a las ratas y las ahuyento con sus manos.

Bruno intentó agarrarlas y salvarlas de las "agresiones" según el, de su hija, pero estas ya se habían escondido en los profundos huecos de las paredes.