-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal

17 | Nueva puerta en la casa Madrigal

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic.

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「Capítulo Diecisiete」

-Casi un año después -

La ausencia de Bruno era algo de lo que con el pasar de los meses, comenzó a ser un tema tabú; era algo obvio pero en un principio comenzó como un "No se habla de Bruno" para evitar que la pobre Sissi terminara llorando en cada ocasión que su padre era mencionado. Y vaya que pasaba seguido.

Pero después de unas semanas, este "No se habla de Bruno" se hizo una costumbre entre los Madrigal, sobre todo en Pepa.

Pepa era todo un tema aparte, ella inició callando a todo aquel que mencionara a Bruno en todo momento en el cual Sissi no estuviera dormida. Pero igual, para ella comenzó a ser un tema desagradable sobre todo por qué Bruno se fue y dejó a su pequeña sin padres.

Ahora a casi un año después de su partida, las cosas se podría decir que comenzaban a volver a la normalidad, a excepción de Sissi, la ahora conocida por ser la consentida y protegida de todos los Madrigal.

De la cual justamente hoy, despertó un poco más temprano que su compañera de habitación, ¿La razón?, había soñado con su padre donde este volvía para no apartarse nunca más de su lado, todo volvía a la normalidad y este seguía consintiéndola y amándola como el día anterior a su partida.

Era mucho para el pobre corazón de la pequeña, que a la edad de 5 años se encontraba en profunda tristeza.

Con algunas lágrimas saliendo de sus ojos, miro a la cama donde se supone debería de estar Mirabel, y darse cuenta de que esta no estaba, lo que le dio mas libertad para poder llorar sin preocupaciones.

-Papi...- Susurró entre sollozos a la vez que sentía su corazón cada vez más frágil.

El sonido de la puerta no la desconcentro de su llanto, la cual al abrirse dejó ver a Julieta y a Pepa con un par de sonrisas en sus rostros, felices de ir a darle las buenas noticias a la Madrigal. Y lo hubieran hecho, de no ser por qué está se encontraba llorando.

-Ay mi corazón...-.

Julieta fue la primera en acercarse con prisa, también sintiendo un golpe en su pecho al ver a la pequeña llorando.

-Sissi, no llores mami...-.

Pepa fue la segunda en sentarse en la cama y tratar de consolar a su pequeña.

-¿Mi papi... el ya no me quería? Mi mami también se fue por que no soy bonita- Logró hablar entre sollozos que le rompían el corazón.

Ambas hermanas se miraron sin saber que decir, ya había pasado casi un año y la pobrecita no superaba la partida de su padre.

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Fue algo difícil pero finalmente lograron convencer a Sissi de que debían bajar a desayunar junto a los demás Madrigal. Diciéndole que esto alegraría su mañana y que cierto pastel de fresa la esperaba en su plato.